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Madrid celebra el Día del Libro

El 23 de abril, la capital se llenó de libros y de lectores. El buen tiempo animó a salir a la calle a leer y celebrar

Una joven organiza frente a la tienda Graphicbook, en la calle Libreros un mercadillo de intercambio de fanzines y otros ejemplares autoeditados. Durante toda la tarde, este rincón junto a la Gran Vía se convirtió en un centro de truque en el que participaron docenas de aficionados. El mercado fue organizado por un grupo de alumnos de la escuela de Arte 10, quienes empapelaron Madrid de unos posters con el eslogan 'Autoedita o muere'.CARLOS ROSILLO
El fotógrafo Alberto García-Alix, fácilmente reconocible por sus numerosos tatuajes, firma uno de los ejemplares de su libro 'Autoretrato' en la plaza de Callao. "Es un conjunto de imágenes con el que me he definido en un solo autorretrato", explicaba. García-Alix estuvo firmando desde las cinco de la tarde en compañía del francés Laurent Binet (autor de 'HHhH') y del ilustrador Kike de la Rubia.CARLOS ROSILLO
Paloma, cuyo nombre artístico es Asuka, da los últimos retoques a una de las botellas de tequila Alakrán. Diplomada en diseño industrial, Asuka impartió un taller de personalización de botellas con rotuladores acrílicos en la librería Graphicbook. Entre los diseños hubo muchas calaveras mejicanas y mucho colorido.CARLOS ROSILLO
Un transeúnte echa un vistazo a un libro de ilustración de Azpiri y Forges en la plaza de Callao, donde más de 40 librerías colocaron sus expositores durante todo el día con su mejor oferta bibliográfica. Los cómics también estuvieron presentes en puestos como el de La Marabunta.CARLOS ROSILLO
Muchos curiosos pero pocas ventas. Así resumieron los libreros de la plaza de Callao el ambiente durante las primeras horas de La noche de los libros,que se celebró ayer, 23 de abril, en conmemoración del Día Internacional de las Letras. El espacio acogió hasta las once de la noche los puestos de 42 librerías madrileñas grandes, como FNAC, La Central o La Casa del Libro, y pequeñas como Berkana, Tribuna o La Fugitiva.CARLOS ROSILLO
La Gan Vía también se llenó de libreros y expositores. Las ofertas de un libro por un euro o tres libros por diez euros arrasaron con el stock de librerías como Book Store. Libros de arte e infantiles fueron los más solicitados.CARLOS ROSILLO
En La Infinito, barrio de Lavapies, niños y adultos escucharon durante buena parte de la tarde un cuento de princesas y dragones de los labios de Paloma, la dueña de la librería. A las 21.00 hubo un maratón de cuentos para adultos. Antonio, el camarero, contaba que durante todo el día tuvieron más clientes.CARLOS ROSILLO