Sin campanadas de Nochevieja en la plaza de Catalunya de Barcelona

La policía pide a los hoteleros que informen de que no hay celebraciones programadas

Unos 250 policías (entre Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana) blindarán mañana la plaza de Catalunya. El que quiera entrar al recinto deberá pasar por alguno de los siete filtros instalados: las botellas de cristal y las latas serán decomisadas. Pero no hay que temer por el contenido, que se podrá verter en vasos de plástico. Si alguien logra burlar el control, que sepa que la policía vigilará también el interior de la plaza. Las previsiones apuntan a que miles de personas celebrarán la llegada de 2012 en el emblemático corazón de la capital catalana (...

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Unos 250 policías (entre Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana) blindarán mañana la plaza de Catalunya. El que quiera entrar al recinto deberá pasar por alguno de los siete filtros instalados: las botellas de cristal y las latas serán decomisadas. Pero no hay que temer por el contenido, que se podrá verter en vasos de plástico. Si alguien logra burlar el control, que sepa que la policía vigilará también el interior de la plaza. Las previsiones apuntan a que miles de personas celebrarán la llegada de 2012 en el emblemático corazón de la capital catalana (el año pasado fueron 40.000).

¿Pero qué van a hacer? “No hay ninguna fiesta”, ha advertido hoy el intendente de la Guardia Urbana Jesús Hernández, responsable de la división de coordinación de la policía de Barcelona. Ni reloj tocando las campanadas, ni música, ni cotillones patrocinados, ni uvas... La policía ha pedido la colaboración del gremio de hoteleros para que expliquen a sus huéspedes que en Barcelona, a diferencia de otras ciudades, la Nochevieja se celebra en “locales o en domicilios particulares”.

Pero a los turistas no parece importarles. “Cada año preguntan por las fiestas, los espectáculos y los fuegos artificiales”, ha seguido Hernández. “Incluso se plantan delante del reloj del BBVA para ver si suena”, ha añadido. Pero nada les frena: año tras año, la plaza de Catalunya acaba atestada de gente. “Como ven tanta policía piensan que hay alguna celebración”, insiste el mando de la Guardia Urbana. Los agentes en alguna ocasión se han planteado incluso no custodiarla. Pero lo han descartado: sería un peligro. Y más este año, con el aliciente de la pista de hielo. El lugar estará protegido por un perímetro de seguridad, y contará con vigilancia de la propia empresa.

“Que la gente coja el transporte público. Habrá un refuerzo de autobuses y el metro funcionará toda la noche”, ha pedido Hernández. Los vendedores ambulantes lo tendrán crudo: la policía estará encima del clásico cerveza-beer y de los racimitos de uva vendidos al por menor.

Los Mossos movilizan a un centenar de agentes extra mañana, sobre todo antidisturbios (ARRO y BRIMO), ha explicado el intendente de los Mossos Antoni Verger. En una segunda fase, cuando la concentración en la plaza disminuya, los efectivos se repartirán por la ciudad. En total, en Cataluña, trabajarán más de 1.300 mossos. Pondrán el foco en el alcohol al volante (70 controles preventivos), en locales nocturnos y en las fiestas no autorizadas.

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