Trias repara por decreto el alumbrado en Nou Barris, Sant Martí y Sant Andreu

Un decreto del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), busca poner fin al apagón en el alumbrado público que desde finales de noviembre sufren varias calles de los distritos de Sant Andreu, Sant Martí y Nou Barris. Los trabajadores de la contrata Imesapi, que presta el servicio en estas zonas, están en huelga indefinida en protesta por un ERE que, aseguran, es injusto. El Ayuntamiento denuncia que se incumplen los servicios mínimos y hay sabotaje de cables y cuadros eléctricos. Por ello, Trias anunció ayer la movilización de brigadas especiales para reestablecer el servicio —cuya factura cor...

Un decreto del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), busca poner fin al apagón en el alumbrado público que desde finales de noviembre sufren varias calles de los distritos de Sant Andreu, Sant Martí y Nou Barris. Los trabajadores de la contrata Imesapi, que presta el servicio en estas zonas, están en huelga indefinida en protesta por un ERE que, aseguran, es injusto. El Ayuntamiento denuncia que se incumplen los servicios mínimos y hay sabotaje de cables y cuadros eléctricos. Por ello, Trias anunció ayer la movilización de brigadas especiales para reestablecer el servicio —cuya factura correrá a cargo de la empresa— y anuncia un expediente. Los trabajadores niegan ser los causantes de las averías.

“Caminas sin saber por dónde vas o con qué te vas a encontrar a la vuelta de la esquina”, se quejó Mar Ferrer, vecina de la plaza del Virrei Amat, en Vilapiscina, uno de los barrios afectados por la falta de suministro. Asegura que en su calle la luz se fue el sábado y de nuevo el lunes. En el caso de Sant Martí de Provençals el problema se agrava porque en las zonas cercanas a edificios de oficinas o de solares cerrados las farolas son la única fuente de luz. “Veías toda la Gran Vía apagada. Llamabas a quejarte a la empresa y te decían que no alcanzaban a cumplir todos los avisos”, dijo Manuel Martínez, de la asociación de vecinos del barrio.

Las incidencias se han incrementado considerablemente en los últimos días. “En un fin de semana normal se reciben entre 12 y 20 avisos de farolas que no sirven. El lunes, una vez convocada la huelga de trabajadores, recibimos 265 y el martes, 310”, explicó Albert Vilalta, el gerente de Hábitat Urbà. Esto implica un aumento del 1.450%. Al cierre de esta edición, según una portavoz del Ayuntamiento, la brigada especial había reparado 64 cuadros eléctricos, devolviendo así la luz a 13.200 farolas de los distritos afectados.

Un dispositivo especial asume el trabajo porque la contrata está de huelga

Imesapi —con presencia nacional y contratos con la Diputación de Álava, El Corte Inglés y la Xunta de Galicia, entre otras— presentó un ERE de seis meses que afecta a 320 trabajadores de todo el Estado. Once de ellos en Barcelona, el 17% de la plantilla del centro de trabajo de la capital catalana. El comité de empresa convocó a una huelga indefinida desde el pasado lunes. Jordi Faulón, de la sección sindical de CCOO, asegura que el Ayuntamiento no tiene deudas con la empresa —de hecho, el Ayuntamiento paga a menos de 40 días sus facturas— y que el centro de trabajo de Barcelona “genera beneficios e incluso ha aumentado su carga de trabajo”. El pasado lunes y el día del encendido de las luces de Navidad los trabajadores se han concentrado para protestar y pedir la intermediación del alcalde Trias en el conflicto laboral.

El Departamento de Empleo y Ocupación decretó servicios mínimos equivalentes a la guardia del fin de semana, es decir, dos personas por turno. Estos han sido insuficientes para atender la avalancha de incidencias y según Vilalta en muchos casos no se han cumplido. “Como hay sabotaje y no se han cumplido los servicios mínimos el Ayuntamiento tiene la potestad para poner en marcha el operativo”, agregó el gerente de Hábitat Urbà, que explicó que legalmente la medida no viola el derecho a huelga.

Desde los sindicatos niegan que los trabajadores estén involucrados en los sabotajes. El Ayuntamiento asegura que la empresa le ha comunicado que “la mayor parte de los incidentes han estado provocados por la manipulación intencionada de los dispositivos”. Según Vilalta, hay constancia del corte de líneas eléctricas o el ataque a los mecanismos de protección magnetotérmica. La Guardia Urbana está acompañando a los operarios externos contratados por el Ayuntamiento para hacer las reparaciones. Hasta el momento, según el Consistorio, la falta de iluminación no ha causado ningún accidente o problema de seguridad.

“La empresa ya ha despedido a tres trabajadores porque habían participado en episodios de sabotaje y el Ayuntamiento se personará en las causas contra ellos”, explicó Vilalta. un portavoz de CGT aseguró ayer que los despedidos son cuatro, entre ellos el presidente del comité, afiliado a ese sindicato. El contrato de Imesapi establece que la empresa se encargará del mantenimiento del alumbrado hasta finales de 2013.