La COP16 desborda la capacidad hotelera de Cali, que recurre a sus “moteles del amor”

Habitaciones dotadas de columpios y tubos de striptease sirven de hospedaje de último minuto para delegados internacionales en la cumbre de biodiversidad de la ONU

Habitación del motel Deseos, en Cali.CORTESÍA

La enorme conferencia de Naciones Unidas que se propone frenar la pérdida de biodiversidad en el mundo, la COP16, ha sido un esperado bálsamo para Cali, pero también ha desbordado la capacidad de sus hoteles. Para resolver el impasse, algunos visitantes se han hospedado en los moteles de la tercera ciudad de Colombia, adecuados para recibir delegados en habitaciones dotadas de columpios y tubos de striptease que suelen ser el escenario de citas sexuales.

Aggrey Rwetsiba, un delegado ugandés en la COP16, relató a la agencia France-Presse (AFP) su experiencia en el motel Deseos, una historia replicada también en el periódico británico The Guardian que se ha hecho viral. El delegado les mostró, entre otros detalles, su cómoda cama circular con espejo en el techo. “No sé si he entendido bien lo que debe ser un motel, pero he visto algunas características únicas... Como el espejo del techo”, dijo a la agencia internacional de noticias. Según la Cámara de Comercio de la capital del departamento del Valle del Cauca, los 166 moteles registrados –y agrupados en la agremiación Asoamar– la convierten en la ciudad con más establecimientos de este tipo en Colombia.

La prensa colombiana también se ha regodeado con todo tipo de juegos de palabras para cubrir la adaptación de los moteles que albergan ahora a los “amantes de la naturaleza”. La gerente de Deseos, Diana Echeverry, ha mostrado con orgullo las instalaciones, unas 40 habitaciones, con un ala reservada para la docena de delegados de la COP16 que se hospedan allí. Algunas de sus habitaciones cuentan con jacuzzis, sillas y tubos de baile, pero asegura que retiraron elementos como columpios, máquinas del amor y sillones kama-sutra de los cuartos en los que duermen los huéspedes de países como Uganda, Brasil, Nepal y Ecuador.

Los asistentes llegan a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, en Cali. Jair F. Coll (Bloomberg)

El motel fijó una tarifa diaria de 150.000 pesos colombianos (unos 35 dólares) por noche, e introdujo un servicio de desayuno. Sus precios suelen oscilar entre 65.000 y 100.000 pesos por tres horas (entre 15 y 23 dólares). Queda en el sector de Acopi, en la zona industrial en los límites de Cali y la vecina Yumbo, con la ventaja de que está mucho más cerca de la zona azul bajo jurisdicción de la ONU donde se desarrollan las discusiones de la COP16, en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, que la mayoría de los hoteles más tradicionales de la ciudad.

“Cuando empezaron a llegar delegaciones que no tenían reservación, o que les habían cancelado sus Airbnb o sus reservas de hotel, nos empezaron a contactar preguntándonos si teníamos habitaciones disponibles”, le contó Echeverry a La Silla Vacía, el portal político de referencia. “Previamente habíamos hecho un alistamiento de nuestras habitaciones para recibir los delegados de la COP16 en una zona de nuestro motel”, añadió sin misterios.

Desde que se le concedió formalmente la sede, Cali se embarcó en una contrarreloj para sacarle todo el provecho a un evento global cuyos preparativos suelen requerir más de un año, y que en esta ocasión se organizó en poco más de un semestre. El alcalde, Alejandro Eder, ha explicado que en un primer momento se esperaba que la COP16 convocara a entre 12.000 y 15.000 personas, pero al final se registraron unos 23.000 delegados, más que en cualquier otra Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica anterior.

Más información

Archivado En