Miguel Uribe: “Todo va en camino a que la ‘paz total’ sea la impunidad total”

El senador del opositor Centro Democrático cuestiona la propuesta del canciller designado Álvaro Leyva para negociar con el Clan del Golfo y rechaza cualquier tipo de diálogos con los grupos armados si no hay antes un cese al fuego

El senador Miguel Uribe en la sede del partido Centro Democrático, en Bogotá, el 4 de agosto de 2022.Camilo Rozo

Miguel Uribe Turbay vuelve a ser oposición de Gustavo Petro. El senador del Centro Democrático (CD), que como concejal del partido Liberal en Bogotá enfrentó a la Alcaldía de Petro, lidera ahora el contrapeso al nuevo Gobierno en el Congreso. “Somos minoría, pero pronto seremos mayoría. Somos el seguro de vida de los colombianos”, dice a tres días del cambio de gobierno.

Petro arranca su mandato sin mayores fuerzas en la oposición, excepto el partido del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El senador reconoce que entran en desv...

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Miguel Uribe Turbay vuelve a ser oposición de Gustavo Petro. El senador del Centro Democrático (CD), que como concejal del partido Liberal en Bogotá enfrentó a la Alcaldía de Petro, lidera ahora el contrapeso al nuevo Gobierno en el Congreso. “Somos minoría, pero pronto seremos mayoría. Somos el seguro de vida de los colombianos”, dice a tres días del cambio de gobierno.

Petro arranca su mandato sin mayores fuerzas en la oposición, excepto el partido del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El senador reconoce que entran en desventaja en el legislativo, pero cree que aunque son pocos les será suficiente para atajar lo que –dice él– vean como un riesgo para el país. Abogado, de 36 años, Uribe Turbay aterrizó en el partido del expresidente por invitación de él mismo, que le cedió su lugar encabezando la lista al Senado. Logró la mayor votación de su partido en las legislativas de marzo y desde que se sabe que Gustavo Petro será el presidente, se ha opuesto a cada uno de sus anuncios.

Su llegada al Centro Democrático responde a una renovación que busca el uribismo, que este año no logró tener candidato presidencial y que carga con el peso de la impopular gestión de Iván Duque. Uribe Turbay se presenta como un político joven, que defiende las ideas que llevaron a Uribe Vélez al poder hace 20 años. Dice que cree en el perdón: su mamá era la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 durante un operativo para rescatarla de un secuestro, pero se opone a cualquier diálogo con organizaciones armadas si implica beneficios jurídicos. “Todo va en camino a que la ‘paz total’ en realidad sea la impunidad total”, asegura sobre el plan bandera del nuevo Gobierno, este jueves desde la sede de su partido.

Uribe Turbay, que también fue secretario de Gobierno de Enrique Peñalosa en Bogotá y quiso ser alcalde en 2020, promete un tono respetuoso desde la oposición: “Lo haremos de forma democrática e inteligente”.

Pregunta. A unos días de la posesión presidencial de Gustavo Petro ¿cuál es la sensación en el Centro Democrático? La izquierda llega por primera vez al poder.

Respuesta. Tres días... Estamos viendo que los riesgos que planteábamos en la campaña sobre este nuevo Gobierno se están materializando. Ha hecho unos anuncios que generan intranquilidad y profundizan la incertidumbre. La creación arbitraria de impuestos, una reforma tributaria en un mal momento, pero también la institucionalización de la primera línea, el proceso de impunidad y perdón que está promoviendo para los grupos de narcotraficantes y la posibilidad de acabar con la extradición, no es el camino para una paz total, sino para una impunidad total. El nuevo presidente arrancó con el pie izquierdo.

P. Empieza su mandato con mayorías en el Congreso.

R. Es evidente que Gustavo Petro armó un acuerdo nacional con personas que tienen visiones completamente diferentes. Es un acuerdo por conveniencia, y cuando eso sucede priman los intereses particulares y no los del país. Yo, particularmente, creo que están en riesgo la democracia, la economía de mercado, la independencia de poderes y la capacidad para luchar contra la criminalidad. Ante ese panorama, tomamos la decisión de hacer una oposición democrática e inteligente.

P. ¿Cómo será esa oposición?

R. Tiene que ser constructiva, apoyaremos todo lo que convenga sin esperar nada a cambio, pero asimismo nos opondremos a lo que consideremos que le hace daño a los colombianos. No vamos a acudir a la violencia, no vamos a acudir a los bloqueos ni a las vías de hecho. Será una oposición democrática, estamos listos para construir. Es una oposición que busca representar los intereses no solo del Centro Democrático, sino de todo Colombia. Somos los únicos representantes de los que no votamos por Gustavo Petro, el único partido que tiene claro cuáles son los principios y convicciones que defiende.

P. El presidente Uribe no estará en el Congreso, este año no tuvieron candidato presidencial y ganó la izquierda. No ha sido un buen año para el Centro Democrático.

R. Somos minoría en el Congreso, pero pronto seremos mayoría en la calle. Todo aquel que tenga temor a este nuevo Gobierno, todo aquel que tenga miedo de perderlo todo solo tiene una opción y es el Centro Democrático. Somos el seguro de vida de los colombianos.

P. Como opositor de la alcaldía de Gustavo Petro desde el Concejo, conoció de cerca su gestión. Para algunos el Petro que ganó la presidencia no es ese que gobernó Bogotá, ¿también reconoce un cambio?

R. Petro siempre ha sido el mismo. Uno cambia, pero no tanto. Lo que vemos hoy es que aprendió de sus errores y logró construir un acuerdo con políticos que le tranquiliza a algunos sectores.

P. ¿Qué espera de su gobierno?

R. Puedo prever que va a ser un gobierno de persecución a la oposición, a los contradictores, a los empresarios, a la prensa. Creo profundamente que este va a ser un gobierno que va a afectar la economía colombiana y va a reivindicar la violencia apoyando a criminales y persiguiendo a la fuerza pública. Así como yo hice una oposición juiciosa, firme, y transparente desde el Concejo, el Centro Democrático lo hará pensando en los colombianos durante estos cuatro años.

Miguel Uribe afuera de la sede del partido Centro Democrático en Bogotá, el 4 de agosto de 2022.Camilo Rozo

P. El expresidente Uribe lo eligió para ocupar liderar la lista al Senado y le cedió su lugar, ¿cuál siente que es su responsabilidad ante el partido ahora que ocupa su puesto en el Congreso?

R. Representar los intereses de los colombianos. Nuestra apuesta no puede ser representar exclusivamente un sector político, tiene que representar a todos. El gran reto es hacer una oposición efectiva, poder realmente defender al país con resultados ante una aplanadora en el Congreso y ante una máquina, digamos, de publicidad oficial, que seguramente montará el nuevo gobierno.

P. El nuevo Gobierno ha anunciado varias reformas, ¿están igual de preocupados con todas?

R. La reforma tributaria, en primer lugar. Es completamente injusto que el Gobierno no piense en ningún esfuerzo de austeridad, de ahorro, de eficiencia y, por el contrario, plantee nuevos impuestos para asfixiar a los colombianos. Esto puede perjudicar a la clase media, ahuyentar la inversión extranjera y generar inseguridad jurídica. También nos preocupa la reforma agraria y el discurso alrededor de la tierra. Hay un discurso que ha llevado a intimidar a propietarios de tierras con invasiones o amenazas de invasiones, especialmente en el Cauca.

P. ¿Cómo ve la propuesta del canciller designado Álvaro Leyva de abrir la puerta a un proceso de acogimiento para el Clan del Golfo?

R. Me preocupa el afán de este Gobierno por promover la impunidad. Es una irresponsabilidad absoluta hablar de beneficios y de un diálogo político con organizaciones narcotraficantes y terroristas, cuando la Ley de orden público establece la posibilidad de sometimiento colectivo. Evaluar la no extradición, el perdón social para criminales y la institucionalización de la primera línea generan preocupación. Eso va a llevar a premiar a los victimarios, crear un clima de impunidad y profundizar la violencia.

P. ¿Se opondrá desde el Congreso a cualquier acercamiento con cualquier grupo armado?

R. El problema es el estatus político y los beneficios que está dispuesto a otorgar este Gobierno a los criminales, particularmente a los narcotraficantes. También está el ELN, con el que uno no puede sentarse a hablar mientras ande matando gente. Bienvenido el diálogo si dejan de asesinar, de poner bombas, de cometer crímenes. El problema son las condiciones que ofrece este nuevo Gobierno.

P. ¿Le parece que fue acertada la política de seguridad de Iván Duque?

R. Atribuirle la violencia del país al Gobierno de Duque es injusto. Cualquiera que hubiera llegado allí [a la Presidencia] se habría encontrado con lo mismo. Si bien con el proceso de La Habana se desmovilizó una parte de las FARC, han surgido las disidencias, se ha fortalecido el ELN y se ha reconfigurado el poder de los grupos al margen de la ley. Todos queremos la paz, pero no por la ruta que nos está planteando el nuevo Gobierno, que está creando un clima en el que los grupos al margen de la ley sienten la tranquilidad de acercarse, pero no para someterse. Nos han dejado claro es que en vez de aplicar el Código Penal quieren establecer un diálogo político y otorgarles beneficios, sin garantizar que no haya repetición.

P. Dicen que ve impunidad total en la propuesta de paz total del Gobierno Petro, ¿cuál cree que debe ser el camino para conseguir la paz?

R. La paz es un concepto que se construye no solamente con fuerza pública, sino que requiere inversión social. Donde uno logre abrir un espacio, desarticulando una organización criminal, tiene que llenarlo con inversión social y oportunidades. Para vencer a la organización criminal hay varios caminos. Por supuesto, está el del uso de la fuerza legítima del Estado, pero también el de un sometimiento y desmovilización, siempre y cuando no se promueva la impunidad, ni se abandone a la víctima.

P. Hace cuatro años el Centro Democrático llevó a Iván Duque a la presidencia, ¿qué legado les deja?

R. Iván Duque fue profundamente exitoso con el manejo de la pandemia. Ha sido reconocido no solo desde el punto de vista de salud, sino también desde el de la reactivación económica. Desafortunadamente, la pandemia profundizó problemas históricos que no se pudieron atender como se debía. El legado de Iván Duque, sin embargo, será haber buscado ser un presidente conciliador, de tender puentes y construir sobre lo construido. Fue un presidente que entendió que la mejor manera de hacer una política social amplia es protegiendo a la empresa, al comercio, la industria y al emprendedor.

P. Colombia se asoma este domingo a un nuevo camino, tras 20 de años del uribismo en el poder. Volviendo un poco al principio, ¿cómo se sienten ante la llegada del nuevo Gobierno?

R. El uribismo no ha gobernado los últimos 20 años. Álvaro Uribe gobernó de 2002 a 2010. Luego estuvieron Juan Manuel Santos, que no fue uribista, e Iván Duque, que tuvo una agenda propia. Ahora, que si habrá un cambio con el Gobierno de Petro está por verse porque hoy están con los mismos que gobernaron con Santos y [Ernesto] Samper.

P. El Congreso es uno de los escenarios en donde se ha visto un cambio, hay mucha gente nueva.

R. Siento una gran responsabilidad de saber que el trabajo que vamos a hacer en el Congreso es fundamental para defender este país y particularmente su democracia. Tenemos la posibilidad de ser firmes, coherentes, de defender la democracia sin complejos y promover seguridad sin tibieza, pero además construir consensos, hablar con los que piensan diferente, buscar que las discusiones políticas no sean personales, que sea sobre las ideas. Buscaremos que la reconciliación comience con los líderes políticos. A mí me tocó perdonar y reconciliarme. A mi mamá la mató Pablo Escobar cuando yo tenía cinco años, yo sé lo qué es el perdón y la reconciliación. Quisiera eso para Colombia, pero eso se logra sin impunidad.

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