VALENCIA FASHION WEEK

‘Striptease’ parcial

La pasarela valenciana más austera arranca con perfil bajo Tras mucho deambular parece que va encontrando su hueco en el calendario de las 'fashion weeks'

Desfile de presentación de la colección de Ion Fiz, ayer en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las CienciasTANIA CASTRO

Put the blame on Mame, cantaba Rita Hayworth mientras se desprendía de un fetichista guante negro en esa seducción fílmica que es Gilda. Aquello en nuestro imaginario colectivo era mucho más que un manguito. Un mitón. Y así está el tema. En la Valencia Fashion Week (VFW), desde hoy hasta el sábado 18 en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el énfasis está en el acto de mostrarse junto con movimientos sensuales sugerentes, modelos en estado de simulacro y mucho ruido mediático local, no en el hecho de la Moda.

La pasarela valenciana se nos presenta como un preámbul...

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Put the blame on Mame, cantaba Rita Hayworth mientras se desprendía de un fetichista guante negro en esa seducción fílmica que es Gilda. Aquello en nuestro imaginario colectivo era mucho más que un manguito. Un mitón. Y así está el tema. En la Valencia Fashion Week (VFW), desde hoy hasta el sábado 18 en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el énfasis está en el acto de mostrarse junto con movimientos sensuales sugerentes, modelos en estado de simulacro y mucho ruido mediático local, no en el hecho de la Moda.

La pasarela valenciana se nos presenta como un preámbulo libidinoso de tendencias y de capas referenciales que camuflan otras capas referenciales pero que todo termina bruscamente al bajarse el telón. Es como una bailarina de burlesque que sugiere pero no consuma. ¡Uf, gatillazo! Y es que contra las metáforas es imposible luchar.

Como en el ‘burlesque’,

En cierto sentido, se podría decir que la VFW, pese a los recortes presupuestarios (un monto cinco veces menor) y la fragmentación del gremio de diseñadores, tras mucho deambular parece que va encontrando su hueco en el hinchado calendario de las fashion weeks. Pero la apuesta de la VFW debería ser mayor por los valores emergentes. Este elemento le otorgaría una identidad propia y bien diferenciada.

Y es que la idea de influencia en la moda, tal como se maneja en los medios, está todavía muy contagiada de un discurso perpendicular y de sumisión, de centro y periferia. ¡Oiga que estamos aquí, sí aquí abajo! Aunque lo que verdaderamente le falta a esta pasarela es esa patada a lo Bruce Lee en el estómago de la Industria. Quédense con la copla.

Ion Fiz sorprendió
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A lo que vamos. De las seis propuestas presentadas en la primera jornada destacaron las de Miguel Vizcaíno y la de Ion Fiz. La uniformidad cromática en negros y pinceladas en plata subrayaba la voluntad de Miguel Vizcaino de ofrecer una cara más adulta en su colección Witches. Presenta una mujer fuerte y de peculiar elegancia. Una factura muy profesional, algunas prendas interesantes y sentido del humor. Tan necesario. Encarnis Tomero siguen con su crecimiento progresivo hacia la feminidad marca de la casa. Lineas sencillas en algodón y lana resueltas en una paleta de colores tierra y golpes de fucsia.

Ion Fiz, en su segunda línea, sorprendió con un gigantesco (auto) homenaje. Y no hay nada como montarse su propia fiesta. “Una colección atemporal, elegante y sencilla”, en palabras del diseñador vasco. Con sus volúmenes suaves y proporcionados, una sastrería clásica de líneas depuradas, detalles sutiles, marcada verticalidad; y una paleta que se mueve entre el crudo, beige y tostados, pasando por el verde musgo y el azul. Una combinación de colores muy retro.

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