Un policía superviviente de Orzán: "Fuimos arrastrados desde la orilla"

Uno de los policías superviviente de la tragedia del Orzan relata que fue una gran ola la que les golpeó y les arrastró desde la orilla a él y sus compañeros en el momento en el que aprovechaban que el mar había devuelto hasta la arena al joven eslovaco. Pese a que ya habían logrado agarrarle formando una cadena humana, el golpe y la resaca de la marea introdujo mar adentro a los seis agentes que en ese momento se jugaban la vida sin que tres de ellos lograsen sobrevivir.

Así consta en la declaración prestada por este agente de Policía en el marco del atestado abierto t...

Uno de los policías superviviente de la tragedia del Orzan relata que fue una gran ola la que les golpeó y les arrastró desde la orilla a él y sus compañeros en el momento en el que aprovechaban que el mar había devuelto hasta la arena al joven eslovaco. Pese a que ya habían logrado agarrarle formando una cadena humana, el golpe y la resaca de la marea introdujo mar adentro a los seis agentes que en ese momento se jugaban la vida sin que tres de ellos lograsen sobrevivir.

Así consta en la declaración prestada por este agente de Policía en el marco del atestado abierto tras el suceso y al que tuvo acceso Europa Press. Según dice, el joven eslovaco "fue lanzado hacia fuera quedando tendido en la arena a unos pocos metros de los agentes". "Mientras unos compañeros cogían a esa persona, otros tiraban de aquellos para salir todos de la zona donde batían las olas en la playa", añade el relato, según el cual, es en ese momento en el que reciben "un fuerte impacto de una ola sobre todos ellos" siendo "arrastrados por la resaca de la ola para dentro del mar".

Esta violenta ola fue el detonante de una noche trágica en la que se fueron sucediendo varios hechos accidentales y es que el joven eslovaco no era la persona por la que fue avisada la Policía. A las 5.02 horas de la madrugada la Sala de Operaciones del 091 de la Jefatura Superior de Policía recibió la llamada de una mujer que alertaba de otro ciudadano en el agua "con dificultades para salir". Hasta ese lugar son desplazados dos agentes de paisano que se encuentran con un ciudadano francés ya a salvo tras lograr salir del agua por sus propios medios.

En torno a las 5.20 horas, otros dos jóvenes, que no guardaban ninguna relación con el ciudadano francés, alertan a los policías de que hay una persona en el mar sin poder salir a pocos metros de allí. Los agentes llegan a contestarles que se trata del hombre de 42 años y que ya está a salvo, desconociendo que en realidad se trataba de una segunda persona, el joven eslovaco.Tras salir de su error inicial los cuatro agentes se desplazan rápidamente con sus vehículos a una zona de esa misma playa situada "en la trasera del edificio de Hacienda en la Avenida de Pedro Barrie de la Maza". Una vez allí, provistos con sus linternas detectan a "una persona en el agua, la cual está siendo zarandeada por las olas del Mar.

Ya en la misma orilla los cuatro policías "al ver el oleaje, desistieron de entrar" en el agua. En ese primer instante optaron por seguir alumbrando al joven para mantenerlo localizado e instarle a que se dejará llevar hasta la orilla. Además se procedió a informar a la Sala del 091 para que enviase a Salvamento Marítimo "dado que es imposible acceder a sacar a esa persona por el estado de la mar". Minutos después y reforzados con dos agentes más se produjo el hecho trágico que acabó arrastrándoles mar adentro. Cinco de ellos lograron salir con vida tras ayudarse entre ellos además de contar con la intervención espontánea de un Policía Local y un ciudadano anónimo que acudieron en ese preciso instante a la playa.

No obstante, las horas posteriores de búsqueda también dejaron otros capítulos heroicos como cuando, según fuentes policiales, pasada media hora, un policía dio la alerta al ver un cuerpo en el agua, ya en la Playa de Riazor. En este caso, el mismo ciudadano que había prestado ayuda en la Playa del Orzán y que terminó siendo asistido por una hipotermia, apareció con una cuerda de 25 metros del largo que usó un agente de Policía para meterse en el mar, aún embravecido, con ella atada al cuerpo. Finalmente, desistió de su intento de rescatar al compañero ya fallecido Javier López López debido a que la cuerda no tenía la distancia suficiente.