Calor fucsia contra el frío

El Festival Independente de Vilalba congrega a 6.500 espectadores en dos días

Concierto de la Habitación RojaJAVIER ROSA

Vilalba volvió a ser fucsia durante un fin de semana y hasta el calor de las farolas con la luz cambiada para sintonizar con la tonalidad corporativa de su festival ayudó a hacer frente al frío intenso de una primavera recién estrenada que no permite guardar los abrigos. La lluvia, al menos, sí dio una tregua a los 6.500 asistentes, según las cifras aportadas por el Concello vilalbés al frente de la organización, que, las noches del viernes y sábado pasado, disfrutaron los conciertos programados en el VI Festival Independente de Vilalba (FIV). Solo en las primeras horas ya del domingo hubo que...

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Vilalba volvió a ser fucsia durante un fin de semana y hasta el calor de las farolas con la luz cambiada para sintonizar con la tonalidad corporativa de su festival ayudó a hacer frente al frío intenso de una primavera recién estrenada que no permite guardar los abrigos. La lluvia, al menos, sí dio una tregua a los 6.500 asistentes, según las cifras aportadas por el Concello vilalbés al frente de la organización, que, las noches del viernes y sábado pasado, disfrutaron los conciertos programados en el VI Festival Independente de Vilalba (FIV). Solo en las primeras horas ya del domingo hubo que sacar los paraguas para transitar fuera de las carpas que cubrían escenario y acampada. Incluso Iván DJ, de la sala Karma de Pontevedra, pudo desarrollar una sesión vermú al aire libre en el mediodía del sábado en la Praza de Santa María.

Bajo techo, el público acostumbró a concentrarse en las primeras filas para hacer subir la temperatura. Y así, casi todos los festivaleros con todo lo puesto, dejarse llevar por un cartel que discurrió por los caminos diversos del pop contemporáneo. El primer día, con los impecables Nudozurdo, algo distantes en la tarea de abrir fuego, unos sensacionales Hola a Todo el Mundo y los más esperados de la noche, La Casa Azul, que registraron la mejor entrada de la noche en un recinto que, hasta entonces, estaba aún a medio aforo. Lástima de los problemas de sonido que trajeron de cabeza a Guille Milkyway, quien no se cansó de ir y venir desde el control hasta su marca buscando soluciones y de pedir disculpas desde el escenario. Abajo, nadie bajó la marcha, así que a la concurrencia no pareció molestarle demasiado. Más suerte tuvo Delorean, lo siguientes, ya con la calidad que suele ofrecer el FIV.

El sábado, tras el debut de los locales Postergel, la carpa volvió a ser una pista de baile con Varry Brava. Energéticos y divertidos, pelearon en una hora difícil, las ocho de la tarde, pero el quinteto de Murcia sacó brillo a temas con factura de éxitos pop. Su desenfado hizo valer la apuesta que el festival significaba en ellos y prendieron una estela de buen rollo que recogieron Idealipsticks, alcanzó el cénit con los cabezas de cartel, La Habitación Roja, y permaneció encendida en el lugar durante los siguientes directos, a cargo de Supersubmarina, recién llegados de tocar en México, los británicos The Whip y los djs Elyella. A toda vela y con el registro de público más alto del FIV, la banda de Valencia dio potencia a los temas de Fue eléctrico (2012), su disco más reciente, con un seguimiento excepcional por parte del numeroso sector veinteañero del público. Tener relevo es, sin duda, una noticia merecida para un grupo con la trayectoria de La Habitación Roja que, además, se encuentra en un momento excelente que volverán a plasmar en breve en una nueva entrega discográfica, ya en proceso para que pueda ver la luz antes de que acabe el año.

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