“¡No somos animales, somos personas!”

La muerte de Ayoub, Thami, Mohammed y Osama golpea el Vendrell

Amigos de la familia lloran la muerte de los cuatro menores anoche en un incendio.J. L. Sellart

La voz entrecortada del alcalde de El Vendrell (35.000 habitantes), el socialista Martí Carnicer, lamentó ayer en un pleno extraordinario la muerte de cuatro hermanos, de entre 3 y 12 años, en un incendio. “Han sufrido un accidente fatal, que ha roto sus vidas justo cuando las habían empezado”, dijo. Entre los asistentes, decenas de hombres marroquíes, serios, o directamente llorando, le escuchaban

Pero la decepción se apoderó del pleno al ver que el alcalde no les permitía hablar, ni que preguntaran por los detalles de la extinción del fuego. La familia afectada vive en una barriada, e...

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La voz entrecortada del alcalde de El Vendrell (35.000 habitantes), el socialista Martí Carnicer, lamentó ayer en un pleno extraordinario la muerte de cuatro hermanos, de entre 3 y 12 años, en un incendio. “Han sufrido un accidente fatal, que ha roto sus vidas justo cuando las habían empezado”, dijo. Entre los asistentes, decenas de hombres marroquíes, serios, o directamente llorando, le escuchaban

Pero la decepción se apoderó del pleno al ver que el alcalde no les permitía hablar, ni que preguntaran por los detalles de la extinción del fuego. La familia afectada vive en una barriada, en Pisos Planes, donde abundan el desempleo y los conflictos, y donde incluso el Ayuntamiento tuvo que destinar agentes cívicos, después de un episodio de enfrenamientos con los Mossos en 2010. Los vecinos entonces respondieron a pedradas ante una detención de un joven de la zona por parte de la policía catalana.

La familia vivía en un piso del que fueron desahuciados en 2011, y al que habían vuelto hacía más de un año. Antes de regresar, habían mantenido diversas entrevistas con Servicios Sociales, pero no llegaron a recibir ayudas. Sus vecinos sintieron ayer que el Ayuntamiento les debía una explicación. “¡No somos animales, somos personas!”, le gritaron al alcalde. Poco a poco, la protesta mutó a quejas de tipo más social: “¿Cuándo voy a tener un trabajo?”, le gritó también una mujer al regidor, a lo que le siguió una ovación del más de centenar de personas que se concentraban en la puerta del Ayuntamiento.

El ambiente se mantuvo tenso durante el minuto de silencio, pero poco a poco los ánimos se fueron calmando. A modo de cierre, decenas de personas oraron en árabe, emocionados ante la tragedia.

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