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Vicky Dávila y Gustavo Petro exponen las tensiones internas de la Fiscalía por el caso de Nicolás Petro

La precandidata de derechas respalda a la fiscal del caso, que denuncia intromisiones de sus superiores. El mandatario insiste en que la funcionaria “está subordinada” al deseo político de su rival

Una pelea en X entre el presidente Gustavo Petro y Vicky Dávila, aspirante de derechas a sucederlo, ha visibilizado las tensiones internas de la Fiscalía colombiana por el juicio a Nicolás Petro, primogénito presidencial. El mandatario de izquierdas ha arremetido contra la entidad por una filtración a principios de mes de una nueva imputación contra su hijo, publicada casi en simultáneo por la revista Semana y la precandidata, quien dirigió ese medio hasta hace menos de un año. Petro asegura que la fiscal del caso, Lucy Laborde, le responde a Dávila y busca perjudicarlo. La experiodista, en tanto, denuncia que Laborde es víctima de maniobras de sus superiores para apartarla del proceso y beneficiar al mandatario. Las tensiones, que pasaban desapercibidas en documentos burocráticos, han quedado en medio del juego político.

El inicio de este nuevo capítulo en la novela de Petro hijo ocurrió el sábado 6 de septiembre. Ese día, Semana y Dávila, en ese orden y con menos de una hora de diferencia, difundieron el documento en el que la Fiscalía solicitaba a la justicia una audiencia para imputar al hijo del presidente los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y falsedad en documento público. También pedía que se le dictara prisión preventiva. El presidente estalló unos días después en X: se preguntó cómo la precandidata había tenido acceso a esos documentos y acusó a los funcionarios de la Fiscalía de estar al servicio de esa campaña presidencial. La aspirante le respondió que no subestimara sus habilidades periodísticas.

La Fiscalía mantuvo el silencio, pero está en ebullición. Laborde envío el lunes una carta demoledora a la fiscal general, Luz Adriana Camargo, en la que denuncia que sus superiores están poniendo en riesgo su autonomía, un elemento central del funcionamiento de la Fiscalía colombiana en la que cada fiscal es libre de determinar sus actuaciones. La misiva se filtró, esta vez al diario El Colombiano. En ella, Laborde señala que le designaron una fiscal adjunta el 8 de septiembre, dos días después de la filtración, y que esta funcionaria ha respondido a solicitudes de la defensa para aplazar la audiencia de imputación sin siquiera informarle. Comenta, además, que la han citado a reuniones “convocadas sin claridad” para pedirle información sobre las imputaciones.

La carta mantiene la cordialidad con la fiscal general, pero no deja lugar a dudas sobre la tensión. “NO REQUIERO APOYO, ASESORÍA NI ORIENTACIÓN”, enfatiza en mayúsculas para insistir en que ella puede manejar la carga laboral y que no pidió ninguna asistencia. Laborde insinúa que le designaron este apoyo para condicionarla: “Llama la atención”, advierte, que la designación coincida “con el momento exacto en que, EN CUMPLIMIENTO DE FUNCIONES MISIONALES Y EN CUMPLIMIENTO DE UNA ORDEN JUDICIAL, se presenta una solicitud de audiencia de imputación contra el señor Nicolás Petro”. Señala, además, que apenas le prestaron apoyo durante los meses de investigación y que ahora le “ocultan” información.

Petro reaccionó a esta carta con acusaciones personalizadas contra Laborde —antes se había referido a “funcionarios” de manera más genérica—. “Está subordinada al deseo político de Victoria Dávila”, afirmó en X. “Ataca a su jefe administrativo porque quiere evitar que la quiten, para seguir cumpliéndole a Victoria y a quienes desean, como ella, ganar una campaña sobre la base de la injusticia con mi hijo”, añadió. Reiteró su acusación de que la Fiscalía ha utilizado políticamente el caso de su hijo, como decía cuando inició el proceso en 2023, a cargo del fiscal Mario Burgos y con Francisco Barbosa como cabeza de la entidad —Camargo llegó en marzo de 2024 de una terna elaborada por el presidente—. “Quieren vengarse con mi hijo del carcelazo y condena de [Álvaro] Uribe. Quieren condenarlo porque desean condenarme”, enfatizó.

Dávila, por su parte, defendió a Laborde. “Quieren sacar mediante presiones a la actual fiscal del caso, que ha sido valiente y está dejando evidencias escritas de todas las porquerías que están haciendo para torpedear el proceso”, comentó en X. Recordó que Burgos fue removido del caso y que, dos años después de las imputaciones originales por enriquecimiento ilícito y lavado de activos, el juicio no ha comenzado. Apuntó directamente contra la fiscal Camargo, a quien acusa desde hace meses de buscar beneficiar a los Petro: “Está desesperada porque no sabe cómo ayudar al emproblemado hijo presidencial”.

Los abogados

Las acusaciones cruzadas también incluyen a las dos figuras clave del escándalo: Nicolás Petro y su exesposa, Daysuris Vásquez, ambos acusados de permitir el ingreso de dineros irregulares a la campaña presidencial en 2022 y de quedarse con los recursos. Alejandro Carranza, el abogado del hijo del mandatario, ha insistido este martes en X con que Dávila “manipula a la fiscal Laborde” para avanzar con las nuevas imputaciones. Alait Freja, defensor de Vásquez, ha tomado la postura contraria: “Lo que debería ser una investigación imparcial, hoy parece orientarse a beneficiar al acusado”.

La Fiscalía, por su parte, mantiene el silencio. Sin embargo, Blu Radio ha informado este martes que Camargo ha dado marcha atrás con la designación de la fiscal adjunta. Las nuevas imputaciones, que refieren a supuestos actos de corrupción en una contratación de la Gobernación del Atlántico con una fundación de Barranquilla, aún no se han concretado. El juicio tampoco.

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