Rafael Grossi: “Putin está extremadamente focalizado y conoce en detalles lo que pasa en la central nuclear” de Zaporiyia
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica media para que Rusia y Ucrania protejan la mayor central de Europa, convertida en botín de guerra
Rafael Mariano Grossi (Buenos Aires, 61 años) tiene un trabajo muy complicado. Como director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) debe mediar entre Rusia y Ucrania para evitar un desastre nuclear en la central ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, que está bajo control militar de Moscú. El 11 de octubre pasado, Grossi visitó al pres...
Rafael Mariano Grossi (Buenos Aires, 61 años) tiene un trabajo muy complicado. Como director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) debe mediar entre Rusia y Ucrania para evitar un desastre nuclear en la central ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, que está bajo control militar de Moscú. El 11 de octubre pasado, Grossi visitó al presidente ruso, Vladímir Putin. También mantuvo reuniones con el de Ucrania, Volodímir Zelenski. Intentó convencer a ambos de la necesidad de establecer una zona de seguridad alrededor de la central. “Es un punto sólido que trabajen conmigo. Tienen poco tiempo como para distraerse en recibir al jefe de la OIEA, pero están viendo que existe un valor agregado en proteger la planta”, dice desde Buenos Aires, ciudad que visita por primera vez desde que asumiera el cargo en 2019.
Grossi recibió a un pequeño número de medios, entre ellos EL PAÍS, en la sede de la Universidad Católica Argentina, luego de inaugurar como director la Cátedra Internacional para el Desarrollo Sustentable, el Bien Común y la Paz.
Pregunta: Volodímir Zelenski dijo el pasado martes que Rusia había destruido el 30% de las capacidad de generación eléctrica de Ucrania. ¿Cuán peligroso es eso para las operaciones de la central nuclear de Zaporiyia?
Respuesta: Lo que más me preocupa es la interrupción del suministro eléctrico, algo que hoy ocurre con regularidad. Se cae una línea, se repara, vuelve a haber un ataque, se vuelve a caer. Forma parte de un patrón general de enorme fragilidad de la planta en sí y del sistema en general.
P. El 53% de la energía de Ucrania es de origen nuclear. ¿Teme que tras los ataques rusos a las infraestructuras eléctricas sigan otros contra las centrales atómicas?
R. Prefiero no especular. Las otras plantas, Rivne, Khmelnitsky y Ucrania Sur no han sido atacadas y espero que eso continúe de esa manera. No pareciera ser un objetivo militar de Rusia atacar las plantas nucleares. Y a mí el Gobierno ruso me ha dicho que no tiene esa intención. Por supuesto, esto hay que comprobarlo.
P. ¿Cómo fue su encuentro con Vladímir Putin?
P. No quisiera usar la palabra favorable, pero ha sido sólido. Encuentro que tanto Putin como Zelenski trabajan conmigo. Tienen poco tiempo como para distraerse en recibir al jefe de la OIEA y ponerse presión ellos mismos si esto no les interesara. Están viendo que existe un valor agregado en proteger la planta, y eso es una base para ir construyendo. Ya estamos trabajando en los grandes lineamientos de lo que sería una zona de protección [alrededor de Zaporiyia].
P. ¿Y si tuviese que describir la reunión con Putin desde un punto de vista personal?
P. Es una persona extremamente focalizada, con un enorme conocimiento de la situación y en particular de esa planta nuclear. Y con una gran intensidad en el intercambio.
P. ¿Cuál es el mensaje que llevará ahora a Zelenski?
R. Mi desafío es poner sobre la mesa propuestas que puedan ser aceptables para uno y para el otro. Si yo les digo que hagan cosas que no pueden aceptar desde su punto de vista de la defensa de sus intereses nacionales, estoy yendo por un camino equivocado en la negociación. No tengo un mensaje, tengo muchas ideas y muchos puntos técnicos que estoy discutiendo con ellos. No es una negociación solo política, participan también el frente de Defensa y el sector nuclear. Hay muchos interlocutores, cada uno de los cuales tiene requerimientos y expectativas distintas.
P. ¿Esas expectativas incluyen un posible uso de armas nucleares?
R. No tengo ningún indicio o ninguna información que me indique que hay preparativos para utilizar armas nucleares en el conflicto. Aunque sí, admito, se ha hablado en algún momento de un aumento del nivel de alerta de las armas nucleares en la Federación de Rusia.
P. Tiene previsto un viaje a Estados Unidos. ¿Qué tan importante es Washington en la negociación?
R. Yo negocio con Ucrania y con Rusia. Lo que sí puedo decir es que también tengo una intensa interacción con los líderes mundiales que están preocupados por la evolución de esta situación. Lo que trato es de que me apoyen, necesito que me apoyen y se los digo. Tengo previsto una entrevista con el secretario de Estado, Antony Blinken, con una agenda que también incluye Irán.
P. ¿Qué le dirá sobre la situación en Irán?
R. Estamos en un impasse que a mí me preocupa mucho, porque el programa nuclear iraní avanza a pasos agigantados. Tienen cada vez más centrífugas, cada vez más material nuclear. El único punto que yo destaco, porque creo que tengo que ser muy objetivo en esto, es que he comenzado tímidamente un diálogo con el presidente del Organismo de Energía Atómica de Irán, el doctor [Mohammad] Eslami, a quien vi en Viena y con el cual tuve un diálogo honesto y franco. Ahí le planteé algunas ideas para ver si podemos salir de esta situación.
P. ¿Es posible decir que estamos ante un parteaguas en la doctrina de la disuasión nuclear?
R. Lo inquietante es que retorne al discurso público la posibilidad de la utilización de las armas nucleares en un conflicto entre un Estado poseedor de armas nucleares y un Estado no poseedor. Esta discusión pública me parece peligrosa. Las armas nucleares, que lamentablemente existen, son teóricamente un arma de disuasión, y espero que ahí se queden. Ahora, una guerra en la cual está involucrado directamente uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que no es una guerra periférica, va a generar reacomodamientos en el plano de la realidad.
P. ¿Cómo calificaría la situación en Corea del Norte, otro de los países que no oculta su aspiración de contar con armas nucleares?
R. Estamos haciendo un seguimiento muy estrecho de la situación en Corea del Norte. Los informes periódicos dan cuenta de más instalaciones, más actividad de enriquecimiento [de uranio] y de procesamiento. Están acumulando material nuclear para hacer más armas nucleares. Es un frente en el cual está todo bastante mal.
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