La mejor defensa es un buen Grischuk
El gran maestro ruso, también profesional del póquer, exhibe una sangre gélida y da un recital defensivo
Alexánder Grischuk (Moscú, 1983) es uno de los jugadores más peculiares de la élite del ajedrez. Brilló como juvenil junto al armenio Levón Aronián o el español Paco Vallejo, entre otros, pero no tanto como en la etapa adulta, cuando se convirtió en un puntal de la selección rusa, con la que ha ganado una gran colección de medallas en Olimpiadas de Ajedrez y Mundiales de Naciones. Pero al mismo tiempo era raro no verle en grandes apuros de tiempo (su habilidad bajo esa tensión extrema le llevó a ser tricampeón del mundo de ajedrez relámpago) y ejercía también como profesional del póquer.
Esa última característica se nota mucho en la partida de este vídeo, frente al malogrado azerbaiyano Vugar Gashímov en el Mundial de Naciones de 2010 en Bursa (Turquía). Grischuk exhibe una serenidad propia de un desactivador de bombas, pasea con su rey por todo el tablero y firma una victoria muy brillante, pero basada en un recital defensivo. Ciertamente, Grischuk es muy especial.
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