Alemania reabre el caso Loveparade en el que murieron dos jóvenes españolas

El accidente tuvo lugar el 24 de julio de 2010 en Duisburgo y acabó con la vida de 21 personas

Asistentes al festival musical Loveparade de Duisburg (Alemania) en 2010.AFP

La tragedia del festival Loveparade, que tuvo lugar en la ciudad de Duisburgo el 24 de julio de 2010, acabó con la vida de 21 personas, entre ellas dos jóvenes españolas, y dejó más de 600 personas heridas. Además, causó un escándalo nacional porque, algo raro en la justicia alemana, nunca hubo un juicio para determinar las responsabilidades del Ayuntamiento de la ciudad, q...

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La tragedia del festival Loveparade, que tuvo lugar en la ciudad de Duisburgo el 24 de julio de 2010, acabó con la vida de 21 personas, entre ellas dos jóvenes españolas, y dejó más de 600 personas heridas. Además, causó un escándalo nacional porque, algo raro en la justicia alemana, nunca hubo un juicio para determinar las responsabilidades del Ayuntamiento de la ciudad, que autorizo la famosa Loveparade, y tampoco contra los organizadores de la famosa fiesta y los responsables de la policía.

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Pero ahora, casi siete años después de la tragedia, que acabó para siempre con la famosa fiesta musical en Alemania, la Audiencia Territorial de Düsseldorf anunció el pasado lunes, la apertura de un proceso contra diez personas, acusadas de homicidio y lesiones por negligencia.

La medida anunciada por la Audiencia Territorial deja sin efecto una decisión de una Corte de Duisburgo, que rechazó hace un año llevar a juicio a los imputados. Seis funcionarios del Ayuntamiento de la ciudad y cuatro empleados de la empresa que organizó la fiesta, por considerar que las acusaciones presentadas por la fiscalía no eran consistentes. La medida de la Corte de Duisburgo fue calificada en su momento como una bofetada en el rostro de las víctimas”, por un abogado de los padres de una de ellas.

Al cumplirse seis años de la catástrofe, los familiares de las víctimas se reunieron en el lugar donde tuvo lugar la tragedia para rendirle un homenaje a los jóvenes que murieron pisoteados y también para anunciar que habían reunido más de 360.000 firmas para pedir justicia.

El clamor de los familiares fue escuchado por la Audiencia Territorial de Düsseldorf que señaló en un comunicado que las acusaciones demuestran con un “grado razonable de probabilidad” la responsabilidad de los acusados. Según la Audiencia Territorial las investigaciones llevadas a cabo demuestran que la negligencia de los acusados fue la causa de las muertes y las lesiones que se produjeron el 24 de julio de 2010.

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Ese día, casi un millón de personas llegaron a Duisburgo para participar en la famosa fiesta de música tecno. Pero el lugar elegido para celebrar el evento solo tenía capacidad para 250.000 personas. Cuando los organizadores, ayudados por la policía, decidieron cerrar las entradas de ingreso al recinto, una vieja terminal ferroviaria, convencieron a decenas de miles de personas para buscar una entrada alternativa. El intento de acceder a través de un túnel peatonal de escasos dieciséis metros de ancho desató la tragedia.

La estrechez del túnel, la falta de oxígeno, el calor y la ansiedad generaron un pánico masivo que desató una estampida humana que aplastó a 21 jóvenes. Entre ellos, a Clara Zapater y Marta Acosta, dos estudiantes españolas de 22 años, de Psicología y Filología inglesa en la universidad de Munster, que habían llegado a la ciudad para festejar el fin de curso con una treintena de compañeros de Erasmus.

“Era un caos mortal programado de antemano”, señalo el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, al criticar el uso del túnel de 100 metros de largo y dieciséis de ancho. “La policía no tenía un plan de seguridad apropiado”, añadió la revista Der Spiegel en su web.

La fiscalía de Duisburgo y los abogados de los familiares de las víctimas celebraron la decisión de la Audiencia Territorial de Düsseldorf de ordenar la apertura de un proceso penal . “Es un alivio para los familiares de las víctimas que han tenido que esperar mucho tiempo para que se haga justicia”, dijo el abogado Julius Reiter que representa a unas 100 familias.

“En nuestra opinión hubo un sobreaforo criminal que merece ser juzgado y castigado”, señaló, por su parte, Francisco Zapater, el padre de Clara, en un mensaje enviado a varios medios españoles. "Ha sido una excelente noticia para nosotros, que queremos compartir con todos los que han estado a nuestro lado para que se hiciera juicio”, añadió

El juicio aún no tiene fecha.

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