El ‘hilo invisible’ que revolucionará la industria
Las máquinas dejarán de estar atadas entre sí por un cable de ethernet, por lo que una fábrica conectada al 5G podrá reconfigurarse al instante. Como consecuencia, será más flexible, ágil y productiva
Velocidad es para muchos el concepto que mejor se asocia al despliegue de la red 5G de telefonía. Más datos, transmitidos con una latencia imperceptible, para una mejor experiencia digital. Pero, aunque la publicidad nos haya acostumbrado a asociar el 5G al teléfono móvil en entornos de ocio, lo cierto es que su impacto en la industria probablemente sea aún mayor. Y ahí ofrece velocidad, sí, pero también productividad, y, probablemente lo más importante, una enorme flexibilidad y fiabilidad.
“El 5G en la industria es una revolución, no una evolución”, asegura Manuel Lorenzo, director de Tecnología e Innovación de Ericsson para España. En este momento, explica, confluyen necesidad y tecnologías, que no siempre están acopladas. El sector industrial de países como España necesita ganar competitividad, y el 5G es una enorme oportunidad para lograrlo, un tren que no se puede perder. Lorenzo está convencido de que esa revolución se va a producir, básicamente porque no hay vuelta de hoja: “La industria es una esponja que absorbe todo, y lo absorbe todo porque se juega la competitividad”.
Pero, ¿en qué va a cambiar la industria con el despliegue del 5G? ¿Más robots, realidad virtual, uso del big data...? “Si hablamos de un solo caso de uso, haremos como cuando hace treinta años se decía que el caso de uso de internet era el correo electrónico. En realidad, las posibilidades son enormes”, explica el directivo de Ericsson. Lo más importante, en su opinión, es un concepto: flexibilidad. “Hasta el momento, la mejor manera de transmitir datos entre las máquinas era un cable de ethernet industrial. Las máquinas estaban atadas. Ahora, el 5G transmite más y más rápido: es como un cable invisible que acaba con la rigidez de la fábrica. Así los gestores pueden replantearse la configuración de las fábricas con una enorme agilidad”.
El 5G en la industria es una revolución, no una evoluciónManuel Lorenzo, director de Tecnología e Innovación de Ericsson
Y hay más, también fuera de la fábrica: ese cable invisible capaz de unir a todos los elementos de la producción, permite, por ejemplo, controlar al detalle y a distancia la calidad del proceso, o compartir información con expertos en tiempo real.
Cada milisegundo importa
Una de las aplicaciones del 5G en la industria que se prevé más recurrente es el uso de robots colaborativos, sin apenas supervisión humana. En estos casos, la sincronía ha de ser casi absoluta, cuestión de milisegundos (la milésima parte de un segundo), y, por eso, el edge computing (literalmente, computación en el filo) es un elemento clave en el futuro de la industria. Se trata de acercar la computación en la nube a los emisores y receptores de los datos, de tal forma que se recorten los tiempos en la transmisión de la información.
Lorenzo lo ejemplifica con un caso ya real, desarrollado para un astillero de Navantia en Ferrol por Ericsson, con Telefónica y las empresas tecnológicas Idronia y Cinfo. “Se trata de una factoría donde se fabrican productos que valen miles de millones de euros; la sincronía en la transmisión de los datos, para aumentar la productividad y evitar errores, es fundamental. Y con el edge computing [computación en el borde de la red, lo que implica un procesamiento más rápido de los datos], la coordinación entre los robots y las aplicaciones se orquesta óptimamente, ejecutándose a sólo decenas de kilómetros del astillero, o dentro del propio astillero si fuera necesario. Si se hiciera basándose en tecnología de nube convencional las enormes distancias y retardos involucrados harían inviable el servicio”, explica.
Imprescindible para la industria del motor
Con una producción anual de 2,2 millones de vehículos en 2020 (2,8 millones en los dos anteriores, sin pandemia) y una aportación aproximada al PIB del 8,5% y al empleo del 9%, gran parte del futuro de la industria en España depende de cómo le vaya al sector de la automoción, con fábricas en diez comunidades autónomas. Y a la revolución de las comunicaciones añade su propia revolución, la de la electrificación.
El 5G es clave para el desarrollo de las ‘smart factories’ en aspectos como el control del ‘software’, la comunicación del equipo con la fábrica o el procesamiento en tiempo real de los procesosNoemí Navas, portavoz de Anfac
Como explica Noemí Navas, portavoz de Anfac, la asociación de los fabricantes, “el nuevo vehículo electrificado, a pesar de contar con menos piezas que uno de combustión, es mucho más complejo en su desarrollo y ensamblaje”. “Nuevas tecnologías de conectividad, software para gestionar el rendimiento y eficiencia de la batería, procesamiento de datos para la autonomía del vehículo... son cada vez más las soluciones tecnológicas que se incorporan para dar un mayor y más completo servicio de movilidad a los usuarios. Por ello, las facilidades que la tecnología 5G puede aportar en el desarrollo de las smart factories es clave para aspectos como el control del software, la comunicación del equipo humano con la misma fábrica o el procesamiento en tiempo real de los procesos”, añade.
También en esta área ya se han puesto en marcha pasos significativos, como la conectividad 5G en una planta del fabricante de componentes de automóviles Gestamp, proyecto desarrollado por Ericsson y Telefónica, y el programa 5G-Induce, en la fábrica de Ford en Valencia.
Las potencialidades de la nueva red de telecomunicaciones se han aplicado en la factoría valenciana a los llamados AGV (Vehículos de Guiado Automático), la flota que mueve piezas y materiales en la fábrica. “En instalaciones tan grandes, y la fábrica de Ford en Valencia es la mayor que tienen en Europa, la logística interna se puede convertir en un cuello de botella”, explica Lorenzo. “Con el 5G y el edge computing evitamos problemas con los AGV, operando en tiempo real, y también estamos trabajando en el control gestual de los vehículos y en la presencia inmersiva en fábrica de los expertos mediante soluciones de realidad aumentada”. “Casos como estos, con empresas muy grandes involucradas, nos demuestran que en España ya hay cierta masa crítica con el uso del 5G. El impulso a la innovación es evidente”, concluye el ejecutivo de Ericsson.