Al rescate de la cultura de barrio

“A las 12.00, llega la señora Isabel, se sienta en la silla de nea, se pide un botellín helado, unos taquitos de queso y te cuenta la vida. A las 12.15, llega el vecino artista solitario del tercero se pide un botellín helado y te cuenta la vida”. Es la letra de la canción Ultramarinos Contreras, single del disco que el grupo Mansilla y Los Espías publicó en mayo de 2011. Sus personajes son los ultrapelmazos del botellín helado, como los define la banda. Ahora ellos también son los protagonistas del espectáculo que ...

“A las 12.00, llega la señora Isabel, se sienta en la silla de nea, se pide un botellín helado, unos taquitos de queso y te cuenta la vida. A las 12.15, llega el vecino artista solitario del tercero se pide un botellín helado y te cuenta la vida”. Es la letra de la canción Ultramarinos Contreras, single del disco que el grupo Mansilla y Los Espías publicó en mayo de 2011. Sus personajes son los ultrapelmazos del botellín helado, como los define la banda. Ahora ellos también son los protagonistas del espectáculo que el grupo, compuesto por Fernando Mansilla, Luis Navarro y Javi Mora —Mansilla, Navarro & Mora—, estrena este fin de semana en el Teatro Central de Sevilla a partir de las 20.00.

“Hemos puesto el oído en sus quejas, en lo que les preocupa y en lo que sueñan. De sus reflexiones nace el texto de la obra, que es un canto a la sensualidad de la rutina”, asegura Mansilla, poeta y dramaturgo. “Hemos querido reflejar esa cultura de barrio, en peligro de extinción, que se desarrolla en ese pequeño comercio en el que te tomas una cerveza mientras haces la compra”, agrega.

A través de un espectáculo híbrido, como ya es marca de la casa, entre el teatro, el concierto y el recital, la banda describe —“nosotros no criticamos”, dice Mansilla— la actual crisis, no solo económica, sino ética. “Se han ido deteriorando los valores humanos. Esta crisis comenzó desde que en África mueren de hambre al día miles de niños y aquí a nadie le preocupa”, afirma el compositor. “También hablamos mucho sobre la soledad del ser humano, la necesidad de tener compañía”, añade.

Como no podría ser de otra manera, la música es pieza angular del espectáculo desde el minuto uno. Y es que la obra comienza con Mansilla recitando los primeros textos a modo de videoconferencia mientras que sus dos compañeros comienzan a “crear ritmo” con varios objetos: botellas de agua, copas o bolígrafos... “Hoy en día se puede crear música con casi todo”, bromea Mansilla.

Antes de bajar el telón, el grupo interpretará cuatro canciones nuevas, entre ellas, una versión de Ultramarinos Contreras, con la colaboración de un beat bóxer —artista que produce ritmo y sonido utilizando la boca—, y el tema Contigo, en el que la banda propone una solución para salir de la crisis. ¿Cuál? “Quien quiera saberla que venga al teatro a vernos”, invita Mansilla entre risas.