Calma aparente en el PSOE ante el declive de las encuestas

Los líderes regionales del partido por ahora callan o esperan que Ferraz sepa reconducir la situación

Pedro Sánchez, en la celebración del Día de la Rosa del PSOE en Huesca.Foto: atlas | Vídeo: JAVIER BLASCO (efe) / atlas

“No tenemos opinión de cada encuesta”, aclaran desde el Partido Socialista cada vez que surge un nuevo sondeo. Es una respuesta repetida últimamente en Ferraz, sede nacional de los socialistas: desde otoño el descenso del partido es lento pero constante. En marzo, ocho de nueve encuestas le dieron que caía en votos.

Ahora, además, se añade un problema nuevo. Metroscopia ha detectado un crecimiento en intención ...

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“No tenemos opinión de cada encuesta”, aclaran desde el Partido Socialista cada vez que surge un nuevo sondeo. Es una respuesta repetida últimamente en Ferraz, sede nacional de los socialistas: desde otoño el descenso del partido es lento pero constante. En marzo, ocho de nueve encuestas le dieron que caía en votos.

Ahora, además, se añade un problema nuevo. Metroscopia ha detectado un crecimiento en intención de voto de Podemos, que se acerca peligrosamente al PSOE, mientras Ciudadanos mantiene la distancia con los socialistas. Los de Pedro Sánchez pudieron decir en verano que daban por ganada “la batalla de la izquierda” gracias a lo que decían las encuestas, que los situaban por encima de Podemos. Ahora esos sondeos dicen que pierde la batalla por el centro contra Ciudadanos y que la batalla por la izquierda no estaba tan ganada. De momento no se dan por aludidos.

“Hay encuestas de toda índole, pero en este momento las encuestas son poco indicativas de nada porque no hay elecciones a la vista”, dijo ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, que añadió que confía plenamente en su partido: “La encuesta real son las elecciones y las ganará de manera clara el PSOE”. Y si algo está fallando, confían fuentes de la dirección del PSOE en Castilla-La Mancha, el partido sabrá reconducirlo: “Está claro que los votantes socialistas esperan una reacción de la estrategia de Ferraz y nosotros tenemos confianza de que la dirección lo hará”, dicen. El resto de presidentes no ha hecho o ha declinado la opción de hacer valoraciones.

Desde la dirección federal añaden tres matices: uno, la movilización de la izquierda llegará cuando se convoquen elecciones; dos, las encuestas internas les dan un panorama no de victoria, pero aún de segunda fuerza muy cerca del PP; y tres, todas estas encuestas son sobre las elecciones generales, pero antes serán con toda probabilidad las municipales, autonómicas y europeas. Pedro Sánchez ha repetido una y otra vez que el PSOE será la sorpresa y se convertirá en el primer partido en votos de España.

Quizá será así, pero si el CIS de la primera semana de mayo da una nueva caída al PSOE —el Centro de Investigaciones Sociológicas no publica encuesta electoral desde enero—, los nervios crecerán.

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Por ahora, queda tiempo y hay razones para no desesperar. El promedio de encuestas le da ahora al PSOE un 21%, mientras que en las elecciones de junio 2016 los socialistas sacaron 22,6%. Cae, pero es recuperable, piensan.

Sánchez se defiende con que las encuestas siempre se han equivocado con él: el sorpasso de Podemos y las primarias contra Susana Díaz. “Es un dejà vu”, dice. Este viernes en TVE le volvieron a preguntar si estaba preocupado por los sondeos: “Honestamente, no”, dijo. “Mi experiencia es que al PSOE le tratan mejor los españoles en las urnas que los estudios demoscópicos”.

La exigencia de calma es razonable y, por ahora, aceptada. Los primeros que tienen elecciones son los presidentes autonómicos y alcaldes. A todos los dirigentes les conviene que el PSOE nacional vaya bien en las encuestas. Un partido nacional fuerte tira del carro hacia arriba para todos. Si eso no ocurre, y las elecciones se van acercando, algunos pueden pensar que les conviene más bajarse de un barco a la deriva. Por ahora, sin embargo, el discurso es de tensa espera.

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