Un excabecilla de las FARC acepta cargos en Estados Unidos por traficar 75 toneladas de cocaína
Martín Pérez Castro, alias ‘Richard’, había sido extraditado en 2022
Martín Pérez Castro, un excabecilla de las FARC conocido como Richard, ha aceptado cargos este lunes por traficar 75.000 kilos de cocaína a Estados Unidos y otros países del mundo. Estaba detenido en Nueva York desde mediados de 2022, cuando la justicia transicional colombiana accedió a su extradición, tras considerar que no pudo demostrar que hubiera cometido esos delitos para financiar la lucha política de la extinta guerrilla. Según ...
Martín Pérez Castro, un excabecilla de las FARC conocido como Richard, ha aceptado cargos este lunes por traficar 75.000 kilos de cocaína a Estados Unidos y otros países del mundo. Estaba detenido en Nueva York desde mediados de 2022, cuando la justicia transicional colombiana accedió a su extradición, tras considerar que no pudo demostrar que hubiera cometido esos delitos para financiar la lucha política de la extinta guerrilla. Según el tribunal estadounidense, ahora puede enfrentar la cadena perpetua.
Richard fue uno de los jefes del frente 30 de las FARC, que operaba en el suroeste de Colombia. Estuvo detrás del secuestro de 12 diputados del Valle del Cauca en 2002 y de varios ataques a bases militares. Además, estuvo a cargo de parte de las operaciones de tráfico de drogas para financiar las actividades de la guerrilla. “Utilizó la violencia armada para proteger la sofisticada operación que produjo y distribuyó miles de kilos de cocaína a una escala global, todo para financiar la misión del grupo de derrocar al Gobierno de Colombia”, dijo el fiscal Breon Peace para justificar su extradición en 2022.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el tribunal de justicia transicional formado tras los acuerdos de paz de 2016, habilitó la extradición porque consideró que no podía probarse que Richard fuera parte de las FARC cuando cometió los delitos que Estados Unidos señalaba entre 2009 y 2014. El tribunal solo encontró pruebas de que había integrado el grupo armado hasta 2002. Después, se había presuntamente dedicado al narcotráfico en un grupo que carecía de carácter político, o había cometido los delitos sin que estos hubieran tenido como destino financiar a la entonces guerrilla.
El Estado Mayor del Bloque Occidental se había desligado de Richard en 2014 y lo había acusado de apropiarse de dinero para emprender sus propias actividades de narcotráfico. “Su descomposición ideológica y sus mezquindades personales lo llevaron a desertar de nuestras filas hace algún tiempo, llevándose consigo bienes del movimiento y recursos destinados a la lucha revolucionaria”, declaró. En 2016, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz no lo incluyó en la lista de guerrilleros de las FARC que dejaron las armas en los acuerdos de paz.
El exlíder del frente 30 fue detenido en Colombia en 2014, año en el que acumulaba 28 órdenes de captura por delitos como homicidio agravado, secuestro y posesión ilegal de armas de fuego, todos ellos vinculados al conflicto. Por eso, sobre ellos sí recibió el beneficio de amnistía acordado entre las FARC y el Gobierno en 2016.
Años después, en 2022, la División de Investigación Criminal del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) celebró su extradición como el inicio de un largo proceso judicial. “Usó tácticas violentas y terroristas para expandir el imperio de narcóticos de las FARC mientras distribuía miles de productos de cocaína de Estados Unidos y Europa. La extradición es el comienzo de un largo camino en el que Pérez Castro enfrentará a la justicia estadounidense y en el que su libertad su disolverá, del mismo modo que se disolvieron las FARC”.
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