Argentina registra en julio una inflación del 4%, la más baja en dos años y medio

La inflación de Argentina en julio fue del 4% mensual y del 263,4% interanual. El dato oficial difundido este miércoles es el más bajo de la gestión de Javier Milei. Es inferior al 4,6% de junio, al 4,2% de mayo y muy lejano al 25,5% de diciembre que inauguró su presidencia. El Gobierno se propuso erradicar este mal endémico del país latinoamericano y ha logrado contener su escalada, con cifras no vistas desde hacía dos años y medio. Aún así, la reducción se ha amesetado en los últimos tres meses alrededor del 4% y las cifras son exorbitantes si se comparan con las de otros países de la región: el IPC de Argentina es el más alto de toda Latinoamérica, incluso más que Venezuela.

Los alimentos y la vestimenta presionaron a la baja el IPC de julio, como ha ocurrido en meses previos. La canasta alimentaria aumentó el mes pasado un 3,2%, mientras que la ropa y el calzado registraron un avance de tan sólo el 1,6%. Se trata de dos de los bienes básicos que más se sienten en el bolsillo, en especial entre la población con menores ingresos, lo que supone una buena noticia para el Gobierno. Por el contrario, en el mes de las vacaciones de invierno, restaurantes y hoteles lideraron la tabla, con un aumento del 6,5% pese al descenso del turismo por la crisis económica. También aumentaron por encima del promedio las bebidas alcohólicas y el tabaco (6,1%) y el precio de los combustibles y los servicios de gas, luz y agua, que se incrementaron un 6%.

Milei, economista de profesión, sostiene que la inflación es un fenómeno monetario generado por un exceso de oferta de dinero. Para reducirla cortó la emisión monetaria y eliminó el déficit fiscal a través de un gran recorte del gasto público. Asegura que ahora es sólo cuestión de esperar. “La inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla. Lo que queda es tiempo para ir viendo esa inflación derrumbarse”, dijo el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, en la víspera de la publicación del informe.

El ministro de Economía, Luis Caputo, mantiene la línea optimista oficial y augura una inflación inferior al 2% mensual en septiembre gracias a la reducción del impuesto PAIS, que grava la compra de dólares oficiales, las importaciones, exportaciones y la adquisición de servicios en el exterior. El mercado, en cambio, cree que el IPC de septiembre estará entre uno y dos puntos más arriba de lo sugerido por Caputo y no descenderá del 3% hasta final de año.

Economistas críticos con el Gobierno ponen en duda que la inflación haya sido derrotada. Advierten que el IPC se ha desacelerado en medio de una dura recesión, que comenzó el año pasado y se agravará este 2024 con una caída prevista del 3,5%, según el FMI. Piden esperar a ver cómo reaccionan los precios una vez se reactive la economía, se recupere el consumo y sea el mercado y no el Gobierno quien fije el precio del peso al levantar las restricciones cambiarias actuales.

El aumento de precios se mantiene como una de las grandes preocupaciones de los argentinos, pero la política económica de austeridad impuesta por Milei la ha dejado por debajo de otras como la pobreza y el desempleo. Según datos publicados este miércoles por el Indec, el organismo oficial de estadísticas, una familia tipo con dos hijos necesita el equivalente a unos 900 dólares —o 3,5 salarios mínimos— para no ser pobre en Argentina, sin contar el alquiler de vivienda, excluido del cómputo oficial.

Al asumir el poder, Milei heredó una tasa de pobreza del 41,7%, que creció hasta cerca del 50% en el primer semestre de este año, según estimaciones de la Universidad Torcuato di Tella. El desempleo, aunque se mantiene bajo, también va al alza y pasó del 5,7% en diciembre al 7,7% en el primer trimestre del año. El empeoramiento de ambos indicadores empaña el éxito de la lucha contra la inflación.

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