El PSC se hunde y solo resiste en algunos feudos metropolitanos

Los socialistas pasan de 2.115 concejales a 1.275 y se consuelan con las victorias en Tarragona, Lleida, y en la mayoría de las grandes ciudades

Iceta valora els resultats davant de Jaume Collboni.massimiliano minocri

La jornada electoral fue aciaga para el Partit dels Socialistes, con pocos elementos para encontrar optimismo. Los resultados hablan por si solo: el descalabro en Barcelona (de once concejales a cuatro) es solo la punta de l'iceberg del hundimiento en toda Cataluña. En 2011, el PSC logró 2.115 regidores, y en estos comicios se ha q...

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La jornada electoral fue aciaga para el Partit dels Socialistes, con pocos elementos para encontrar optimismo. Los resultados hablan por si solo: el descalabro en Barcelona (de once concejales a cuatro) es solo la punta de l'iceberg del hundimiento en toda Cataluña. En 2011, el PSC logró 2.115 regidores, y en estos comicios se ha quedado en 1.275. El descenso provoca que Esquerra Republicana les avance como segunda fuerza en representación en los municipios. El resultado en las grandes ciudades permite aguantar en la segunda posición en número de votos, con 529.350, a poca distancia de los 508.839 de los republicanos. Poco consuelo para un partido que en sus mejores tiempos, en 2007, arrasó con 924.99 votos y 2.570 concejales.

Solo la corona metropolitana aguanta su condición de feudo de los socialistas, aunque lejos del empuje de antes. De los municipios que rodean Barcelona, solo en Santa Coloma de Gramenet han obtenido mayoría absoluta. Núria Parlon revalida la vara de alcalde y logra devolver la mayoría que perdió hace cuatro años. En L'Hospitalet, Núria Marín ha obtenido una victoria holgada , pero deberá pactar para sumar la mayoría. Una situación similar se da en Cornellà de Llobregat, donde Antonio Balmón tendrá que buscar socios, aunque el resto de partidos quedan a una gran distancia.

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Pese a la caída, los socialistas han aguantado el tipo en las grandes ciudades que no son Barcelona. De los 42 municipios con más de 30.000 habitantes, los socialistas han obtenido la victoria en 22. De las capitales de provincia, se mantiene en Tarragona, con una victoria holgada de Josep Fèlix Ballesteros, que pese a no tener mayoría ha logrado ampliar sus diferencias con CiU y PP. En Lleida, las polémicas que han rodeado Àngel Ros han mermado sus resultados: ha ganado, pero ha perdido casi la mitad de los concejales, de 15 a 8. En Girona, el que había sido el partido hegemónico se ha quedado en cuarta fuerza, aunque empatada a concejales con CUP y ERC.

Del resto de grandes ciudades, en algunas ha vencido por mayoría, como en Granollers (Vallès Oriental) y Sant Joan Despí (Baix Llobregat), otras por un margen muy ajustado, empatando en votos, como en Cerdanyola, Mollet, o Montcada i Reixac, las tres en el Vallès, o Blanes, en La Selva.

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Más allá de las ciudades, el desierto: en el mapa municipal escasea el rojo que había predominado en otros comicios. El PSC aguanta algunas alcaldías en la zona del Ebro y en el Vall d'Aran, pero en la mayoría de municipios pierde representación. Las fugas de los socialistas han sido en múltiples direcciones: Ciutadans ha hecho mella en Barcelona y otras ciudades, mientras que ERC e ICV, con su estrategia de pactos con los movimientos socialistas escindidos, le han provocado otra gran grieta. 

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