Lo nuevo de Miley Cyrus, Belle & Sebastian, Iggy Pop, Yo La Tengo y otras canciones de enero
Los críticos de ‘Babelia’ comentan los temas recientes más destacados en todos los estilos musicales
Ahora que la música es también narrativa, no es de extrañar que Flowers, el primer asalto del octavo álbum de la de Tennessee, peso pesado de lo que podríamos llamar un alt popmainstream, llegase, instantáneamente, al número 1 de casi cualquier chart en todo el mundo. Porque no es solo que la canción sea perfecta —un hit canónico, una adictiva cápsula de disco pop sofisticado que Lisa Stansfield habría envid...
Miley Cyrus – ‘Flowers’
Ahora que la música es también narrativa, no es de extrañar que Flowers, el primer asalto del octavo álbum de la de Tennessee, peso pesado de lo que podríamos llamar un alt popmainstream, llegase, instantáneamente, al número 1 de casi cualquier chart en todo el mundo. Porque no es solo que la canción sea perfecta —un hit canónico, una adictiva cápsula de disco pop sofisticado que Lisa Stansfield habría envidiado en otro tiempo—, es que además reconstruye y destruye su relación con su exmarido Liam Hemsworth. En realidad, se dice a sí misma que puede quererse mejor de lo que él la ha querido, y que, como la señora Dalloway, el mítico personaje de Virginia Woolf, puede comprarse flores ella misma —”I can buy myself flowers”—, y no solo eso: sacarse a bailar, hablarse durante horas de cosas que él jamás entendería, y cogerse de la mano. Un elegante puñetazo que convierte el despecho en libertad para volver a disfrutar de todo aquello que, sin darte cuenta, habías perdido. El videoclip —de lo más hot— es, en este caso, de visionado obligatorio para entenderlo mejor todo. LAURA FERNÁNDEZ
Belle & Sebastian – ‘I Don’t Know What You See In Me’
Dice Stuart Murdoch que siempre que produce un disco, produce otro en secreto. Y que ese otro disco es mucho más libre, y divertido, que el primero. Que el primero tiene un sentido y un orden, y el segundo es caos y disfrute. Por eso I Don’t Know What You See In Me, primer sencillo de Late Developers, el duodécimo álbum de la banda, que llega solo ocho meses después de su último trabajo, A Bit Of Previous, suena a algo que no es exactamente Belle & Sebastian pero ha podido serlo desde el principio. Suena tan irónica, luminosa y fresca como cualquier clásico de la banda, pero virando el timón hacia el pop electrónico y, dice el propio Murdoch, “las power ballads de los 90″. ¿El secreto? La producción de Wuh Oh, el jovencísimo Pete Ferguson. Y, sobre todo, la capacidad de los escoceses para, sí, pasarlo en grande, expandiéndose en tantas direcciones como les sea posible, siempre. Crecer es cambiar, y así, da gusto. L. F.
Iggy Pop – ‘Frenzy’
Es de agradecer que Iggy Pop todavía a sus 75 años tenga ganas de dar guerra. Esta composición que abre su nuevo y notable disco, Every Loser, candidato desde ya a uno de los álbumes de 2023. Sin The Stooges, la bestia de pop se junta para este trabajo con Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) a la batería, Duff McKagan (Guns N’ Roses) al bajo y Andrew Watt (Ozzy Osbourne) a la guitarra. Juntos, moldean música abrasiva, marca de la casa Iggy. Incendiada con gasolina de punk rock setentero, Frenzy es acelerada, agresiva, actual y dignísima para un tipo y sus secuaces que podrían estar jugando al dominó en una mansión en Los Ángeles. Iggy prefiere seguir escupiendo fuego. FERNANDO NAVARRO
Josh Ritter – ‘For Your Soul’
Josh Ritter es uno de los grandes talentos surgidos en la impresionante escena de neofolk norteamericana del siglo XXI. Uno de esos francotiradores con un personalísimo sello que combina desnudez con nervio. Toque lo que toque siempre lo hace suyo con ese aire tan pastoral como contemporáneo. Un músico especialísimo. Regresa y deja entrever un ímpetu algo más celebrativo que anteriores discos. Esta canción ligera, Four Your Souls, iluminada por esos coros, parece un artefacto tontorrón, pero termina por incrustarse perfectamente en el cerebro. ¿Pop folk? ¿Folk pop? Qué más da. Seguro que nada de eso. Simplemente, Ritter tiene la habilidad de encender el espíritu con canciones sencillas que agrandan los sentimientos. F. N.
Yo La Tengo – ‘Aselestine’
Entre los múltiples registros que maneja el veteranísimo trío de Hoboken hay uno que es irresistible: las baladas perezosas cantadas por Georgia Hubley. Son discretas, son dulces, son tiernas y son muy emocionantes. Casi nunca sabes de qué hablan, pero crean una atmósfera en la que es muy fácil entrar y de la que no quieres salir. Ni idea de quién es esa o ese Aselestine con quien camina Georgia pisando hojas cuando nieva, pero casi se puede sentir el fresquito en la cara. Y como segundo adelanto de su nuevo disco de prometedor título, This Stupid World, cumple su función, que es abrir el apetito. IÑIGO LÓPEZ PALACIOS
Everything But The Girl – ‘Nothing Left to Lose’
Ha sido una de las noticias en lo que llevamos de 2023 en la música: Tracey Thorn y Ben Watt publicarán su primer disco en 24 años, Fuse, que verá la luz en primavera. Lo primero que llama la atención en Nothing Left to Lose, sencillo de adelanto, es la voz de Thorn, más grave y rasgada. Acompaña perfectamente a una línea de bajo propia de los temas garage más contemporáneos. A medio camino entre la balada y las pistas de baile, con este buenísimo tema, el dúo británico viene a decir que vuelven porque tienen algo que decir en la música actual y no solo como ejercicio de nostalgia retro, ni porque Missing, con ese perfecto remix de Todd Terry, siga sonando tan poderosa hoy como en 1994. BEATRIZ G. ARANDA
A$AP Rocky – ‘Same Problems?’
El adelanto del cuarto disco del rapero y productor de Harlem es una valiente reflexión sobre la violencia y las drogas en la música rap, utilizando como punto de partida las frecuentes muertes de colegas. “¿Soy un producto de las cosas que he visto? / ¿Soy un producto de las cosas que digo en mis canciones?”, canta. A$AP Rocky se plantea, en público y en abierto, que él es también parte del problema y cómplice. Same Problems?, coescrita junto a Tyler The Creator, Lil Yachty y Thundercat, entre otros, es lenta, pausada; abre sobre un sinte de cadencia ambient y luego, manteniendo el mismo tempo, se carga de coros y voces. Cualquiera podrá sentirse apelado, conmovido, aficionados al género o no. Y darle, por tanto, confort al autor en su congoja. BEATRIZ G. ARANDA
Sleaford Mods – ‘UK Grim’
A este dúo de Nottingham no le gusta mucho el estado en el que se halla su país. Con ese odio como principal fuerza motriz han armado una carrera sorprendentemente exitosa, si tenemos en cuenta no solo lo agresivo de sus letras, sino también lo poco amable que acostumbra a resultar su sonido. En fin, que en Sleaford Mods todo ha estado bien… hasta ahora. Punk digital y conciencia social desde un punto de vista adulto, en el sentido más de la adultez como un estado de resentimiento sin remisión. Este es el primer adelanto de su nuevo disco. Disparan a la clase política británica y acompañan la propuesta con un vídeo en el que se compara al país con un reino medieval. Pero el tema repite demasiados clichés de la banda, añade un elemento industrial que nadie ha pedido y nadie necesita. La sensación que deja este ‘UK Grim’ es que hemos disfrutado mucho de Sleaford Mods porque era una banda que siempre parecía que iba a quebrarse, pero no terminaba de hacerlo. Sus canciones eran como salir vivo de una rotonda en Bangkok. Pero tarde o temprano alguna motocicleta los iba a atropellar. Así suena ese anunciado atropello. XAVI SANCHO
Arlo Parks – ‘Weightless’
La londinense fue una de las más grandes sorpresas de 2020, con una serie inicial de sencillos fabulosa, algo oscura, muy confesional y con una soluciones melódicas realmente sorprendentes y originales. Poco a poco fue licuando su sonido, un poco como si arrancara el año siendo Portishead y antes de llegar al puente del Pilar ya fuera Morcheeba. Eso, artísticamente, resultó algo empobrecedor, pero comercialmente le valió fama y fortuna. Estaba traduciendo el lenguaje de los jóvenes al código de los mayores. Ahora vuelve con este sencillo en el que los elementos de trip hop para anuncios de cápsulas de café se ven acompañados de una producción más ochentera, más de comercial de coche eléctrico. El asunto redunda en una bella melodía tremendamente bien interpretada por una voz que ya es más que reconocible. Todo es tan bonito como inane. X. S.
La Plazuela – ‘El lao de la pena’
Ocurre con La Plazuela que existe una excitación (justificada) que apunta a que tenemos algo grande, que este dúo de Granada va a dar muchas alegrías musicales. El grupo viene editando canciones, siempre sugerentes, desde hace un año y en abril publica su primer largo. El lao de la pena (gran título) formará parte de ese álbum. Se trata de una canción que muestra las fortalezas del dúo: ¿se imaginan a El Arrebato tratado por un DJ del club de Londres donde iría a bailar Rihanna? Todo con frases de reivindicación del lugar de pertenencia: “La moda de Madrid a Graná no nos llega”. Una canción que sonará en la próxima rave de La Peza. CARLOS MARCOS
Rosalía – ‘LLYLM’
Rosalía tiene la autoestima tan elevada que está convencida de que vamos a memorizar el título de su nueva canción: LLYLM. Haga la prueba y comente a su acompañante: “¿Has escuchado LLYLM?”. Se supera la catalana. En realidad, son las siglas de Lie Like You Love Me (Miénteme como si me quisieras), una canción que musicalmente se sitúa a la mitad del tránsito entre El mal querer a Motomami (ni tan flamenca ni tan pop) y con una letra en español/inglés sobre un amor imposible. Lo que permanece inalterable es su soniquete de voz, que cuando arranca pone de buen humor y se queda en el cerebro; allí, rebotando a sus anchas. No es una de sus mejores canciones y esa parada en seco para ponerse flamenca resulta un poco forzada. Pero aquí estamos, tarareándola… C. M.
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