Buide supera sus retos en el estreno de ‘Electra’

El compositor compostelano elige el Centro Galego de Arte Contemporánea para el debut

El Centro Galego de Arte Contemporánea, en Santiago, fue el martes escenario del estreno en España de Electra, monodrama para soprano y quinteto instrumental de Fernando Buide sobre un texto de Efraín Rodríguez Santana. Buide ha superado limpiamente los retos que, en sus palabras, le planteaba un texto como ese. La narrativa musical del compostelano plantea un discurso que resalta la estructura dramática del texto del cubano. La narración en segunda o tercera es traducida a música con un cierto carácter actualizado de recitativo que marca el devenir de la acción y resalta el carácter más seren...

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El Centro Galego de Arte Contemporánea, en Santiago, fue el martes escenario del estreno en España de Electra, monodrama para soprano y quinteto instrumental de Fernando Buide sobre un texto de Efraín Rodríguez Santana. Buide ha superado limpiamente los retos que, en sus palabras, le planteaba un texto como ese. La narrativa musical del compostelano plantea un discurso que resalta la estructura dramática del texto del cubano. La narración en segunda o tercera es traducida a música con un cierto carácter actualizado de recitativo que marca el devenir de la acción y resalta el carácter más sereno o dramático de las intervenciones de los personajes cuando el texto les hace hablar en primera persona.

Desde el punto de vista vocal, Electra no plantea grandes dificultades físicas y se adapta a la respiración y la prosodia del texto. Pero es muy exigente musicalmente por la necesidad que impone de delimitar las diferentes situaciones y personajes. El timbre de Eva Juárez es realmente adecuado para la obra y su interpretación fue notable por su gran expresividad musical. El buen empaste vocal e instrumental de la partitura fue bien explotado por el Ensemble s-21, dirigido por Buide, aportando la ductilidad necesaria y un plus de musicalidad que enriqueció el estreno.

Del resto de las obras destacó el ambiente entre opresivo y onírico que Julio Mourenza al piano y Alejandro Sanz, percusión, crearon en Apnea; la fuerza de Jorge Sanz, violín, y Vicente López, clarinete, en Misa, obras ambas de M. Alejandro Contreras, y la solidez de Sanz, Mourenza y el violonchelista Carlos García Amigo en los dificilísimos Tres tercetos de José Luis Turina.

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