Martha Ochoa: la inspiración detrás del personaje de la serie de Griselda Blanco

La producción de Netflix protagonizada por Sofía Vergara explora el rol que han ocupado las mujeres en el crimen organizado

Julieth Restrepo en el papel de Martha Ochoa Saldarriaga, junto a Sofía Vergara en el papel de Griselda Blanco, en la mini-serie 'Griselda'.Netflix

La nueva serie de Netflix sobre Griselda Blanco pone a las mujeres en el centro de la historia. Además de tener a La reina de la cocaína como protagonista, Griselda presenta a personajes como la narcotraficante reformada Carmen Gutiérrez, la policía June Hawkins y Martha Ochoa, integrante de una de las dinastías más poderosas del crimen organizado. En la trama se explica que ella es prima de los hermanos Ochoa Vázquez—miembros funda...

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La nueva serie de Netflix sobre Griselda Blanco pone a las mujeres en el centro de la historia. Además de tener a La reina de la cocaína como protagonista, Griselda presenta a personajes como la narcotraficante reformada Carmen Gutiérrez, la policía June Hawkins y Martha Ochoa, integrante de una de las dinastías más poderosas del crimen organizado. En la trama se explica que ella es prima de los hermanos Ochoa Vázquez—miembros fundadores del Cartel de Medellín— y es su intenso estilo de vida lo que desencadena el declive del imperio de Blanco, al menos en la versión de la plataforma de streaming.

El personaje interpretado por Julieth Restrepo (Medellín, 37 años) está inspirado en Martha Saldarriaga Ochoa, quien fue mucho más que una joven frívola con un gusto por los excesos, como la retratan en la serie. En realidad, Saldarriaga dirigió desde Miami una operación internacional de tráfico de drogas y lavado de dinero. De acuerdo con el libro La Viuda Negra, de la periodista Martha Soto, la mujer contaba con la protección de sus poderosos parientes, los hermanos Jorge Luis, Fabio y Juan David Ochoa Vázquez, por lo que a pesar de estar en la mira de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) nunca fue condenada por sus actividades delictivas.

Martha Saldarriaga Ochoa aceptó trabajar con Griselda Blanco tras escuchar a otros narcotraficantes hablar de su éxito. “Ambas movieron decenas de cargamentos en avionetas privadas a través de mulas, que Martha contrataba y pagaba, para luego pasarle la cuenta de cobro a Griselda Blanco”, explica Soto en su investigación. Esta sociedad terminó en malos términos, puesto que la deuda de Blanco cuando fue detenida por las autoridades estadounidenses ascendía a 1,5 millones de dólares, y a La Madrina no le gustó que Saldarriaga la estuviera presionando para que pagara.

Para quitarse este problema de encima, Blanco orquestó un ataque desde prisión, lo que provocó que muchos de sus aliados desertaran por temor a ir en contra del Clan de los Ochoa. Incluso así, Martha Saldarriaga Ochoa fue asesinada a tiros en 1986. Se dice que su cuerpo fue abandonado a la vista de todos como un mensaje para los enemigos de La reina de la cocaína. No está documentado si hubo una retribución inmediata por parte de la familia Ochoa, pero Griselda Blanco pasó sus últimos años tratando de mantener un perfil bajo para esconderse de los antiguos capos, en caso de que aún estuvieran buscando venganza.

La familia Ochoa

El interés por saber más de los personajes que aparecen en Griselda ha provocado algo de confusión, ya que los Ochoa también tenían una hermana con el mismo nombre. La historia de Martha Nieves Ochoa Vásquez no ha sido retomada por Netflix, al menos por ahora.

La menor de los Ochoa fue raptada por una célula del M-19 a finales de 1981, cuando salía de la universidad, pero su familia se negó a pagar el rescate a los guerrilleros. En su lugar, los Ochoa compraron un espacio en el periódico para anunciar que no iban a negociar con los secuestradores y ofrecieron una recompensa de 25 millones de pesos (unos 500.000 dólares de la época) a cambio de información del público sobre su paradero. Este caso también resultó en la creación del grupo Muerte A Secuestradores (MAS), un antecedente del paramilitarismo en Colombia.

Jorge Luis, Fabio y Juan David citaron a los otros miembros del Cartel de Medellín —entre ellos Pablo Escobar— para pedirles su ayuda, por lo que reclutaron y financiaron a cerca de 2.000 hombres armados que estaban a cargo de proteger a sus familias de las guerrillas y rescatar a Martha Nieves. La liberación se concretó el 17 de febrero de 1982, pero este secuestro marcó el inicio de una cruel guerra entre el MAS y sus enemigos, un enfrentamiento que rápidamente se volvió un problema de seguridad para el Gobierno.

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