La economía colombiana creció el 7,5% en 2022
El dato oficial es ligeramente inferior a las previsiones del Gobierno y las multilaterales, que eran del 8% o más
Este martes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia reveló el dato oficial de crecimiento del Producto Interno Bruto del país: un 7,5%. La cifra, muy positiva en contextos económicos usuales, es agridulce. Agria porque el Ministerio de Hacienda estimaba un crecimiento del 8,2% y el Banco de la República el 8,1%, así que el aumento fue menor al esperado; dulce porque una de las grandes preocupaciones del Gobierno y los expertos era un crecimiento excesivo en 2022 que produjera ...
Este martes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia reveló el dato oficial de crecimiento del Producto Interno Bruto del país: un 7,5%. La cifra, muy positiva en contextos económicos usuales, es agridulce. Agria porque el Ministerio de Hacienda estimaba un crecimiento del 8,2% y el Banco de la República el 8,1%, así que el aumento fue menor al esperado; dulce porque una de las grandes preocupaciones del Gobierno y los expertos era un crecimiento excesivo en 2022 que produjera un estancamiento en 2023, y un ritmo más moderado el año pasado puede significar un frenazo menos seco este año.
La directora del DANE, Pilar Urdinola, afirmó en rueda de prensa que los resultados son, por segundo año consecutivo, una señal de la estabilización económica tras la crisis desencadenada por la crisis sanitaria y las limitaciones a la movilidad. El rebote se concentra en el buen desempeño de sectores como el comercio, que aportó 4,5 puntos porcentuales, las industrias manufactureras, especialmente en el renglón textilero, y las actividades artísticas y de entretenimiento.
Urdinola, que asumió el cargo al frente de la entidad estadística en septiembre del año pasado, señaló que los indicadores de crecimiento siguen estando por encima de los niveles prepandémicos. Los datos presentados indican que el PIB colombiano avanzó el 1,3% en diciembre de 2022, el indicador por mes más bajo de todo el año. Ese dato es un presagio, a juicio del ex codirector del Banco de la República Sergio Clavijo, de que el ritmo ya empezaba a perder velocidad debido a “la tensión financiera que se tiene por cuenta del incremento en la tasa del Banco de la República que en ese mes ya había llegado al 12,75%”.
Desde una perspectiva trimestral, los últimos tres meses de 2022 describen un crecimiento del 2,9%, por debajo del 3,9% que se tenía calculado. Pero para Clavijo, es un crecimiento normal. Para tener una “perspectiva real” de qué tan alto o bajo es el dato, propone compararlo con promedio del crecimiento de la economía en los últimos 5 años. “Con ese guarismo de 7 y medio del DANE, nos está dando un promedio anual del orden del 2,8% en los últimos años”.
Eso quiere decir, añade el exdirector de la Asociación de Instituciones Financieras (ANIF), que a pesar del buen desempeño “el potencial de la economía colombiana no supera todavía el 3%”. Es decir, que la tasa de crecimiento potencial es relativamente baja. Y concluye: “he ahí el gran desafío de la administración Petro: revitalizar la relación inversión PIB que ha estado estancada en los últimos años por debajo del 20% cuando debería estar, como mínimo, en el 25%”.
Pero Eduardo Lora, ex economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, ve con inquietud los modestos resultados del último trimestre del año pasado. A su juicio, los malos resultados que muestra el informe técnico del DANE sobre el cultivo permanente de café es un factor central para explicar el decrecimiento del 1,9% de la agricultura. “También hay caídas del orden del 10% en minas y canteras”, afirma Lora, “en el último trimestre con respecto al período anterior y en la industria al sector de textiles fue el que peor le fue con una caía del 6%”.
Estas caídas pueden reflejar la reducción en la inversión pública que, por lo demás, coincide con el cambio presidencial entre Iván Duque y Gustavo Petro. Ese tipo de transiciones suelen demorar el inicio de nuevas obras públicas, pues el mandatario entrante suele solo continuar los proyectos que venían andando mitras define y pone en marcha otros nuevos, recuerda el experto. “Si uno va a los lados del gasto por componente de demanda”, apuntala Lora, “uno encuentra que el consumo del Gobierno en el último trimestre cayó un 5% con respecto al inmediatamente anterior. ¡Eso es una bestialidad!”.
Se trata, por tanto, de un panorama lleno de paradojas y con otros frentes pendientes de ajustes justo en el momento en el que el país empezaba a sacar la cabeza de la crisis sanitaria. Uno de los más preocupantes, quizás, es la tasa de desempleo, que el mismo DANE ubicaba hace tan solo un par de semanas en un 11,2% anual para 2022. Sergio Clavijo recuerda que ese ha sido el “lunar” y una paradoja propia de Colombia, que contrasta con el grueso de en América Latina: “Tenemos muy buenos guarismos de desempeño en el PIB real y pésimos desempeños en formalización y generación de empleo”
Clavijo recuerda que conseguir buenas perspectivas de crecimiento en 2021 y 2022 no ha sido suficiente para reducir el desempleo. Y concluye que, ante las perspectivas actuales, “con un crecimiento exagerado del salario mínimo por parte de de Duque y de Petro”, lo más probable es que el anhelo de regresar a una tasa de desempleo de un dígito se haya esfumado por completo.
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