La nueva receta de Aguirre

El Espanyol de Javier Aguirre comenzó la temporada con un sistema táctico definido y un estilo de juego afianzado. Iba como la seda; hasta la sexta jornada el equipo metía la patita en Europa. Pero las piernas de los jugadores perdieron intensidad en comparación con los adversarios y se extravió la brújula de Aguirre, que comenzó a hurgar en variantes tácticas y nombres que desfilaban por el once inicial. Aunque siempre había un denominador común: Sergio García era el nueve, en soledad. Hasta que en una de esas probaturas Aguirre dio con Jhon Córdoba, que se unió al goleador ...

El Espanyol de Javier Aguirre comenzó la temporada con un sistema táctico definido y un estilo de juego afianzado. Iba como la seda; hasta la sexta jornada el equipo metía la patita en Europa. Pero las piernas de los jugadores perdieron intensidad en comparación con los adversarios y se extravió la brújula de Aguirre, que comenzó a hurgar en variantes tácticas y nombres que desfilaban por el once inicial. Aunque siempre había un denominador común: Sergio García era el nueve, en soledad. Hasta que en una de esas probaturas Aguirre dio con Jhon Córdoba, que se unió al goleador españolista para compartir el ataque. Una receta que, de no variarla a última hora, parece que también se dará hoy ante el Valladolid (12.00 horas. Canal+L y GolT).

"A Jhon es más fácil buscarlo por arriba y a Sergio por abajo", explica Héctor Moreno

“Hemos usado el 4-2-3-1 e improvisado con el 4-1-4-1, y en el partido contra el Rayo (1-4) utilizamos el 4-4-2 y no nos salió mal del todo”, cuenta Aguirre, que desde entonces no negocia con la propuesta de dos puntas. “No es la primera vez que juego con otro nueve y con Sergio me entiendo muy bien”, asegura Córdoba. “Cuando estaba solo ahí arriba, tenía que fijar a los dos centrales. Ahora, tengo más libertad”, añade el delantero de Buen Pastor, consciente de que no solo debe intentar ser el punto final del juego, sino que también se le exige actuar de trampolín en los últimos metros. “Córdoba y Sergio García nos dan potencia en ataque”, subraya Aguirre; “se nos da bien robar la pelota y desdoblar rápido a nuestros delanteros, que son veloces y profundos”.

No quiere El Vasco que sus volantes se entretengan con el cuero y, a falta de un crupier que distribuya —“no hemos encontrado un enganche al uso”, revela el mexicano—, el Espanyol verticaliza el cuero a partir de sus ejes. “Con dos puntas debemos hacer todo más directo y jugar al espacio”, apunta David López. Stuani, fijo en el ala, añade: “Y también a incidir por las bandas”. Se suma Víctor Sánchez: “Aunque yo me tengo que soltar un poco en ataque, estar atento a los rechaces y segundas jugadas”. Pero, sobre todo, Aguirre exige que los puntas no se queden estáticos. “Un punta alarga el campo, realiza movimientos de ruptura, y el otro tiene un juego más posicional”, aclara Héctor Moreno. Así, Córdoba hace más de boya, cerca de los centrales rivales, y el catalán se expande por todo el frente de ataque. “Pero podemos rotar las funciones”, asegura el colombiano. “Aunque a Jhon es más fácil buscarlo por arriba y a Sergio por abajo”, agrega Moreno. “Nos complementamos bien”, ahonda Sergio García. Así lo entiende JIM, técnico del Valladolid: “Son delanteros muy potentes y que se entienden muy bien, que obligan a estar atentos a las ayudas”.

Falta, en cualquier caso, que Córdoba afine la puntería, con un único tanto, y que Sergio continúe con sus registros, con seis dianas y a una sola de su récord blanquiazul.