No ha habido sorpasso

El PSC queda como tercer partido, por delante de Catalunya sí que es pot y del PP

Las expectativas eran tan bajas que los indicios, con los primeros votos escrutados, supusieron un alivio en la sede del PSC y del PSOE. Antes de sumar los escaños de Junts pel si y de la CUP los dirigentes socialistas se precipitaron sobre su posición ordinal. Dónde quedaba cada uno en el ranking de las fuerzas políticas catalanas. El PSC ha quedado como tercer partido, por delante de Catalunya sí que es pot y del PP. No era así cuando empezó la campaña pero en esta ocasión la vieja fuerza política de los socialista...

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Las expectativas eran tan bajas que los indicios, con los primeros votos escrutados, supusieron un alivio en la sede del PSC y del PSOE. Antes de sumar los escaños de Junts pel si y de la CUP los dirigentes socialistas se precipitaron sobre su posición ordinal. Dónde quedaba cada uno en el ranking de las fuerzas políticas catalanas. El PSC ha quedado como tercer partido, por delante de Catalunya sí que es pot y del PP. No era así cuando empezó la campaña pero en esta ocasión la vieja fuerza política de los socialistas ha ido de menos a más.

Pasara lo que pasara en los últimos días de campaña la moral subió ostensiblemente en las cúpulas del Partit del Socialistes de Catalunya y del PSOE. La apuesta había sido fuerte: no la independencia, diálogo con el gobierno de España para dotar de más reconocimiento a Cataluña y el blindaje de sus competencias e ir de la mano como nunca antes lo habían hecho.

El líder de los socialistas españolas se pegó al candidato del PSC, Miquel Iceta, o este a él, en una estrategia que tendrá su continuidad en los próximos meses no solo para las elecciones generales de diciembre sino para la legislatura que salga de esos comicios. Esa fue la apuesta electoral y todos han quedado satisfechos de la campaña por la respuesta que encontraban en sus bases y en sus simpatizantes. Si Miquel Iceta contaba con el reconocimiento general de los dirigentes del PSOE del resto de España con su actuación, incluso la inteligente apuesta por el baile, estas semanas le han consolidado como referente político para hacer frente a una situación de extremada gravedad y dificultad. Y se la jugaba pero no menos Pedro Sánchez.

Con los resultados confirmados el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, verá cumplido su más ansiado deseo : Que no se produjera el sorpasso. El anhelo de Pablo Iglesias, secretario general del Podemos, insertado en la candidatura de Catalunya sí que es pot, e implicado al máximo en esta campaña, era quedar delante de los socialistas. No lo ha conseguido.

Este resultado lo utilizará Pedro Sánchez para situarse en el centro del tablero y ofrecerse para aglutinar un proceso de diálogo para avanzar hacia la España federal y que termine con un referéndum al final de la próxima legislatura. Mucho tendrá que trabajar para que le atiendan, tanto independentistas como unionistas.

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