Querido conductor
Ni pitar insistentemente te va a hacer volar, ni ignorar los intermitentes nos va a permitir adivinar tus movimientos. La carretera sigue siendo, a nivel temperamental, un territorio sin ley
Ni pitar insistentemente te va a hacer volar, ni ignorar los intermitentes nos va a permitir adivinar tus movimientos. La carretera sigue siendo, a nivel temperamental, un territorio sin ley