Hallado un inmigrante oculto en el hueco de la rueda de repuesto

La policía detiene en Algeciras a la conductora del vehículo, residente en Murcia

La conversación la delata. Es incapaz de ocultar los nervios. Elude las preguntas de los agentes. Se muestra huidiza a bordo de ese Seat León de color oscuro que acaba de desembarcar en Algeciras, tras atravesar El Estrecho en un ferry desde Tánger (Marruecos), y que ahora permanece parado en el paso de control de vehículos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Al volante, una mujer de origen marroquí y vecina de Murcia, que observa atenta cómo revisan su pasaporte; cómo desconfían de ella; cómo las sospechas aumentan a medida que esquiva las cuestiones. Teme que la descubran, que averigüen ...

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La conversación la delata. Es incapaz de ocultar los nervios. Elude las preguntas de los agentes. Se muestra huidiza a bordo de ese Seat León de color oscuro que acaba de desembarcar en Algeciras, tras atravesar El Estrecho en un ferry desde Tánger (Marruecos), y que ahora permanece parado en el paso de control de vehículos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Al volante, una mujer de origen marroquí y vecina de Murcia, que observa atenta cómo revisan su pasaporte; cómo desconfían de ella; cómo las sospechas aumentan a medida que esquiva las cuestiones. Teme que la descubran, que averigüen que detrás transporta un inmigrante: escondido en el hueco de la rueda de repuesto, bajo cuatro cojines con motivos florales que lleva como único equipaje en el maletero.

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"¿Me abre el maletero?", le espeta el agente, que examina de nuevo la documentación de la mujer. Vestida con vaqueros y un jersey gris, desciende del vehículo y obedece. Entonces, empieza la inspección. "La tapa que ocultaba la rueda de repuesto se encontraba bloqueada", explican fuentes del CNP, que procedieron inmediatamente a abrirla. Y debajo estaba él, un inmigrante marroquí que intentaba entrar esta semana en la Península. Vestido con unos pantalones cortos beis y un polo azul. Descalzo. Contorsionado. Junto a una manta de color rosa. Y asustado. Se tapa el rostro mientras el agente le apunta con la linterna: "Salga del vehículo", le pidieron.

El hombre, mayor de edad, bajó a trompicones. Él era la prueba para la policía, que detuvo de inmediato a la mujer, acusada de un presunto delito contra los derechos de los extranjeros. 

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