Lo nuevo de Rosalía con Bad Bunny y otras 18 canciones de diciembre
Los críticos de ‘Babelia’ escogen los mejores temas recientes en todos los estilos musicales
Nick Cave ofreció un concierto en streaming el pasado 23 de julio desde el Alexandra Palace londinense, sin presencia de otros músicos ni público y con la única compañía de un piano de cola. Ahora, recuperado en disco, este concierto muestra con crudeza extraordinaria la desgarradora música de Cave. De todo el lapidario repertorio, sobresale este ‘Waiting for You’, dedicado a su hijo fallecido. Una canción sin la instrumentación seca y envolvente del disco, pero no por ello igual de impactante. El arte de la música con lo mínimo, sin dejar de planear en todo instante un dolor que engull...
‘Waiting For You’ – Nick Cave
Nick Cave ofreció un concierto en streaming el pasado 23 de julio desde el Alexandra Palace londinense, sin presencia de otros músicos ni público y con la única compañía de un piano de cola. Ahora, recuperado en disco, este concierto muestra con crudeza extraordinaria la desgarradora música de Cave. De todo el lapidario repertorio, sobresale este ‘Waiting for You’, dedicado a su hijo fallecido. Una canción sin la instrumentación seca y envolvente del disco, pero no por ello igual de impactante. El arte de la música con lo mínimo, sin dejar de planear en todo instante un dolor que engulle. FERNANDO NAVARRO
‘Deep in Love’ – Bonny Light Horseman
Tras el nombre de Bonny Light Horseman se esconden tres notables artistas: Eric Johnson de Fruit Bats, el multiinstrumentista Josh Kaufman (que ha trabajado con Josh Ritter y The Hold Steady, entre otros) y Anaïs Mitchell, cantautora reconocida en el ámbito del folk. La suma de todos forma este grupo que ofrece un muestrario tan delicado y sugerente que es fácil caer rendido a la primera escucha. ‘Deep in Love’ es un ejemplo perfecto para escuchar ecos de Fairport Convention o Cowboy Junkies, un folk preciosista que no se queda en recreaciones del pasado y termina por sonar tan contemporáneo como definitivo. F. N.
‘Fever Dreams’ – Scott H. Biram
Scott H. Biram es un auténtico superviviente. Tras casi morir atropellado y romperse la mitad de los huesos del cuerpo, este músico estadounidense no abandonó un escenario, aún viéndose en silla de ruedas. Desde entonces, se emplea a fondo para que cada disco que publica parezca un clásico, siempre bien sujeto a la tradición. Su nuevo trabajo vuelve a desprender un particular aroma impertérrito de los pantanos y las viejas escuelas sureñas. Blues distorsionado en un cruce de caminos entre el legado añejo de Mississippi Fred McDowell y el hill country vigoroso de Hank Williams. ‘Fever Dreams’ pega contundente. F. N.
‘Deacon Blues’ – Bill Callahan & Bonnie Prince Billy feat. Bill MacKay
Llevándolo a su terreno, el de una americana que juega a honda pieza de orfebrería songwriter, Bill Callahan, Bonnie Prince Billy y Bill MacKay reconstruyen un clásico de Steely Dan, como parte de lo que ya se rumorea que podría ser el inicio de un golosísimo supergrupo de alt folk, que ya ha versionado temas de Hank Williams, Cat Stevens y Billie Eilish. Esta oda al perdedor relata el descenso a los infiernos del tipo que quería tener un nombre distinto al caer, para sentir que no era él quien caía. ¿El resultado? Más que un homenaje, un engrandecimiento del original, una redimensión más fiel, si cabe, a lo que en él se contaba, muy bien resumido en el videoclip –alguien perdido volviendo a casa– que lo acompaña. LAURA FERNÁNDEZ
‘Lifetime’ – Romy
Inspirándose en clásicos del clubbing, Romy Madley Croft, la aún miembro de The xx presenta el que será su primer disco en solitario, todavía sin título. El sonido es tan distinto al de la banda madre que a los fans les costará asimilar que la voz que dio forma al pudoroso y excelso minimalismo dream de Crystalised es la misma que dispara beats dance a discreción en Lifetime. Compuesto durante la pandemia, el tema intenta compartir la euforia que sentimos, en estos raros tiempos, al reencontrarnos con familia y amigos. A los mandos están Fred Again (productor de Ed Sheeran) y Marta Salogni (que había trabajado con The xx, pero también Goldfrapp, Bloc Party e incluso Björk). No, no tiene el punch de nada de lo que se haya visto envuelta antes, ni tampoco juega en el ámbito del hit instantáneo. Es solo un paso en algún tipo de nueva, escandalosa y sorprendente dirección. L. F.
‘Therefore I Am’ – Billie Eilish
Que Billie Eilish es una institución, y no solo de un oscurísimo pop susurrante, que lo mismo le debe a su propio y no adrenalínico hip hop que a un uptempo lo-fi sedoso y áspero, queda claro con cada paso que da. Hay quien dice que este es su mundo y que nosotros simplemente vivimos en él. Viéndola recorrer un centro comercial vacío, como una afortunada mallrat a la que todo le trae sin cuidado, se diría que quien sea que lo dijera está en lo cierto. Su sonido delicioso y mutante es, como ella misma, un cúmulo de todo aquello que encuentra por el camino, y que ella hace encajar con una lucidez aplastante. ‘Therefore I Am’ es, de lejos, su más claro hit (radiable a rabiar) desde Bad Guy. Partiendo de un estribillo contagioso, se diluye luego en un gustoso spoken word en el que discute consigo misma edificando otra de sus diatribas descuidadas contra un mundo incomprensible que no puede, dice, interesarle menos. Y que quizá precisamente por eso lo tiene ya en el bolsillo. L. F.
‘Petrol Blue’ – Daniel Avery
Está aprovechando el año Daniel Avery. En febrero publicaba Illusion of time, un disco con Alessandro Cortini, de Nine Inch Nails. En junio editaba por sorpresa Love + Light, un álbum nuevo y hace dos semanas colgaba en la web dos canciones nuevas, entre ellas este ‘Petrol Blue’, atmosférico y mágico. Un paso más en el camino hacia el ambient más mísitico que el músico electrónico británico ha emprendido ahora que parece dejar atrás sus comienzos en 2013 como nueva figura del techno británico. ÍÑIGO LÓPEZ PALACIOS
‘Martin 5000’ – Lindstrøm & Prins Thomas
Una década ha pasado desde que los dos músicos noruegos grabaran su primer disco juntos y muchas cosas han cambiado en ese tiempo. Los adalides del space disco o el cosmic house, esa combinación de influencias en la que Donna Summer podía convivir con Can y Pink Floyd sin aparente esfuerzo siguen en forma. ‘Martin 5000′ es la más directa de las canciones que componen III, su segundo álbum juntos. Una mezcla instrumental de sintes atmosféricos, guitarras etéreas y ritmos sintéticos casi africanos. I. L. P.
‘Prisoner’ – Miley Cyrus feat. Dua Lipa
Cuando empezamos a reivindicar los ochenta, hace ya más de una década, pensamos que podíamos hacer como aquel tipo que, en plena inundación, abrió la puerta de casa y dijo que necesitaba solo 10 litros de agua. Creíamos que el revival serviría para reposicionar aquella épica, reafirmar sus fortalezas y desterrar para siempre sus infinitas debilidades, pero no fue así. Como en una inundación, entró todo, incluidas las riñoneras o Phil Collins. Miley Cyrus lo confirma con este corte junto a Dua Lipa, en el que se abandona a Bonnie Tyler y Tina Turner en un ejercicio de estilo tan fiel a la radiofórmula ochentera que es casi imposible emitir un juicio de valor sobre el resultado, pues todo el mensaje está en la construcción. XAVI SANCHO
‘NHS’ – Slowthai
El de Northampton se ha convertido en estos dos últimos años en el mejor rapero de Reino Unido. Tras el éxito de su debut, Nothing Great About Britain, Slowthai ha colaborado en los mejores cortes de los discos de Gorillaz o Mura Masa y también ha ensayado lo que será su segundo largo, que se publicará a principios del año que viene. Este ‘NHS’ es el segundo adelanto, un homenaje al sistema de salud británico, un canto a la empatía y la solidaridad. En lo musical nos presenta a un Slowthai más abierto a los sonidos estadounidenses e incluso al trap y al autotune, alejándose un poco del más agresivo sonido del grime a través de una aproximación algo más reflexiva. Lo que no cambia es su peculiar voz y su fraseo único y personal, sus rimas cortísimas y querencia a la aliteración. X. S.
‘Black Family’ – Angel Bat Dawid & Tha Brotherhood
LIVE, el disco de Angel Bat Dawid & Tha Brotherhood que contiene esta canción, empieza con una bronca en un hotel (“Desde que he llegado aquí me habéis tratado como una mierda”, grita ella), y continúa con una versión de ‘Enlightenment’, himno de Sun Ra. Está grabado en directo, en la Haus der Berliner Festspiele, en 2019, año en el que la clarinetista deslumbró al mundo con su debut, The Oracle, en International Anthem, el sello de moda de Chicago. Aquel disco exploraba las posibilidades de la grabadora de un teléfono de última generación, que la instrumentista empleaba como un estudio portátil para registrar on the road sus ideas musicales. Aquí emplea el artilugio como notario de los agravios del racismo cotidiano. La furia domina el conjunto. Al principio de ‘Black Family’ también hay violencia, cuando Dawid grita al técnico de sonido que suba el volumen del bajo. Todo lo que The Oracle tenía de delicado y distante se vuelve en directo agresivo y urgente. O no tanto: al final del recitado que abre el tema, su clarinete, que recoge la herencia de John Carter, acaricia al oyente como un guante de seda forjado en hierro. IKER SEISDEDOS
‘Home’ – Teenage Fanclub
‘Home’ es lo primero que lanzan Teenage Fanclub desde 2016 y también lo primero sin Gerard Love, miembro fundador de la banda escocesa que abandonó el combo en 2018. El corte es uno de aquellos medios tiempos melódicos que se enroscan sobre sí mismos, que sabes cómo empiezan y cómo van acabar, pero no cuándo lo van a hacer. ‘Home’ podría durar para siempre. Y llega un momento en el que no parece mala idea que lo haga. Teenage Fanclub son un poco una forma de volver a casa para todos aquellos que crecieron con el pop británico de los años noventa, una entidad sólida que rara vez defrauda. La gente lista envejece mejor. X. S.
‘Susie Mullen’ – King Creosote
King Creosete es el nombre bajo el que lleva décadas operando Kenny Anderson, un escocés excéntrico y ermitaño que ha editado más de 50 álbumes. Su música y sobre todo su peculiar historia parecen ideadas para complacer al jefe de sección de fin de semana de cualquier medio de comunicación generalista. Más allá de lo seductor que puede resultar hacerse fan suyo por el envoltorio, lo cierto es que su caudal creativo reciente, más comedido en cantidad y de mayor calidad y riqueza musical, es reseñable. Este ‘Susie Mullen’, lo primero que lanza en tres años, es una maravilla de pop psicodélico y electrónica noventera, el cruce perfecto entre The Beta Band y Super Furry Animals, acaso dos de las bandas que insistieron en darle personalidad propia a la última década del siglo XX. El corte es adictivo, alucinógeno y eufórico. Es complicado escucharlo solo una vez. X. S.
‘Turquoise Walls’ – Laura Veirs
En una canción de su nuevo disco, Laura Veirs se compara con un albañil particularmente dotado para la disposición metódica de sus ladrillos. Una metáfora perfecta para definir la trayectoria de la cantautora, discreta pero siempre constante, desde que se dio a conocer con Carbon Glacier en un ya lejano 2004, el primero de sus tres álbumes con el sello Nonesuch, que no dudaría en despedirla cuando Veirs no alcanzó el semiestrellato esperado. ‘Turquoise Walls’ es la piedra angular de su disco de regreso, My Echo, perteneciente a la distinguida estirpe de los divorce albums: lo grabó con su esposo y productor, Tucker Martine, mientras se separaban. La canción recrea la noche de insomnio en la que Veirs, observando las paredes de color turquesa que pintó con su marido en los días felices, terminó entendiendo que le estaba siendo infiel. Lejos de su querencia habitual por las fuentes literarias —algunos de sus temas se han inspirado en Whitman, Woolf, Lorca o Saramago—, Veirs apuesta aquí por una sencillez devastadora: cuatro acordes y un monólogo interior de lo más costumbrista para una canción en claroscuro, donde la negritud de las letras contrasta con la instrumentación ligera del banjo y con su voz estridente de niña marisabidilla. Por cierto, al final del cuento, cuando la grabación del disco terminó y el matrimonio se dio por disuelto, Veirs volvió a pintar las paredes de blanco. ÁLEX VICENTE
‘Fever’ – Dua Lipa feat. Angèle
Ha habido pocas cantantes tan exitosas como Dua Lipa en este año tan inefable, pero también igual de visionarias, si atendemos a las letras de temas como ‘Don’t Start Now’ (“No acudas a la cita, no salgas fuera”, rezaba), ‘Break My Heart’ (“Debería haberme quedado en casa”, lamentaba) o ‘One Kiss is All It Takes’. Siguiendo con el filón pandémico, aunque ya plenamente consciente de él —lo que siempre le resta parte de la gracia al asunto—, la nueva estrella del pop mainstream publica Fever, donde no se corta al equiparar ardores sexuales y calores víricos. La canción, compuesta junto a la muy solicitada Julia Michaels, es un eficaz hit de gama media que parece pensado para conquistar nuevos mercados. Este tema bilingüe cuenta con la colaboración de la belga Angèle, superestrella del pop francófono, lo que ha permitido que Dua Lipa se adentre en territorios donde, hasta la fecha, no había tenido tanta pegada. Aunque la gran beneficiada por esta polinización cruzada sea la propia Angèle, que aquí aporta un contrapunto de templanza a la sensualidad sobreactuada de la mayoría de divas pop, incluida su nueva compañera de andanzas. Pese a todo, la compenetración es máxima, como demuestra el vídeo de la canción, que recuerda que en el centro del diagrama de Venn formado por las naciones británica y belga siempre figurará una pasión compartida por las patatas fritas. Á. V.
‘Hacer el amor’ – Maria Rodés y La Estrella de David
La barcelonesa Maria Rodés tiene reciente Lilith, una obra dedicada a las brujas, un disco frágil y poético que está entre las grandes obras musicales pop del año. Como el confinamiento ha borrado el directo, Rodés se ha centrado en componer. Ya casi tiene su segundo disco del año, esta vez en colaboración con La Estrella de David. El trabajo ya tiene nombre, Contigo, y este ‘Hacer el amor’ es el primer tema. Como si fuesen un Gram Parsons y una Emmylou Harris de aquí, el dúo decora esta historia romántica con country campestre. “Yo quiero un amor antiguo y no me importan ahora mismo si pido demasiado”, dicen en una pieza juguetona donde cantan siempre con las dos voces en primer plano. Un atractivo adelanto que nos hace querer escuchar más de Contigo. CARLOS MARCOS
‘Joana’ – Xoel López
Solo dos minutos y 29 segundos dura esta canción. Te gustaría que se alargase, que el grito de dolor de Xoel López se extendiese unos segundos. Quizá hasta un minuto más. Por eso cuanto acaba la vuelves a poner, y luego otra más. “Subo la cuesta que lleva a tu casa / Te quiero, pero no te puedo ver, Joana / Eres como un vaso roto que se clava en mi garganta y me desangra / Yo soy todo lo que quieres cuando todo lo que tienes no te basta”. Solo suenan la voz del gallego y un piano. Una percusión aparece sutil a mitad de canción, algo casi imperceptible que impulsa el lamento del cantante, que demuestra una incontestable confianza en su voz. ‘Joana’ es la joya del nuevo disco de López, Si mi rayo te alcanzara, que tiene la gran cualidad de incluir desgarros como este al lado de fiestas como ‘Tigre de bengala’. C. M.
‘Bohemio’ – Calamaro y Julio Iglesias
Nadie se esperaba esta colaboración, pero ha sido una muy grata sorpresa. Andrés Calamaro cuenta con Julio Iglesias para revisionar esta canción del argentino perteneciente al disco de mismo nombre, publicado en 2013. ‘Bohemio’ adquiere aún más sabor a bolero de siempre, con ese paso firme y elegante. Una composición embriagadora. Julio Iglesias no invade en la canción, pese a su presencia siempre definitiva, y se acopla con estilo al canto de Calamaro. En plena época del reguetón, se agradece que la música latina sea capaz de ofrecer también propuestas así, con este porte tan clásico y refinado. Una pequeña joya. F. N.
‘La noche de anoche’ – Bad Bunny y Rosalía
Se ha lanzado la crítica, alborotada, a destrozar la canción del dúo de todos los dúos 2020. Quizá esperaban que estos muchachos de 26 años (él) y 27 (ella) facturaran un ‘God Only Knows’, o un ‘A Day In the Life’, y al encontrarse con la terrenal ‘La noche de anoche’ han resuelto confirmar que la calidad del puertorriqueño y la barcelonesa está inflada. En efecto, la canción no tiene el nivel que atesoran estos dos artistas en solitario, pero está por encima de la mayoría de las composiciones de reguetón que encabezan las listas de reproducciones. Da la impresión de que hay cierta urgencia en sacar a la luz el choque de astros, que con pausa y roce (vivimos en tiempos de distancia social, ya saben) la colaboración hubiese volado más alto. La estructura es demasiado sencilla y la letra peca de improvisación. No hay ruptura ni riesgo. Pero el resultado es menos dramático de lo que se ha anunciado. Les queda mucha carrera a Bad Bunny y Rosalía y este ‘La noche de anoche’ es un divertimento, no un delito. C. M.