Argentina registra en agosto 12,4% de inflación, la más alta para un solo mes desde 1991

El IPC dio un salto impulsado por la devaluación del peso tras las derrota del peronismo en las primarias. La subida interanual escala al 124,4%

Negocio del centro de Buenos Aires con la cotización paralela de dólares, euros y reales, el doble que la oficial.ENRIQUE GARCIA MEDINA

El Gobierno de Alberto Fernández ha perdido la guerra que declaró hace poco más de un año contra la inflación. En agosto, el IPC registró un salto del 12,4% respecto a julio, el aumento de precios más alto en un mes desde 1991, cuando el país sudamericano dejaba atrás la última hiperinflación de su historia. En el último año, en el que las riendas de la política económica han estado en manos del ...

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El Gobierno de Alberto Fernández ha perdido la guerra que declaró hace poco más de un año contra la inflación. En agosto, el IPC registró un salto del 12,4% respecto a julio, el aumento de precios más alto en un mes desde 1991, cuando el país sudamericano dejaba atrás la última hiperinflación de su historia. En el último año, en el que las riendas de la política económica han estado en manos del ministro de Economía Sergio Massa, la inflación interanual ha escalado hasta el 124,4%, una cifra récord en las últimas tres décadas.

El salto inflacionario supone una estocada a la candidatura presidencial de Massa a un mes y medio de las elecciones generales. El dato de agosto, difundido por el Instituto de Estadística y Censos (Indec), se convierte en un arma en manos de sus rivales, el ultraderechista Javier Milei, y Patricia Bullrich, de la coalición conservadora Juntos por el Cambio.

Los alimentos han liderado las subidas, con tres puntos por arriba de la media. Entre ellos destaca el gran aumento de la carne, más del 30% en sólo un mes. El billete de mayor denominación que circula en el país, de 2.000 pesos (unos 5,5 dólares en la cotización oficial), no alcanza para nada en la carnicería. El kilo de tira de asado, uno de los cortes más populares en las parrillas de Argentina, ronda los 3.000 pesos (unos 8 dólares) en muchas tiendas de Buenos Aires, cuando hace un año costaba menos de la mitad. Es un dato significativo para el país más carnívoro del mundo, en el que el consumo per cápita de carne vacuna asciende a 54 kilos por año, diez veces más que en España.

También han registrado aumentos por arriba del promedio de la inflación el sector de la salud (15,3%) y de equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%). Por el contrario, las subidas más moderadas fueron las de las comunicaciones (4,5%) y las bebidas alcohólicas y tabaco (8,5%).

Desde hace meses, la inflación argentina se movía en valores que oscilaban entre el 6% y el 8% mensual, pero la brusca devaluación del peso tras las elecciones primarias del 13 de agosto empujó la cifra un escalón más arriba. La moneda argentina perdió un 18% de su valor frente al dólar en sólo un día y acumula una depreciación cercana al 50% en lo que va de año. Pese a los esfuerzos del Gobierno, la devaluación se trasladó a los precios de gran parte de los comercios.

Argentina tiene la segunda inflación más alta de Sudamérica, sólo por detrás de Venezuela (422% interanual). Sus habitantes están acostumbrados a vivir con aumentos constantes de precios, pero las generaciones más jóvenes nunca habían visto que se disparasen a semejante velocidad. En los días posteriores a la devaluación, se paralizó la cadena de suministro y algunos negocios dejaron de vender por falta de precios. Cuando llegaron las nuevas listas, la mayoría de productos había aumentado más del 10%.

El alza del IPC de agosto fue incluso mayor que la del 10,4% que se había registrado en abril de 2002, cuando Argentina atravesaba la grave crisis del corralito tras el fin del sistema de convertibilidad que ató el valor del peso al del dólar durante los años noventa.

La cifra de inflación no ha tomado por sorpresa a Massa. El ministro de Economía y candidato ha hecho anuncios en las últimas semanas destinados a aliviar el nuevo golpe en los bolsillos de la población. Primero lanzó un salvavidas a los más necesitados: dos bonos extraordinarios por el equivalente a 80 dólares cada uno para aquellos trabajadores que ganan menos de 400.000 pesos (unos 1.100 dólares) y para los jubilados con las pensiones más bajas. Esta semana, ha propuesto beneficios fiscales a quienes están en la cúspide de la pirámide laboral. Los trabajadores que cobren menos de 1,7 millones de pesos por mes (unos 4.650 dólares) no pagarán impuesto a las ganancias.

Massa busca recuperar terreno tras la derrota sufrida por la alianza peronista Unión por la Patria en las primarias, donde quedó en tercer lugar con el 27% de los votos tras La Libertad Avanza de Milei (30%) y Juntos por el Cambio (28,3%). El peronismo busca una remontada de cara a octubre que le permita al menos disputar una segunda vuelta frente a Milei, favorito en los sondeos. Para ganar en primera vuelta la ley exige obtener el 45% de los votos o el 40% con una ventaja de diez puntos sobre el segundo.

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