Surfeando en el espacio

La banda Camarada Nimoy presenta su primer disco en Pontevedra

Partiendo de la base de que se trata de música instrumental, supongamos a un cowboy frente a un theremin, a un contrabajista de jazz en una nave espacial o a un guitarrista esquivando asteroides sobre una tabla de surf galaxia arriba y abajo. La propuesta sonora de los vigueses Camarada Nimoy, denominación que honra la figura del artista Leonard Nimoy (Mr. Spock en Star Trek) es difícil de describir, pero ahí quedan unas cuantas coordenadas de aproximación que en la escucha se amplifican y en el directo adquieren otra personalidad con el aporte de montajes visuales y cuya proyección, ...

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Partiendo de la base de que se trata de música instrumental, supongamos a un cowboy frente a un theremin, a un contrabajista de jazz en una nave espacial o a un guitarrista esquivando asteroides sobre una tabla de surf galaxia arriba y abajo. La propuesta sonora de los vigueses Camarada Nimoy, denominación que honra la figura del artista Leonard Nimoy (Mr. Spock en Star Trek) es difícil de describir, pero ahí quedan unas cuantas coordenadas de aproximación que en la escucha se amplifican y en el directo adquieren otra personalidad con el aporte de montajes visuales y cuya proyección, como fondo sobre el que se recortan los músicos, constituye el único ropaje escénico del grupo en el escenario.

Su próxima cita en concierto será este sábado, 22 de febrero, en la sala Karma de Pontevedra (22.00 h, 5 euros + CD). Dos años después de su debut, el cuarteto prepara la reedición de su primera entrega discográfica, homónima, que en formato vinilo se agotó al poco tiempo de su salida, en septiembre del año pasado. Esta aventura de sumar rock, psicodelia, jazz, swing, lounge y surf, enseñar las cuentas en temas como “A fantástica bici de Hofmann” (su primer videoclip) y hacer números para autoproducirse un disco es cosa de Paulo Pascual (guitarra eléctrica y theremin), Diego de Luis (batería), Gontxu Muíños (guitarra eléctrica) y Pablo Muñiz (bajo), antiguos componentes de Foggy Mental Breakdown, Trem Fantasma, Transilvanians y Keltoi, entre otras formaciones.

Una de sus experiencias más gratificantes en este tiempo, cuentan, fue su función en la sala Zona C de Santiago compartida con los pontevedreses Unicornibot, otra banda sin palabras con la que comparten “cierta mirada común” hacia la música. Las entradas se agotaron para la ocasión, un pequeño milagro que demuestra un interés creciente de parte del público por la efervescente escena a la que no le queda más remedio que ser alternativa e independiente. “La música instrumental también tiene sus ventajas”, razona Pascual. “Es más autónoma y cuenta con más peso porque, al no haber cantante, evita el riesgo de ser un acompañamiento y tiene mayor rango de acción; y además, permite conectar con independencia del idioma que hable el oyente”.

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