El PP se resiste al control público y la publicidad de los viajes parlamentarios

Los populares mantienen que deben ser reservados para proteger su labor

El PP se resiste a que se publiquen los viajes de los parlamentarios y a que se controle por las Cortes si se cumple su motivo, aunque acepta que hagan constar en la petición si es un traslado ligado a su actividad política o entre la Cámara y su circunscripción. Los populares han rectificado su oposición radical inicial y los diputados Alfonso Alonso y José Antonio Bermúdez mantienen contactos con el resto de portavoces para buscar una fórmula que establezca algún tipo de control en estos viajes.

En este momento, ni diputados ni senadores deben justificar el motivo de sus desplazamient...

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El PP se resiste a que se publiquen los viajes de los parlamentarios y a que se controle por las Cortes si se cumple su motivo, aunque acepta que hagan constar en la petición si es un traslado ligado a su actividad política o entre la Cámara y su circunscripción. Los populares han rectificado su oposición radical inicial y los diputados Alfonso Alonso y José Antonio Bermúdez mantienen contactos con el resto de portavoces para buscar una fórmula que establezca algún tipo de control en estos viajes.

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En este momento, ni diputados ni senadores deben justificar el motivo de sus desplazamientos y en las últimas semanas un diputado del PP por Teruel, Carlos Muñoz, ha dimitido y el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, está a la espera de devolver el importe de viajes privados realizados cuando era senador. La propuesta del PP parte del principio de que los parlamentarios son de una circunscripción, pero deben tener capacidad para moverse por toda España, sin limitación y sin que se coarte su libertad. Por ejemplo, que si un diputado viaja para encontrarse con un periodista no tenga que dar cuenta de ese encuentro reservado y protegido por secreto profesional, según el ejemplo utilizado por uno de los negociadores del PP.

Por eso, a lo que llega el PP es a hacer que los parlamentarios tengan obligación de hacer constar si su viaje es de traslado a su circunscripción, para actos de su partido o para actividad como parlamentario, sin más precisión.

Cada grupo parlamentario debe ser luego quien vigile o compruebe si es cierto que, por ejemplo, ha acudido a un mitin de su partido. En esta línea, el presidente del Congreso, Jesús Posada, aseguró que sigue creyendo que “es obvio” que es “más idóneo” que sean los grupos parlamentarios y no la Cámara Baja quienes controlen los viajes que realizan los diputados por territorio nacional habida cuenta de que los hacen cumpliendo su función “política”. Ahora solo hay un control presupuestario que realizan los funcionarios de la Dirección de Asuntos Económicos de la Cámara para que, por ejemplo, no haya duplicidades de viajes en el mismo día, pero no cuestiona el destino del viaje, siempre que sea dentro del territorio nacional.

El PSOE defiende el control público y no del grupo y trasladó ayer una propuesta al PP. Los demás grupos piden que, además, se hagan públicos esos viajes, pero el PP solo acepta de momento que se publique el importe global de lo que paga la Cámara. Su objeción es la citada de que eso puede limitar su libertad para, por ejemplo, reunirse con quien le pueda facilitar información de forma reservada. La portavoz de UPyD, Rosa Díez, remitió ayer a Jesús Posada una carta en la que solicita que todos los diputados publiquen su agenda de trabajo y sus viajes.

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