Diego Doncel: “Crearía un Premio Cervantes para los que no lo tuvieron en vida”
El poeta y novelista acaba de ganar el premio Loewe con ‘La fragilidad’, un libro de duelo
¿Qué libro le hizo querer ser escritor? Empecé a escribir cuando tenía 10 años. De tanto leerlas me sabía muchas páginas de Azorín de memoria. Y de algunos poetas románticos.
¿Qué poema ajeno le habría gustado escribir? Todos los poemas norteamericanos de Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez, con ellos entra la ciudad moderna en la poesía española. Ahí están los anuncios luminosos, la publicidad, las escaleras de incendios…
¿Y novela? Una jamás escrita, una mezcla de Niebla de Unamuno y Submundo de Don DeLillo.
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¿Qué libro le hizo querer ser escritor? Empecé a escribir cuando tenía 10 años. De tanto leerlas me sabía muchas páginas de Azorín de memoria. Y de algunos poetas románticos.
¿Qué poema ajeno le habría gustado escribir? Todos los poemas norteamericanos de Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez, con ellos entra la ciudad moderna en la poesía española. Ahí están los anuncios luminosos, la publicidad, las escaleras de incendios…
¿Y novela? Una jamás escrita, una mezcla de Niebla de Unamuno y Submundo de Don DeLillo.
¿Qué libro no pudo terminar? He aprendido a confiar en que algunos libros, autores o estilos que se me resisten en una primera lectura, después llegan a entusiasmarme.
La fragilidad es un libro de duelo. ¿Consuela más leer o escribir? Se escribe encima de lo que se ha leído. Para mí escribir es una forma de leer. Pero escribir me consuela incluso a nivel físico.
¿Qué libros le han consolado a usted? Por ejemplo la poesía de Fray Luis, algunas páginas de Pascal Quignard, los poemas de Milosz, de Holan.
¿Qué queda en ese libro del poeta que hace ya 30 años ganó el Adonáis? Las ganas de ser aquel muchacho otra vez. Escribí aquel libro en un antiguo pajar con el suelo de tierra, en Montánchez.
De no ser escritor le habría gustado ser... Profesor de literatura. Pero eso ya es imposible. He visto el fracaso de los sistemas educativos españoles respecto a la literatura. Todos sufrimos el hecho de que, por ejemplo, ahora mismo, en la mayoría de las EVAU, la literatura se haya reducido a algo puramente memorístico. Es necesario que la literatura sea una asignatura independiente, una seducción liberada.
¿Qué aprende un poeta de su faceta de novelista? A no confiar demasiado en los géneros. Mis poemas cuentan cosas, dan cabida a la reflexión, al aforismo, al tratado moral, al texto dramático, al lenguaje narrativo, incluso de las series de televisión.
¿Y viceversa? Me gustan las novelas que tienen una tensión en el lenguaje que las acercan a un texto poético. Por ejemplo Nadie nada nunca de Juan José Saer.
¿Cuál es la película que más veces ha visto? Hiroshima, mon amour de Alain Resnais. Soy muy adicto a Marguerite Duras. También Todas las mañanas del mundo de Alain Corneau
Si tuviese que usar una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? On the nature of daylight de Max Richter. Un lamento y una celebración.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La economía. Pusimos a Dios y después al hombre en el centro del universo y los dos tenían alma. Ahora el centro del universo lo ocupa la economía, una economía sin alma, y esto está creando un profundo malestar.
¿A quién le daría el próximo premio Cervantes? No sería mala idea crear un Cervantes para los que nunca lo tuvieron en vida: Piglia, Saer, el gran Claudio Rodríguez.