La nueva misión de Brigitte Bardot en Canadá: salvar a un centenar de ciervos

La estrella cinematográfica francesa, conocida también por su activismo, se opone al sacrificio previsto de estos animales que viven en un parque de la periferia de Montreal

La actriz Brigitte Bardot durante una manifestación en favor de los derechos de los animales, en París (Francia), en marzo de 2007.John van Hasselt - Corbis (Getty Images)

Brigitte Bardot, una de las figuras emblemáticas de la cultura francesa, toma nuevamente posición en un asunto relacionado con la fauna canadiense. La actriz y cantante en retiro ha cosechado fama durante décadas por su activismo en contra de la crueldad hacia los animales. Uno de los casos más sonados fue cuando denunció en los años setenta la matanza de crías de focas en el Ártico, principalmente en zonas pertenecientes a Canadá. Esta vez, Bardot ha salido en defensa de un centenar de ciervos que viven en u...

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Brigitte Bardot, una de las figuras emblemáticas de la cultura francesa, toma nuevamente posición en un asunto relacionado con la fauna canadiense. La actriz y cantante en retiro ha cosechado fama durante décadas por su activismo en contra de la crueldad hacia los animales. Uno de los casos más sonados fue cuando denunció en los años setenta la matanza de crías de focas en el Ártico, principalmente en zonas pertenecientes a Canadá. Esta vez, Bardot ha salido en defensa de un centenar de ciervos que viven en un parque de la periferia de Montreal y que podrían ser sacrificados próximamente.

Longueuil está ubicada a escasos kilómetros al sur de Montreal. Cuenta con unos 255.000 habitantes; la quinta ciudad más poblada de la provincia de Quebec. El parque Michel-Chartrand, uno de sus mayores pulmones, alberga a unos 110 ciervos de Virginia. Según sus autoridades, dicho espacio posee casi diez veces más ciervos de los que puede tolerar, señalando que esta superpoblación causa una degradación ecológica y representa un peligro tanto para los animales como para los residentes cercanos por el riesgo de accidentes de tráfico. La solución propuesta es el sacrificio de un centenar, propiciando con ello las críticas y señalamientos de distintos grupos. El asunto ha desencadenado una intensa disputa judicial.

Bardot (París, 1934) se ha sumado a este coro de inconformes. Esta semana publicó una carta abierta en la página web de su fundación –creada en 1986- dirigida a Catherine Fournier, alcaldesa de Longueuil. En la misiva, el icono del celuloide expresa su temor de que se aplique la “pena de muerte” contra los cérvidos. Dice que si el proyecto se lleva a cabo, “más de 100 ciervos, incluidas sus crías nacidas en primavera, serán masacrados en el corazón de un entorno magnífico que no debe convertirse en un campo de batalla”.

En la carta, Brigitte Bardot también deplora el método previsto. “La ballesta no garantiza que el animal muera de forma instantánea”, indica, subrayando que es una práctica cruel que está prohibida en Francia y otros países. Bardot agrega en sus palabras a la alcaldesa Fournier que no permita “que la imagen de Canadá, el símbolo de mi primera lucha contra la caza de focas, se manche con la sangre de estos pobres ciervos que solo quieren vivir”.

Las autoridades de Longueuil han señalado que están esperando la resolución del Tribunal de apelaciones de Quebec sobre este caso y que no tienen la intención, por el momento, de cambiar de planes. Distintos organismos –como la Sociedad para la prevención de la crueldad hacia los animales de Montreal- abogan por la esterilización de estos cérvidos y su reubicación. Está programada una audiencia en dicho órgano judicial para los próximos días. El sacrificio de los ciervos iba a llevarse a cabo en las primeras semanas del otoño tras un fallo de la Corte superior de Quebec, pero la sala de apelaciones le puso freno.

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