Un policía asegura que buscó el libro de averías del metro y no lo encontró

Declara otro de los policías que hizo el informe sobre las posibles causas de la tragedia de 2006 El agente dice que no hay baliza que active el sistema de frenado del convoy antes de la curva

Valencia -

El policía nacional 085211, uno de los agentes que intervino en las actuaciones que desembocaron en el informe técnico sobre las posibles causas del accidente, ha asegurado este martes al juzgado de Instrucción número 21 de Valencia, que investiga el siniestro, que estuvo buscando el libro de averías en la cabina del conductor de la UTA descarrilada el  3 de julio de 2006 pero no lo encontró. La desaparición del libro ha sido una de las incógnitas sin resolver del siniestro.  

El agente explica que fue su jefe quien le indicó que lo buscase en la cabina y que al entrar en la misma lo pr...

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El policía nacional 085211, uno de los agentes que intervino en las actuaciones que desembocaron en el informe técnico sobre las posibles causas del accidente, ha asegurado este martes al juzgado de Instrucción número 21 de Valencia, que investiga el siniestro, que estuvo buscando el libro de averías en la cabina del conductor de la UTA descarrilada el  3 de julio de 2006 pero no lo encontró. La desaparición del libro ha sido una de las incógnitas sin resolver del siniestro.  

El agente explica que fue su jefe quien le indicó que lo buscase en la cabina y que al entrar en la misma lo primero que le llamó la atención fue un agujero en la parte central. A preguntas del abogado de la Asociación de víctimas del metro 3j (Avm3j), Vicente Baeza, el policía confesó que la puerta de la cabina, cuando él entró, ya estaba abierta. Según el agente, buscar el libro, un historial de las averías del convoy, era una labor secundaria.

El policía ha añadido ante la magistrada que el frenado de emergencia es para que la UTA llegase al andén a una velocidad de 40 kilómetros por hora y que la baliza de refresco 1680, situada 160 metros antes de la curva donde descarriló el metro, les dijeron [se entiende que FGV] que actuaba a partir de un exceso de velocidad de 10 kilómetros por hora a la velocidad calculada por el sistema.

El agente recuerda que el informe de la policía científica concluyó en 2006 que el exceso de velocidad fue la causa del siniestro y se ratificó en que no existe ninguna baliza que active el sistema para que el convoy entre en la fatídica curva a menos de la velocidad limitada.

El informe asegura que cuando actúa la baliza es demasiado tarde y hace imposible el frenado y que la señal 1680 evita básicamente que el convoy entre a más de 40 kilómetros por hora en la estación de Jesús.

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