‘Muertos S.L.’ riega de humor negro el día a día en una funeraria

El actor Carlos Areces tiene en su casa una colección de unas 150 fotografías post mortem que en 2021 recopiló en un libro. Posiblemente no haya persona más apropiada para encabezar el reparto de una comedia ambientada en una funeraria. “Mi relación con la muerte supongo que es como la de la mayoría de la gente: me obsesiona y me aterra”, dice el actor sentado en la cafetería de esta falsa funeraria. “Es un tema que...

El actor Carlos Areces tiene en su casa una colección de unas 150 fotografías post mortem que en 2021 recopiló en un libro. Posiblemente no haya persona más apropiada para encabezar el reparto de una comedia ambientada en una funeraria. “Mi relación con la muerte supongo que es como la de la mayoría de la gente: me obsesiona y me aterra”, dice el actor sentado en la cafetería de esta falsa funeraria. “Es un tema que me intriga y apasiona, pero no tengo ningún tipo de pensamiento metafísico ni trascendente, yo creo que esto es lo que hay y luego se acaba, lo cual tiñe todo de una cierta amargura, pero qué le vamos a hacer”, reflexionaba la semana pasada en la pausa para comer durante el rodaje de la segunda temporada de Muertos S.L.

Areces está vestido con el uniforme de Dámaso, el diligente (y un tanto ruin) encargado de la funeraria Torregrosa; un trepa que, al morir el dueño de la empresa, ve ante él la opción de ascender, posibilidad truncada al asumir el mando la viuda de su antiguo jefe, una mujer que no conoce nada sobre el funcionamiento de esta peculiar pyme.

Muertos S.L. es la nueva comedia creada por Alberto y Laura Caballero junto a Daniel Deorador, Julián Sastre, Nando Abad y Araceli Álvarez de Sotomayor. Los ocho capítulos de su primera temporada se estrenan en Movistar Plus+ el 4 de abril mientras que su segunda tanda de episodios termina de rodarse estos días. En la nave de un polígono industrial de Navalcarnero (Madrid) han recreado una funeraria con todo lujo de detalles. Tanto que algunos miembros del equipo se santiguaban al entrar los primeros días. La recepción conecta con varias salas para velatorios, una cafetería y una sala multiconfesional. Dos pisos por debajo están las oficinas de la funeraria, el despacho del director (ahora, directora), las cámaras frigoríficas, el horno crematorio y la sala de tanatopraxia. Todo está equipado con material real. Los guionistas se documentaron a fondo visitando tanatorios para tomar nota sobre un trabajo muy poco conocido. Un tanatopractor les ha ayudado a con el equipamiento y a colocar y aprender el manejo del material, y estuvo presente en el plató cada vez que en la primera temporada rodaban escenas en la sala de tanatopraxia.

Los responsables de La que se avecina, El pueblo y Machos alfa querían situar su siguiente comedia en un entorno de trabajo. The Office es una serie que se menciona en varias ocasiones en las entrevistas para este reportaje. “Queríamos hablar de la pyme española. El 80% del tejido empresarial es de este tipo de empresas, que se aleja del modelo de otros países”, explica Alberto Caballero, cocreador y productor ejecutivo de Muertos S.L. “El tema de la muerte no deja de ser un envoltorio que da personalidad a la serie, pero queríamos contar conflictos laborales, piques, miserias, vidas muy grises, que es lo que nos divierte. Queríamos ver gente que entiendas por qué no son felices”.

“Cuando te metes en una serie, hay una parte de ti que elige el tema porque le ves posibilidades y te llama la atención, y también porque es una forma de aprender cosas. Esta está relacionada, claramente, con la crisis de la mediana edad. Tus referentes de tu infancia y juventud ya no están, ves a gente de tu generación que muere…”, dice Alberto Caballero.

Adriana Torrebejano, Salva Reina, Diego Martín, Ascen López, Aitziber Garmendia, Gerald B. Fillmore, Roque Ruiz y Amaia Salamanca son algunos de los nombres de un reparto lleno de caras familiares para los seguidores de otras series de los Caballero. Explican que usan sus producciones como caladeros donde pescar talento: cuando descubren a alguien que destaca en un papel pequeño, buscan cómo darle más protagonismo en su siguiente historia. Roque Ruiz estuvo en más de una decena de capítulos de El pueblo y Ascen López, Aitziber Garmendia y Adriana Torrebejano habían tenido pequeños papeles de Machos alfa. Diego Martín y Carlos Areces son ya habituales de sus series. “Aparte del talento, nos interesa trabajar con gente muy maja. Tardas más en grabar por el ambiente colegial, pero hay una energía que trasciende y a la gente le llega. Intentamos crear grupos que se lleven muy bien”, explica Laura Caballero, directora y productora de la serie.

Los capítulos de 30 minutos de Muertos S.L. destilan humor negro en situaciones que en unos casos son muy reconocibles y, en otros, un tanto desquiciadas. “Tiene mucho que ver con el ADN de lo que nos gusta de Laura y Alberto Caballero y que conecta con sus primeras series pero actualizándolo. Es pura sitcom”, resume Susana Herreras, productora ejecutiva de Movistar Plus+. “En sus series buscan siempre la incomodidad y la reflexión. Aunque parezcan muy ligeras, siempre hacen chistes en el límite de lo políticamente correcto y planteando temas de fondo muy interesantes”, describe la productora, que señala al acoso sexual, el empoderamiento tardío o dinámicas laborales como la competencia o el enchufismo como algunos de esos temas.

Las situaciones más sorprendentes tienen que ver, por supuesto, con la temática mortuoria, y algunas de ellas están basadas en casos reales. Por ejemplo, preparar un funeral para una ex tras una ruptura dolorosa. O el deseo de despedir a una persona amante de las motos poniendo el cuerpo sobre una moto en lugar de un féretro. O los funerales low cost, con alquiler de ataúdes y velatorios exprés. “Mi escena favorita de la primera temporada es un señor que viene a contratar su propio sepelio porque se va a suicidar. Le atiende el becario y no sabe cómo reaccionar a eso. Viene el tanatopractor y le pregunta si ha pensado qué tipo de suicidio será porque cambia el precio si hay que reconstruir. Es una escena con la que, a lo mejor, en la televisión en abierto habríamos tenido más problemas”, dice Alberto Caballero.

Lo que tenían claro es que no querían mostrar escenas fuertes o gores. “No estamos haciendo Dexter, no se hace hincapié en eso”, dice Laura Caballero. Aun así, recuerda que cuando el tanatopractor explicó el primer día a Adriana Torrebejano cómo era su trabajo, tuvo que parar unos minutos porque la actriz estaba a punto de marearse.

Las series de los hermanos Caballero comparten algunos aspectos, más allá de algunos actores. “Trabajan una línea de humor que a mí me hace mucha gracia, han tenido siempre un fino humor negro”, dice Carlos Areces. “Son capaces de conectar con un amplio sector del público sin hacer concesiones facilonas, sin venderse. Se meten en jardines, y eso hace que conecten con el público”, añade el actor. Al mismo tiempo, cada una de sus producciones tiene una identidad propia. En Muertos S.L., Laura Caballero destaca el uso del zoom como elemento narrativo que ha llevado a que incluso la interpretación de los actores se amolde a ello, con un toque más naturalista. “Eso le da un aspecto de reality o documental. Hay muchos puntos de vista raros, como si hubiera alguien espiando…”, cuenta la directora sobre el uso de la cámara. También están en esta serie las primeras escenas improvisadas que han rodado: las divertidas secuencias que acompañan a los títulos de crédito finales de cada capítulo.

Ahora, los hermanos Caballero tienen que hacer equilibrios entre los rodajes de su series: La que se avecina para Telecinco y Prime Video, Machos alfa para Netflix y Muertos S.L. para Movistar Plus+. “Tarde o temprano la cagaremos en algún momento, pero estamos intentando retrasar ese momento todo lo posible, y ojalá no sea en esta, porque por personajes, trama y rollo, creo que tiene mucho que dar”, dice Alberto Caballero. “Tenemos un personaje que está de baja en la funeraria, Carmen, un personaje en off, que ojalá podamos descubrir quién es en la 10ª temporada”, remata.

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