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Tráfico de personas en TikTok: los ‘coyotes’ esquivan a Trump con ofertas en la red social

Los contrabandistas utilizan la red social para atraer a migrantes que pretenden cruzar a Estados Unidos sin documentos

Imágenes de las ofertas de los coyotes para cruzar a Estados Unidos en Tik Tok.Foto: TIKTOK | Vídeo: EPV
Nicholas Dale Leal

Suena un corrido a capela: “Y aquí tengo un consulado exprés / Donde mandamos gente a USA / Aquí no hay trámites, visas, ni pasaportes / Nuestro único requisito es traer en mano el billete”. La pegadiza canción se escucha sobre un video con imágenes de personas, presuntos migrantes indocumentados que hablan frente a la cámara, aunque no se escucha lo que dicen. Mientras, unas líneas en la mitad de la pantalla dicen: “Ya en la estancia de El Paso Tex gracias a Dios. Seguro el cruce. Más inf al privado”. Por si no quedara claro, un emoji de un pequeño pollo amarillo sirve de punto final para confirmar que esta publicación en TikTok de hace una semana es un anuncio de un pollero, o coyote, que ofrece sus servicios para pasar personas —los pollitos en la jerga online de los contrabandistas— a Estados Unidos sin documentos. Es uno de los cientos de videos similares en la red social. En ellos no hay rastro del nombre que lleva meses en boca de todo el mundo, Donald Trump.

A tenor de los videos que se suben a diario a TikTok, el tráfico de personas sigue siendo lucrativo. Sin embargo, dos meses después de su llegada a la Casa Blanca por segunda vez, y de que comenzara su cruzada contra los inmigrantes indocumentados, el flujo de personas que pasan sin papeles la frontera de México hacia Estados Unidos por el desierto, por el río, por debajo del muro o por carretera, ha caído drásticamente. Las autoridades estadounidenses comparten con orgullo que las detenciones en la frontera se han reducido a “mínimos históricos”: en febrero hubo solo 8.000 encuentros con migrantes en la frontera, una reducción del 94% frente al mismo mes un año antes. Es la evidencia de que la cruda estrategia de disuasión, desplegada con las historias de redadas y detenciones arbitrarias, las imágenes de migrantes en grilletes enviados a sus países, o más recientemente, a las infames cárceles de Nayib Bukele en El Salvador, está funcionando. La gente ya no se la quiere jugar. Algunos incluso han emprendido el camino inverso, de regreso al sur de donde partieron. Pero no todos.

Los conocedores de los recovecos de la que tal vez es la frontera de la que más se habla en el mundo, los coyotes o polleros, siguen ofreciendo sus servicios. Y lo hacen con esos videos promocionales en TikTok, la red social del momento. Algunos son una animación de aviones, automóviles o barcos de caricatura recorriendo los países del mapa hacia el norte. Otros, claramente generados por inteligencia artificial, muestran una imagen del muro fronterizo, un carro al lado y algunas personas caminando hacia la barrera metálica abierta. Algunos más muestran supuestos cruces reales de personas corriendo por un campo de arbustos secos o pasando por un túnel largo o en carro por el puesto fronterizo sin siquiera una pregunta, como quien pasa un peaje automático, lo que en la vida real resulta inverosímil. Los más sencillos son solo una imagen de un avión con texto por encima que dice que el servicio incluye comidas, guías, boletos, hoteles, etc. Los corridos, ese género musical mexicano cuyo lugar de nacimiento es precisamente el vasto norte fronterizo, en los que se celebran las hazañas de los coyotes son la banda sonora más común.

Pero la mayoría de los videos son de personas, en grupo o solas, hablando a cámara. “Hoy, 12 de marzo, a las 09:55 estamos en El Paso, Texas, gracias a Juan”, dicen, serios, un hombre tras otro en un video. La misma estrategia de mercadeo utiliza El Flako, que publicó un video hace un par de días en el que se ven a cinco mujeres y un hombre en lo que parece ser una habitación de hotel. “¡Hola! Hoy, 17 de marzo, llegamos ya a McAllen. Muchas gracias a nuestros guías, a las personas que nos acompañaron, nos trataron muy bien. Llegamos muy bien. Gracias por la Coca-Cola. Gracias por las aguas, por toda la atención”, dice alegremente una mujer con acento colombiano. Tras un paneo donde todos sonríen, otra mujer cierra el anuncio con una garantía de calidad: “Excelente servicio”.

Imágenes de las ofertas de los coyotes para cruzar a Estados Unidos en Tik Tok.

La estrategia publicitaria es transparente: para promocionar un servicio que suele provocar miedo en los posibles clientes por su conocida asociación a las redes de crimen organizado, la idea es generar confianza. Muchas cuentas se definen como agencias de viajes y buscan dar la apariencia de negocios legítimos, sin sombras. Pero las dudas no se disipan completamente. No hay manera de comprobar que efectivamente las personas están donde dicen estar, y en muchos videos se percibe que el mensaje es pronunciado bajo algún tipo de coerción. En cualquier caso, la realidad es que, en este negocio, el cliente no tiene margen para exigir, las garantías no valen nada y, al contratar un servicio, las personas se están entregando ciegamente a lo que podría ser una red de trata, y se exponen a ser secuestrados, abandonados e incluso a morir. Como atestiguan las cientos de cruces anónimas por los que perdieron la vida en el desierto o las matanzas de migrantes que trataban de llegar a Estados Unidos.

Aun así, el contrabando es un negocio y, de primeras, para los interesados el trato es amable, servicial y muy claro. “Si mi hermano digame”, contesta a un mensaje inicial el usuario que se hace llamar El Flako. “Asta destino estoy cobrando 5000 [dólares] desde Ciudad de México. Ya si vas asta New York el precio sube a 7 mil. La garantía que solo pagas 1000 al momento de que te levante. Y el resto en destino”, explica en el chat de TikTok, antes de proporcionar su número de teléfono para pasar la conversación a WhatsApp, más seguro porque está encriptado. Se puede pagar por transferencia, asegura. “No yo no cruzo desierto. Mi trabajo es por camarote. O por yate”, contesta a la duda de si hay que caminar por el desierto, antes de detallar las dos opciones que maneja. Ante más preguntas, el relato se enreda. Ofrece cruzar en yate por Mexicali, que no tiene mar o río; por Laredo el cruce es en lancha, dice, y al otro lado, una “troka [camioneta] o carro” hasta Houston y de ahí otro carro hasta el destino final.

La conversación con la cuenta cuyo nombre es sencillamente “viajes a usa” se va inmediatamente a WhatsApp. “No se preocupe amigo”, escribe, tranquilizando al usuario nervioso por la mano dura de Trump. Explica en una secuencia rápida de mensajes que la primera parte del viaje es hasta Ciudad Juárez, en México, y ahí se descansa con alojamiento y comida incluida. Después de eso, el “brinco”: se cruza la frontera a El Paso, Texas, donde está esperando alguien más que hace el traslado hasta el destino final. Luego, la voz de una mujer da todavía más detalles en un audio: “Mire, tengo pasadas por el puente en carro, tengo por alcantarilla, y tengo por túnel y muro. No brinca cerros. No brinca ríos. No brinca muros. El muro es por debajo y, pues, la del puente es en carro. Pasas seguro y con papeles”. Los precios son similares. Por túnel: 6.000 dólares. Por el puente, con papeles falsos: 7.500. Para un destino diferente a El Paso, se agregan 2.500 dólares.

Difícilmente podría ser más sencillo. “Para cuándo quiere viajar?”, “tengo salidas diarias amigo”, insisten las personas detrás de las cuentas. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las autoridades de los países afectados saben desde hace años que las redes sociales se están usando para el contrabando de personas. Pero los usuarios saben evadir a las fuerzas de seguridad, por ejemplo, pasando a servicios de mensajería encriptados para conversar sin tapujos. TikTok, por su parte, asegura que el tráfico de personas está prohibido en su plataforma y que reporta los casos que encuentra. La proliferación de cuentas de coyotes o polleros pone en duda esa afirmación.

El auge de TikTok se dio después de la pandemia, cuando los contrabandistas se dieron cuenta de que ahí podían alcanzar a sus potenciales clientes más fácilmente después de años en otras plataformas como Facebook o Instagram. La explosión de la ruta por el Tapón del Darién, por ejemplo, se dio en gran parte por la viralización de videos de migrantes que contaban cómo habían cruzado la selva, abriendo así una puerta que siempre había estado cerrada. Los coyotes simplemente han seguido las tendencias.

Los contenidos de los videos más recientes también lo demuestran. Los que fueron publicados hace meses, cuando Joe Biden todavía era presidente de Estados Unidos, anunciaban cruces con citas para solicitar asilo a través de la aplicación CBP One. Ese servicio ya no se ofrece ahora, con Trump instalado y la aplicación convertida en CBP Home, una app para la “autodeportación”.

Aunque no lo parezca por los videos, el negocio se ha resentido. Un coyote, identificado únicamente como Don Luis, responde escuetamente a las preguntas de EL PAÍS. El negocio ha bajado un 80% en los últimos meses, asegura. ¿Y los precios? Han bajado también, dice. Oferta y demanda elemental. Hace unos meses, algunos medios publicaban que los cruces estaban por hasta 18.000 dólares. De ser reales esos reportes, supone una reducción en los precios del 60%. Ante la llegada de Trump y la militarización de la frontera, tanto por el lado estadounidense como mexicano, las rutas también han cambiado, asegura este pollero.

Es paradójico. Los contrabandistas se han visto obligados a sumergirse todavía más en las sombras, a hacer aún más profundas sus redes subterráneas para burlar a la migra, pero al mismo tiempo usan TikTok como quien vende sus productos a plena luz del día. Y, en medio, el migrante que busca reencontrarse con su familia, el que se lanza a su suerte para sostener a sus seres queridos que se han quedado miles de kilómetros más al sur y demás historias de personas que hacen caso omiso a los designios del hombre que firma decretos en el Despacho Oval y comienzan su travesía, con un mensaje escrito después de ver una publicación de TikTok que dice: “Seguimos trabajando seguimos cumpliendo sueños siempre de la mano de Dios [...] cruce directo a los EEUU”.

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Sobre la firma

Nicholas Dale Leal
Periodista colombo-británico en EL PAÍS América desde 2022. Máster de periodismo por la Escuela UAM-EL PAÍS, donde cubrió la información de Madrid y Deportes. Tras pasar por la Redacción de Colombia y formar parte del equipo que produce la versión en inglés, es editor y redactor fundador de EL PAÍS US, la edición del diario para Estados Unidos.
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