El Gobierno propone apoyar a las comunidades apartadas para que reconstruyan sus centros de salud

El Gobierno de Gustavo Petro quiere llevar la salud a las zonas más alejadas del país. A semanas de que la comisión séptima del Senado empiece la discusión de su reforma de la salud, la Administración presenta un plan para avanzar en esa meta: reconstruir puestos de salud abandonados. El ministro del Interior, ...

El Gobierno de Gustavo Petro quiere llevar la salud a las zonas más alejadas del país. A semanas de que la comisión séptima del Senado empiece la discusión de su reforma de la salud, la Administración presenta un plan para avanzar en esa meta: reconstruir puestos de salud abandonados. El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, explicó este miércoles el proyecto en entrevista con Blu Radio. Según él, el Estado ya ha encontrado 1.500 centros de salud cerrados que quiere volver a abrir, con la participación de los ministerios de Interior y de Salud, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), las Juntas de Acción Comunal locales y las Alcaldías.

Estos 1.500 puestos se encuentran en regiones apartadas y, según Velasco, pueden ser habilitados para prestar servicios después de renovarlos. “Si tú le metes una platica, no hay que construir esos centros”, declaró. La idea es trabajar con las Juntas de Acción Comunal (JAC), asociaciones de vecinos bien organizadas y que suelen ser fundamentales en las veredas, proporcionando el dinero y el acompañamiento técnico necesarios para que las comunidades puedan arreglar y reabrir sus centros de salud. “Reparar un puesto de salud y ponerlo a punto no necesita de una gran complejidad técnica”, afirmó el ministro.

Gran parte del plan, aseguró, se basa en la confianza que tiene el Gobierno en el SENA, la entidad pública de formación técnica y tecnológica adscrita al Ministerio de Trabajo. Los ingenieros y maestros constructores del establecimiento público, dijo Velasco, acompañarán a las JAC en la reconstrucción: “A la gente se le prepara, y la propia comunidad arregla su centro”. Además, el Ministerio del Interior entregará entre 200 millones y 500 millones de pesos (unos 50.000 a 125.000 dólares) a cada Junta, dependiendo del proyecto. “Nos las vamos a dejar solas”, sostuvo.

Velasco y el Gobierno también tienen mucha confianza en las JAC ―están registradas 65.000 de ellas en el país―. “Por la experiencia que tenemos en Colombia (...) conocemos sus capacidades técnicas. Sabemos cómo trabajan”, dijo. Recordó que cuando era alcalde de Popayán, de 1992 a 1994, trabajó con las JAC de la ciudad para construir “cerca de 4.000 soluciones de viviendas”. La idea es que este sea un proyecto similar. “No harán hospitales, harán puestos de salud”, enfatizó.

No será la primera vez que el Gobierno de Petro apuesta por las JAC para implementar programas de desarrollo. Durante su año y medio de mandato, la Administración ha lanzado programas para firmar alianzas público-privadas con ellas para construir carreteras en las zonas rurales, viviendas rurales, proyectos de acceso a energía o internet y hasta para proveer comida para el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en escuelas o colegios públicos. Incluso sacó adelante, en su Plan de Desarrollo, la posibilidad de contratar directamente con ellas para, así, concretar su propuesta de incentivar la que llama economía popular.

El dinero para arreglar los centros de salud ―idea que surgió de un encuentro con varios alcaldes del Cesar en el que los mandatarios locales mencionaron que había puestos de salud abandonados en sus localidades― saldrá de un convenio entre el Ministerio de Salud y del Interior, aseguró Velasco. Hizo hincapié en que la cartera de Salud tiene un presupuesto nacional de seis billones de pesos (alrededor de 1.500 millones de dólares) destinados a la infraestructura. Una vez que los puestos estén habilitados, el Ministerio de Salud se encargará de equiparlos.

El plan es otra estrategia del Gobierno, además de la reforma de la salud, para reducir las brechas en salud y crear un sistema de prevención de enfermedades. La mayoría de los puestos rehabilitados serán en veredas de regiones rurales de departamentos empobrecidos como Cesar, Cauca o La Guajira, donde el acceso a servicios es escaso o inexistente, sostuvo Velasco. “Siempre planteo el ejemplo del niño que vive en la Alta Guajira puede tener su carnet de salud, pero si necesita la atención médica, debe hacer un viaje de seis o siete horas para encontrar un sitio en que lo atiendan”, apuntó. “Lo que queremos es llegar con equipos médicos. El Ministerio de Salud está trabajando en eso”, agregó.

Hasta el momento, la propuesta para levantar de nuevo los centros está clara, pero aún queda por ver qué pasará con ellos y cómo funcionarán una vez que estén reconstruidos. En su entrevista con Blu Radio, Velasco afirmó que cuando su cartera haya arreglado los edificios, “entraría el Ministerio de Salud a la dotación”. Una vocera del Ministerio del Interior dijo a EL PAÍS que será Salud la encargada de asegurar que haya personal en los centros, para que así presten sus servicios. “Lo pone el Ministerio de Salud con las administraciones locales”, contestó por vía telemática. Sin embargo, cuando este diario le hizo la misma pregunta a un vocero del Ministerio de Salud, explicó que no hay una definición oficial sobre su dotación, funcionamiento y financiación: “No hay nada oficial sobre el tema... por ahora”.

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