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Trump anuncia que “la semana que viene” se reunirá con Lula tras un saludo fugaz en la ONU

Sería el primer contacto oficial entre los presidentes de Estados Unidos y Brasil y ocurriría en el peor momento de dos siglos de relación bilateral

El presidente Trump gesticula tras su discurso ante la ONU, en Nueva York este martes. Foto: Mike Segar (Reuters) | Vídeo: AP

El presidente Donald Trump ha anunciado durante su discurso ante la asamblea general de la ONU que la próxima semana se reunirá con su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sin ofrecer más detalles. El futuro encuentro es consecuencia del fugaz contacto entre ambos mandatarios, este martes, en los pasillos de Naciones Unidas: “Lo vi, él me vio y nos dimos la mano. Quedamos en vernos la semana que viene”, explicó el estadounidense. “Parece un buen tipo, me cayó bien y yo le caí bien a él”, añadió.

La primera reunión entre los líderes de las dos democracias más pobladas de América será cuando Trump lleva ya ocho meses en la Casa Blanca. Ambos ni siquiera habían conversado desde entonces, pero comparten el gusto por el estilo campechano. El antiguo sindicalista brasileño está entre el puñado de mandatarios que no se han plegado ante las medidas unilaterales del presidente-magnate.

El encuentro Trump-Lula se celebraría en el momento más crítico de una relación bilateral de más de dos siglos. Ambos estaban por primera vez bajo el mismo techo este martes y se han cruzado porque el representante de Brasil abre desde hace siete décadas los discursos de los jefes de Estado y le sigue Estados Unidos como país anfitrión. “Solo hago negocios con gente que me cae bien. (…) Durante al menos 30 segundos tuvimos una química excelente, lo cual es una buena señal”, contó el republicano.

La administración estadounidense está embarcada en una campaña extraordinaria de presión contra Brasil para que Jair Bolsonaro, expresidente y aliado de Trump, no rindiera cuentas ante los tribunales por intentar perpetrar un golpe de Estado.

El veterano Lula se ha referido, sin citar países ni nombres, al asunto en su discurso cuando ha criticado que “los ataques a la soberanía, las sanciones arbitrarias y las intervenciones unilaterales se han convertido en la norma”. Lula y la diplomacia brasileña llevan semanas buscando la manera de abrir una vía de diálogo con la Casa Blanca, absolutamente cerrada a todas las gestiones.

En su demoledor discurso contra la ONU, la lucha contra el cambio climático, las leyes internacionales, etcétera, Trump ha deslizado un aviso en tono amenazante contra Brasil: “Solo le irá bien cuando cooperen con nosotros, si no, fracasarán, como fracasaron otros”. Y justificó los aranceles contra la potencia sudamericana como medida de reciprocidad.

Bolsonaro fue condenado hace dos semanas a 27 años por liderar un golpe de Estado pese a los aranceles del 50% impuestos por Washington a las exportaciones brasileñas y a las sanciones contra el juez que lleva el caso y otros de sus colegas del Tribunal Supremo. Este mismo lunes, el Departamento del Tesoro ha vuelto a la carga con sanciones contra la esposa del juez Alexandre de Moraes, que ya fue castigado en julio.

En su discurso ante la asamblea anual de la ONU, el presidente brasileño ha querido poner en valor la sentencia contra Bolsonaro: “La paz no puede ser alcanzada con impunidad”, ha dicho antes de recalcar que, “por primera vez en 520 años de nuestra historia, un antiguo jefe Estado ha sido condenado por atacar el Estado de derecho en un proceso meticuloso en el que ha tenido derecho a defenderse”. El Congreso está inmerso en el debate de una propuesta para acortar las penas a los golpistas, pero parece haber aparcado la idea original de una amnistía.

Tras condenar el ataque de Hamás en 2023, Lula ha enfatizado que “nada, absolutamente nada, justifica el genocidio que está en marcha en Gaza”. El brasileño ha recordado que decenas de miles de palestinos están sepultados bajo los escombros, “también están enterrados allí el derecho internacional humanitario y el mito de la superioridad ética de Occidente. Esta masacre no habría ocurrido sin la complicidad de quienes podrían haberla evitado”.

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