El Supremo avala el alcohol en las calles de las tascas de Castellón
El tribunal da por bueno el artículo que permite el consumo y anula el fallo del TSJ
El Tribunal Supremo ha avalado el consumo de bebidas alcohólicas en las calles donde se ubican las tascas de Castellón, una tradicional zona de bares en pleno centro de la ciudad y que se reparten en dos calles que llegan a registrar una alta densidad de personas.
En una sentencia dada a conocer este jueves, el tribunal considera que el Ayuntamiento de Castellón ejecutó bien un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano que declaró ...
El Tribunal Supremo ha avalado el consumo de bebidas alcohólicas en las calles donde se ubican las tascas de Castellón, una tradicional zona de bares en pleno centro de la ciudad y que se reparten en dos calles que llegan a registrar una alta densidad de personas.
En una sentencia dada a conocer este jueves, el tribunal considera que el Ayuntamiento de Castellón ejecutó bien un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano que declaró nulo un artículo de la ordenanza de convivencia ciudadana aprobado para dar cobertura al consumo de alcohol en esta zona.
El consistorio aprobó después una nueva redacción que fue de nuevo anulada por el TSJ. Ahora, el Supremo ha dado la razón al equipo de gobierno y ha respaldado la nueva redacción del controvertido artículo que volvía a dar vía libre a la venta y consumo de bebidas.
La sentencia establece que han desaparecido las causas de nulidad del artículo. No obstante, deja una puerta abierta a “otras posibles causas” que, en todo caso, no han sido todavía alegadas. La asociación Castelló Sense Soroll fue la que llevó el caso a los tribunales al considerar ilegal que se permitiera beber en esta zona durante todos los días del año. Previamente había logrado que el Ayuntamiento se viera obligado a declarar la zona como Acústicamente Saturada.
El conflicto se ha prolongado durante años y ha sido uno de los quebraderos de cabeza para el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón, ante las dificultades para conciliar el descanso de los vecinos con la permanencia de las tascas y el consumo en estas calles.