Vídeos de ajedrez | Una perla de Charousek en el siglo XIX

Uno de los mejores del mundo durante su muy corta de vida, el húngaro dejó frustrados a sus admiradores, pero les regaló esta obra de arte

Fue probablemente Reuben Fine, también ajedrecista de élite, además de psiquiatra, quien mejor definió al genial Rudolf Charousek (1873-1900), fallecido a los 26 años de tuberculosis. “Reproducir las primeras partidas que produjo es como leer la poesía de John Keats [muerto a los 25]: no puedes dejar de sentir un doloroso y opresivo sentimiento de pérdida, de promesa incumplida”, dijo el ilustre estadounidense.

Ciertamente, todo —menos su talento— fue corto en la vida de Charousek, nacido cerca de Praga pero emigrado a los cinco meses de edad con su familia a Hungría. No empezó a jugar al ajedrez hasta los 16, mientras estudiaba Derecho, y tuvo que copiar a mano el Handbuch des Schachspiels —el libro de ajedrez más importante de la época, publicado en 1843— porque no le fue posible comprar un ejemplar. Sólo cuatro años más tarde produjo la maravillosa partida de este vídeo, una de las más bonitas de la historia, mientras ejercía como abogado. Y tres después, en 1896, ganó al campeón del mundo, el alemán Emmanuel Lasker. Sólo le quedaban cuatro de vida. Por eso, las palabras de Fine reflejan lo que muchos aficionados piensan al disfrutar de esta obra de arte.

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