Cae en Alicante un peligroso fugitivo lituano tras ser detenido por un presunto abuso sexual

El detenido está acusado en su país de narcotráfico y de un homicidio en una cafetería

Imagen facilitada por la Guardia Civil del detenido.

Un nombre al pasar un control rutinario. Otro, al ser detenido por un supuesto delito de abuso sexual. Y un tercero, tras su puesta a disposición judicial. Las diferentes versiones de sus datos ofrecidas por un ciudadano lituano residente en Altea (Alicante) fueron las que llevaron a la Guardia Civil a indagar sobre su verdadera identidad. Y así fue como, desde el país báltico, las autoridades informaron de que se trataba de un prófugo de la justicia, “violento, armado y peligroso”, al que se busca por tráfico de drogas y por un homicidio en grado de tentativa. El joven, de 24 años, espera su ...

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Un nombre al pasar un control rutinario. Otro, al ser detenido por un supuesto delito de abuso sexual. Y un tercero, tras su puesta a disposición judicial. Las diferentes versiones de sus datos ofrecidas por un ciudadano lituano residente en Altea (Alicante) fueron las que llevaron a la Guardia Civil a indagar sobre su verdadera identidad. Y así fue como, desde el país báltico, las autoridades informaron de que se trataba de un prófugo de la justicia, “violento, armado y peligroso”, al que se busca por tráfico de drogas y por un homicidio en grado de tentativa. El joven, de 24 años, espera su extradición y la Audiencia Nacional ha decretado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza.

El caso comienza el pasado 29 de mayo, según han relatado fuentes de la Guardia Civil de Alicante en un comunicado. Una joven denuncia al ahora detenido por un supuesto abuso sexual, caso del que no han trascendido más detalles. Durante su arresto, señala que va indocumentado y da sus datos a los agentes. Uno de los guardias civiles reconoce al presunto delincuente de un control rutinario anterior, en el que también alegó carecer de papeles y dio otro nombre distinto.

Los efectivos comienzan a sospechar, por lo que tras pasar a disposición judicial, le vuelven a pedir los datos. Y en esa ocasión, da una tercera identificación distinta, acompañada esta vez de un documento lituano con su retrato. La Guardia Civil decide entonces recopilar todos estos hechos y enviar a través de la Interpol una reseña con la fotografía y las huellas dactilares del sospechoso a Lituania, su país de origen. La respuesta de las autoridades bálticas es inmediata. Las tres identidades facilitadas por el detenido son falsas y la real corresponde con un prófugo “buscado por un delito de homicidio, relacionado con temas de tráfico de drogas y que posee una Orden Europea de Detención y Extradición (OEDE) en vigor”. Además, avisan de que “se le considera violento, armado y peligroso”.

Los hechos por los que se le busca son dos. Según relatan las autoridades lituanas a las españolas, en verano del 2015, “el detenido fue interceptado en su país con un acopio de diferentes tipos de sustancias estupefacientes, como marihuana, hachís, MDMA, cocaína, anfetaminas o MDMN”, explican las fuentes de la Guardia Civil. Pero la posesión y distribución de ese material no era el delito principal. Dos años después, en agosto de 2017, “el joven protagonizó un altercado con unas personas en una cafetería de Vilna”, la capital lituana. Sacó una pistola semiautomática TT, disparó hasta en cuatro ocasiones hacia dos individuos y mató accidentalmente, con una bala rebotada, a un cliente de la cafetería que se encontraba ocasionalmente en el lugar.

Por todos estos años, en su país de origen pueden condenar al fugitivo hasta a 20 años de prisión, señala el Instituto Armado, por “tráfico de drogas, homicidio en grado de tentativa, un delito de lesiones graves, un delito de posesión ilegal de armas de fuego y munición y otro de alteración del orden público”.

La información remitida desde Vilna lleva a la Guardia Civil de Altea a iniciar un “importante dispositivo” de búsqueda del sospechoso, que había quedado en libertad con cargos, y en espera de juicio, por el supuesto abuso sexual. Finalmente, lo localizan en una vivienda de campo ubicada en una “zona aislada y de difícil acceso”. Los agentes desplazados lo capturan “con todos sus efectos personales empaquetados, al parecer para fugarse nuevamente”. Tras su detención, pasa a disposición judicial en la Audiencia Nacional, donde espera su extradición.

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