En la biblioteca de Eduardo Mendoza: “La corrección política en literatura me preocupa poco”
El novelista nos abre las puertas de su estudio en su Barcelona natal, la ciudad en la que se sitúan algunas de sus novelas más célebres
Como Ernest Hemingway, Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) siempre ha escrito de pie. Y a mano. Para ello se deja caer en un escritorio alto con forma de atril y un par barrotes para apoyar los pies. “Así estoy en tensión y me concentro más, relajarse es malo. Antes, los grandes escritores escribían en americana, corbata, cuello duro, vestidos como si fuesen el director de un banco. Ahora escribimos en chándal y eso está muy mal. El chándal y el ordenador perjudican al hecho de escribir”, explica en este nuevo episodio de En la biblioteca de.
Su biblioteca, dice, es “puramente funcional, modesta y suficiente”. Mendoza siempre ha sido un nómada. En Londres, estudió Sociología. En Nueva York, cuando vio la luz La verdad sobre el caso Savolta, trabajó como traductor de la ONU. Establecerse en un sitio, vivir en la misma casa, comprar muebles, cuadros... nunca ha ido mucho con él. “Por eso soy una persona a la que le encanta leer, pero que no tiene un apego especial por los libros como objeto”, explica frente a la única estantería que recorre la pared de su despacho.
Cuando era pequeño, su padre solía leerle cuentos y llevarle al teatro. Hábito que él continuó con sus hijos. “Leer y ser leído es muy importante. Yo recuerdo, por ejemplo, uno de los libros que me pareció más maravilloso cuando era pequeño que fue Tarzán de los monos. Más tarde lo he vuelto a leer y se me ha caído el alma a los pies porque es horroroso, un monumento al racismo y a la supremacía del hombre blanco. Aunque se puede seguir leyendo prescindiendo de esas cosas. La corrección política me preocupa poco”, dice con la ironía que le caracteriza.
¿Cómo es la relación de Eduardo Mendoza con los libros? ¿Dónde escribe? ¿Qué divertida anécdota tiene con Juan Benet? Descubrimos la biblioteca del novelista barcelonés en este formato de vídeo de EL PAÍS, en el que también hemos conocido la biblioteca personal del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, de escritores como Arturo Pérez-Reverte, Lorenzo Silva o Rosa Montero, políticos como José Manuel García-Margallo o personalidades de la cultura como Peridis o Juan Diego Botto.