Gúnina abre una lata con arte
La rusa, en cuyo palmarés sólo falta ser campeona del mundo femenina absoluta, produce gran belleza para romper el muro que protegía al rey oponente
Si todas las piezas propias son activas y armónicas, y a ello se añade una gran ventaja de espacio y una cuña de peones clavada en la retaguardia del adversario, la lógica indica que debe haber una combinación ganadora. Pero si las estructuras de peones están bloqueadas, ello ejercerá de coraza para el rey rival, y encontrar la manera de romper el muro requiere clase, riesgo y profundidad de evaluación.
Valentina Gúnina aúna todo ello, y más, como se aprecia en la partida de este vídeo. Nacida (1989) en el puerto lapón de Múrmansk (extremo noroeste de Rusia, frontera con Finlandia y Noruega), brilló mucho desde niña. Campeona de Europa sub 12 y sub 16, y del mundo sub 14 y sub 18 (entre otros éxitos y medallas), su palmarés como jugadora adulta es aún más impresionante: diez medallas de oro con Rusia (tres en Olimpiadas de Ajedrez, una en el Mundial por Naciones y seis en Europeos), pentacampeona de Rusia, doble campeona del mundo en la modalidad relámpago (2012 y 2023), por citar sólo sus triunfos más llamativos, ser campeona del mundo absoluta es casi lo único muy importante que no ha logrado. A sus casi 35 años es ya improbable que lo consiga. Pero sigue siendo muy valorada por sus colegas por su valía profesional y su calidad humana. En abril de 2022 firmó un manifiesto contra la agresión de Putin a Ucrania.