Petro suspende los diálogos de paz con la guerrilla del ELN
El grupo ha desatado ataques en la región del Catatumbo que han dejado víctimas civiles. “Son crímenes de guerra”, dice el presidente. “El ELN no tiene ninguna voluntad de paz”
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha suspendido este viernes los diálogos de paz con la guerrilla del ELN, después de enfrentamientos del grupo armado en la región del Catatumbo contra una disidencia del frente 33 de la extinta guerrilla de las FARC, y en los que fueron asesinados varios civiles. “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra”, dijo el mandatario en su cuenta de X. “Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”. El Ejército anunció que entrarán a la zona 300 oficiales de las fuerzas especiales para “neutralizar las confrontaciones”.
El día antes, la delegación de paz del Gobierno con esa guerrilla ya le había pedido detener sus ataques en la zona, donde “se registran víctimas civiles y muertes de firmantes de paz”. La ofensiva, que rompe una tregua entre los dos grupos armados, inició en la noche del miércoles en esta región montañosa del noreste de Colombia, una zona que comparte frontera con Venezuela y donde los armados se han movido entre ambos países. Esa es una de las razones que Petro alegó la semana pasada para no romper relaciones diplomáticas con el Gobierno de Nicolás Maduro, que es garante en la mesa de diálogos con el ELN y uno de los actores de poder centrales en ese proceso.
Los ataques arreciaron el jueves en la mañana, afectando especialmente a las poblaciones en los municipios de Tibú, El Tarra, Teorama, Hacarí y Convención. El senador Rodrigo Londoño, antiguo líder de las FARC y quien firmó la paz en 2016, alertó que, en información preliminar, se “señala el asesinato de 4 firmantes [de paz] y más de 20 civiles, casi todos defensores de derechos humanos”. El expresidente Juan Manuel Santos, quien firmó la paz hace una década, añadió que “no se puede permitir que los interlocutores en los diálogos de la llamada paz total sigan matando a los firmantes de paz y a los líderes sociales”. La ONG especializada Indepaz ya ha confirmado la identidad de cinco firmantes asesinados: Pedro Rodríguez Mejía, Jhon Carlos Carvajalino, Albeiro Díaz Franco, Yurgen Martínez Delgado y John Freddy Carrascal García.
Al anuncio presidencial se sumó una declaración del equipo negociador del Gobierno a primera hora de la mañana de este viernes. “Por instrucción del presidente se suspende el proceso hasta que el ELN piense si quiere con este Gobierno caminar la paz”, reafirmó el viernes en la mañana Vera Grabe, la jefa del equipo, quien confirmó un saldo de al menos 20 muertos, en acciones dirigidas contra la población civil, firmantes de paz y líderes sociales.
“Una y otra vez nos topamos con decisiones del ELN que impidieron avanzar”, la secundó el senador de izquierda Iván Cepeda, miembro de la delegación y una figura clave en la política de paz total del Gobierno. “Como lo dijo el presidente, esos son crímenes de guerra”, afirmó. “Al ELN le decimos claramente: el enfrentarse a otros grupos armados no puede ser a costa de agredir a la población, como la ha hecho en Arauca y como lo está haciendo actualmente en Catatumbo. Ante esa circunstancia de extrema gravedad no podemos sentarnos nuevamente en este momento con el ELN”, añadió. “Exigimos que el ELN exprese de una vez por todas su voluntad, su intención, su decisión inequívoca de avanzar a la paz”.
El Comando del ELN no ha respondido, pero sí lo ha hecho su frente de guerra nororiental, el que hace presencia en el Catatumbo. En un comunicado publicado en redes en la mañana de este viernes, el frente refrenda su intención de mantener la violencia. Además de amenazar a empresas, comerciantes y mototaxistas, afirma que su meta es que se entregue alias Richard, comandante de un grupo disidente de las extintas FARC. “Seguirá corriendo sangre en el Catatumbo” hasta entonces, afirma. Sin embargo la delegación del ELN en la mesa de negociaciones ha desmentido ese comunicado diciendo que el texto es falso.
La mesa de diálogos con el ELN fue la primera que el presidente Gustavo Petro abrió al principio de su mandato en su ambiciosa política de paz total, que busca diálogos simultáneos con todos los grupos armados del país. De nueve mesas que se han abierto con distintos grupos armados, las conversaciones del ELN arrancaron el 21 de noviembre del 2022 y son las más avanzadas en esta política y más de medio siglo de historia de esta guerrilla.
Las conversaciones estaban congeladas desde mayo del año pasado, lo que ha impedido acordar pasos mínimos como la extensión del cese al fuego que expiró el pasado 3 de agosto, sin que las delegaciones consiguieran desatascar el diálogo. Desde que expiró la tregua han ocurrido más de una decena de atentados atribuidos por el Estado al ELN, entre ellos el ataque del 17 de septiembre contra una base militar en Puerto Jordán, en Arauca, que dejó dos militares muertos y 26 heridos. Esa agresión, en particular, ya había llevado a Petro a dejar el diálogo en vilo. “Prácticamente, es una acción que cierra un proceso de paz con sangre”, declaró entonces el presidente. Al día siguiente, la delegación del Gobierno declaró que la mesa quedaba suspendida y exigió una manifestación “inequívoca” de la voluntad de paz del ELN, que nunca ha llegado.
La dilatada crisis en la mesa se ha visto agravada por los diálogos paralelos que mantiene el Gobierno con un frente díscolo en el sur del país que se desprendió de la dirección nacional del ELN: el Frente Comuneros del Sur en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador. El anuncio formal de esa escisión, el pasado mayo, ha desatado los insistentes reclamos de la delegación del ELN. La guerrilla, que exige también que el Ejecutivo la retire de su lista de grupos armados organizados (GAO), incluso rechazó en agosto la propuesta que le había hecho llegar Petro para reanudar los diálogos, que se refería a discutir una reforma al modelo económico.
La ola de violencia en el Catatumbo coincide, además, con un momento muy delicado de la mesa de negociaciones entre el Gobierno nacional y el ELN. Menos de 24 horas antes, el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, señaló a los elenos de buscar el asesinato de su principal asesor, Álvaro Jiménez, a quien acusan, junto al propio Patiño, de haber alentado la secesión del frente Comuneros del Sur.