La presidenta del Parlamento balear expulsada de Podemos maniobra para no dejar el puesto

Xelo Huertas pide a la cámara que no decida sobre su futuro hasta que se resuelva su demanda contra el partido

La presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas.Atienza (EFE)

La todavía presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, expulsada del grupo parlamentario de Podemos la semana pasada, ha maniobrado para aferrarse a su puesto al frente de la cámara autonómica y evitar el debate sobre su destitución. Para ello ha registrado un escrito ante la mesa de Parlamento en la que solicita que no se adopte "ningún acuerdo" en base a su expulsión del grupo parlamentario que pueda afectar a sus derechos fundamentales, hasta que los tribunales resuelvan sobre la demanda que p...

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La todavía presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, expulsada del grupo parlamentario de Podemos la semana pasada, ha maniobrado para aferrarse a su puesto al frente de la cámara autonómica y evitar el debate sobre su destitución. Para ello ha registrado un escrito ante la mesa de Parlamento en la que solicita que no se adopte "ningún acuerdo" en base a su expulsión del grupo parlamentario que pueda afectar a sus derechos fundamentales, hasta que los tribunales resuelvan sobre la demanda que presentó contra el partido.

La mesa del Parlamento está convocada para este martes y está previsto que se trate la aplicación del artículo 39 del reglamento de la cámara, que establece que cuando un miembro de la mesa abandona su grupo parlamentario tiene que dejar también su puesto en la misma. Esto comportaría la baja automática de Huertas como presidenta del hemiciclo, aunque en los últimos días el PP ha puesto en duda el sentido de este artículo y su aplicación, anunciando que pedirán "informes externos" a expertos en derecho autonómico para corroborar que la destitución de Huertas se ajusta a la legalidad.

La mesa del Parlamento cuenta con cinco miembros, de los cuales uno es Huertas, que hasta ahora pertenecía a Podemos. Otros dos miembros se los reparten los socios de la formación morada, PSIB y MÉS, mientras que los dos restantes son del PP. Los cinco miembros tratarán mañana la aplicación del artículo 39 del reglamento y el escrito presentado por Huertas para evitar su destitución.

La presidenta de la cámara quiere evitar que la mesa tome una decisión hasta que se resuelva la demanda que presentó el pasado cuatro de enero contra el partido, que decidió expulsarla al corroborar que tanto ella como otra diputada habían abusado de su posición en las instituciones públicas. El comité de derechos y garantías de la formación corroboró que las dos diputadas habían amenazado con votar en contra de los presupuestos autonómicos si no se incluía en ellos una partida para financiar el laboratorio de investigación de otro miembro de Podemos en Baleares, que también fue expulsado.

En su demanda, Huertas acusa al partido liderado por Alberto Jarabo de haber vulnerado sus derechos fundamentales y solicita al juez que declare nula la sanción por la que fue expulsada del partido. En su escrito para la mesa de la cámara, ha pedido medidas cautelares para que por el momento se suspenda esa sanción de expulsión. La batalla judicial de las dos diputadas expulsadas no queda ahí. La semana pasada la parlamentaria Montse Seijas acudió a un juzgado de instrucción para ratificar una denuncia por la presunta falsificación de su firma para retirar una serie de preguntas parlamentarias del pleno, una demanda que está pendiente de la decisión del juez de realizar diligencias de investigación.

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