La autopsia también descarta el parricidio en Almonte

El forense rechaza el suicidio del hombre hallado junto a su hija muerta

Las autopsias practicadas a los cadáveres de Miguel Ángel Domínguez Espinosa, de 40 años, y su hija de siete años, hallados muertos en Almonte (Huelva), han revelado que las heridas de arma blanca que presentaba el padre son incompatibles con las del suicidio, ha informado Efe.

Estos resultados inciden en lo ya avanzado por la Guardia Civil sobre el suceso. Así, la tesis de un doble homicidio se ha impuesto después de que en un principio la Subdelegación del Gobierno de Huelva ...

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Las autopsias practicadas a los cadáveres de Miguel Ángel Domínguez Espinosa, de 40 años, y su hija de siete años, hallados muertos en Almonte (Huelva), han revelado que las heridas de arma blanca que presentaba el padre son incompatibles con las del suicidio, ha informado Efe.

Estos resultados inciden en lo ya avanzado por la Guardia Civil sobre el suceso. Así, la tesis de un doble homicidio se ha impuesto después de que en un principio la Subdelegación del Gobierno de Huelva informara de que la hipótesis inicial del caso era que el hombre mató a su hija de siete años y después se suicidó.

Los cuerpos fueron hallados a las 14.40 del lunes por el padre y abuelo paterno de los fallecidos en Almonte (Huelva), donde se ha vivido el último día de luto oficial decretado por el fallecimiento de estas personas. Cientos de vecinos, familiares y amigos, se han dado cita al mediodía en el Tanatorio Municipal de Almonte (Huelva) para dar el último adiós a los fallecidos. Las muestras de dolor y pesar se han sucedido durante un funeral que ofició José García, párroco de la localidad onubense y El Rocío, y que se ha prolongado durante media hora.

Sobre las 13.00 abandonó el tanatorio la madre de la menor y esposa del fallecido —aunque se encontraban en trámites de separación—, en muy mal estado anímico y antes de que salieran los coches fúnebres rumbo al cementerio municipal para recibir sepultura. Minutos antes, escoltados por dos vehículos de la Policía Local, los coches con los féretros, que portaban a los lados cuatro coronas de flores con recordatorios de familiares y amigos, salían del tanatorio para recorrer la corta distancia hasta el cementerio, arropados por numerosas personas.

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