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El espíritu del 'Alcorconazo'

El conjunto madrileño, ahora en Segunda con la plantilla renovada y las cuentas en orden, vuelve a reclamar el protagonismo que logró al eliminar al Madrid en 2009

"Nos hubiera gustado que nos tocara un equipo grande para seguir disfrutando en los campos importantes de Primera. Ojalá logremos avanzar de ronda. Llevamos tres años haciendo cosas muy bonitas en la Copa y nos merecemos un premio". Juan Antonio Anquela, técnico del Alcorcón, resume entre la ambición y la nostalgia la historia de cuento que vive su Alcorcón en la Copa del Rey. Tras eliminar al Zaragoza en la ronda anterior, los amarillos reciben esta noche (21.00, PPV) al Levante en el vetusto estadio de Santo Domingo en la ida de los octavos con la intención de prolongar un milagro que les ha llevado a asomar la cabeza con descaro entre los modestos del futbol español.

Todo arrancó el 27 de octubre de 2009. Entonces, el Alcorcón convirtió una noche desangelada en una machada enciclopédica. El equipo de Anquela zarandeó al Madrid de Raúl, Guti, Van Nistelrooy, Benzema y compañía. Borja Pérez -en dos ocasiones-, Arbeloa -en propia puerta- y Ernesto firmaron un 4-0 y la sorpresa del año en la Copa, la enésima afrenta que recibía el Madrid en la competición. La enésima redición de David tumbando a Goliat. En el partido de vuelta en el Bernabéu, el técnico chileno recurrió a Kaká y Cristiano apelando a las heroicas remontadas madridistas pero ni por esas lograron tumbar al rocoso equipo amarillo, entonces de Segunda B (1-0). "Me quedé con una de las últimas camisetas con las que jugó Raúl en el Madrid. Además, guardo el recuerdo de aquel partido por todos los buenos futbolistas que había en el campo y que luego, caso de Guti, Van Nistelrooy o el propio Raúl, nos felicitaron, fue un honor", recuerda Borja, el goleador que esta noche regresa tras una temporada de lesiones.

El 'Alcorconazo' dio fama a los jugadores y a Anquela, "Anquelotti para los amigos", que protagonizaron portadas y hasta reportajes de moda vestidos como dandis. Los medios invadieron la localidad madrileña y los patrocinadores florecieron. Cayeron eliminados por el Athletic en la siguiente ronda, pero aquel episodio sirvió sobre todo para poner en valor un trabajo emprendido años antes aplicando criterio a la penuria. Con el equipo bordeando el descenso a Tercera, las arcas llenas de telarañas, las taquillas embargadas y una deuda importante con la Seguridad Social, los gestores del Alcorcón decidieron partir de cero. Despidieron a todos los jugadores y ficharon nuevos. En un año lograron sanear el club, negociaron el pago de la deuda y así pudieron recibir una subvención del Ayuntamiento que estaba pendiente. El siguiente paso debía ser subir el equipo de categoría, algo fundamental para aumentar los ingresos. El plan funcionó y en dos años ascendieron hasta la Segunda División, donde están ahora (undécimos a cinco puestos de la promoción a Primera). El club tiene intención de reformar el campo y ha creado una escuela con la idea de incorporar a cuatro o cinco chavales progresivamente al primer equipo cada año para abaratar el gasto en fichajes.

De los 23 jugadores de la plantilla que eliminó al Madrid, solo ocho permanecieron en el club la siguiente temporada y este curso solo se mantienen seis. El capitán Rubén Sanz, que llegó al club hace ocho temporadas, Diego Bermúdez, Sergio Mora, Rubén Anuarbe, Borja Pérez y Alberto Nagore son los encargados de rememorar la leyenda del 'Alcorconazo' en el vestuario. De éstos, Anuarbe cuenta con frecuencia en el lateral derecho; Sergio Mora y Rubén Sanz suelen formar como pareja de mediocentros, alternándose con Abraham; y el resto apenas tiene minutos. A pesar de tanto cambio Anquela se erige en garante del espíritu que le situó en el mapa. "Ni en las duras ni en las maduras cambiamos nuestra forma de jugar. Somos un equipo que solo rinde cuando sufre. Peleamos y competimos, y el día que estamos finos podemos ganarle a cualquiera. Hemos cambiado a muchísima gente. Se han marchado jugadores importantísimos, pero el espíritu y la esencia se mantienen. Los nuevos que van llegando se van adaptando a nuestra filosofía que no es otra que la del trabajo y la humildad. Nos ha costado llegar y hacernos un hueco y no queremos tirar por tierra todo eso", relata.

Esta noche, con los mismos valores, el Alcorcón inicia el reto de eliminar a su tercer equipo de Primera en los últimos tres años. Han pasado más de dos años del 'Alcorconazo', pero el espíritu permanece.

Juan Antonio Anquela, entrenador del Alcorcón
Juan Antonio Anquela, entrenador del AlcorcónLUIS SEVILLANO

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