El soberanismo gana en Tarragona

La apuesta soberanista de Convergència i Unió (CiU) caló entre el electorado de Tarragona. En esta provincia, CiU consiguió 7 de los 18 escaños en juego, convirtiéndose así en la formación más votada. Pero no fue suficiente: los recortes sanitarios y el cierre de hasta cuatro colegios públicos este curso escolar en Tarragona han hecho mella a la ola secesionista en la que CiU ha basado estas elecciones. La federación nacionalista cosechó nueve escaños en 2010, con lo que ha perdido dos y retrocede así a los resultados de 2006. Todo ello a pesar de que, durante la campaña electoral, el candidat...

La apuesta soberanista de Convergència i Unió (CiU) caló entre el electorado de Tarragona. En esta provincia, CiU consiguió 7 de los 18 escaños en juego, convirtiéndose así en la formación más votada. Pero no fue suficiente: los recortes sanitarios y el cierre de hasta cuatro colegios públicos este curso escolar en Tarragona han hecho mella a la ola secesionista en la que CiU ha basado estas elecciones. La federación nacionalista cosechó nueve escaños en 2010, con lo que ha perdido dos y retrocede así a los resultados de 2006. Todo ello a pesar de que, durante la campaña electoral, el candidato de CiU en Tarragona, Albert Batet, que se estrenaba como cabeza de lista, había apelado a la necesidad de conseguir la mayoría absoluta. “Unidos hacemos piña”, repitió Batet, echando mano a la tradición castellera, cuna de Valls (Alt Camp), el municipio donde gobierna con este holgado reparto de poderes.

ERC-Cat Sí también capitalizó el voto soberanista, con más de 50.000 sufragios, un gran crecimiento con respecto a los últimos comicios. Así, la lista liderada en Tarragona por Josep Andreu, alcalde de Montblanc (Conca de Barberà), consigue tres diputados cuando en las últimas elecciones a la Generalitat obtuvo uno. La concentración de votos soberanistas restó apoyos al PSC, que sufrió un descalabro electoral. Los socialistas pierden un diputado y se quedan en 3. El cabeza de lista socialista en Tarragona y hasta ahora presidente del grupo parlamentario del PSC, Xavier Sabaté, afirmó sin tapujos que su partido ha perdido las elecciones. Sabaté conminó a todas las formaciones a buscar de ahora en adelante “inversiones” para Cataluña y a potenciar “la economía productiva para generar puestos de trabajo”, en lugar de centrarse en la autodeterminación. En cambio, los recortes del gobierno central no han afectado al PP, que con el 15% de los votos mantiene los tres diputados ganados en los anteriores comicios. El cabeza de lista popular en Tarragona, Rafael Luna, apuesta por descentralizar Cataluña y defender los intereses de Tarragona por encima Barcelona, o “Barceluña”, como lo denomina Luna. En la capital de la provincia, el PP fue la segunda fuerza más votada. ICV-EUiA también mantiene el escaño cosechado en las últimas elecciones y Hortènsia Grau volverá a ser diputada. Sin embargo, la campanada la dio Ciutadans: con más de 25.000 votos, un diputado de este partido accederá al Parlament por la circunscripción de Tarragona.

La participación se incrementó en más de diez puntos. Si en 2010 fue del 56,79%, ayer votaron el 66% de los electores, una circunstancia que fue subrayada por todos los partidos.

En esta legislatura, sobre la mesa de la Generalitat están proyectos como el macrocomplejo Barcelona World, impulsado por la empresa Veremonte y que prevé alzar seis parques temáticos en la Costa Dorada. También la descontaminación del pantano de Flix (Ribera d'Ebre), donde están dipositados 700.000 metros cúbicos de residuos tóxicos y radiactivos. CiU quiere retrasar el inicio de su limpieza hasta que no estén terminadas las obras de abastecimiento alternativo de agua, mientras que el gobierno apuesta por iniciar ya los trabajos.