El PP de Navarra agudiza su brecha

Carlos Floriano apadrina una gestora tras la dimisión del presidente

El PP se reimplantó en Navarra a finales de 2008, tras casi dos décadas integrado en Unión del Pueblo Navarro, el partido regionalista que gobierna la comunidad desde 1991. En seis años ha tenido cuatro presidentes, una escisión y una convulsión casi permanente. El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, apadrinó este martes la formación de una gestora, que dirigirá el eurodiputado Pablo Zalba.

El pasado lunes, el hasta entonces líder del partido, Enriqu...

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El PP se reimplantó en Navarra a finales de 2008, tras casi dos décadas integrado en Unión del Pueblo Navarro, el partido regionalista que gobierna la comunidad desde 1991. En seis años ha tenido cuatro presidentes, una escisión y una convulsión casi permanente. El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, apadrinó este martes la formación de una gestora, que dirigirá el eurodiputado Pablo Zalba.

El pasado lunes, el hasta entonces líder del partido, Enrique Martín, hacía pública su dimisión. La gestora llevará las riendas en el próximo año, con unas elecciones forales y municipales en la agenda inmediata, en el mes de mayo.

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En su carta de dimisión, Martín acusaba a un sector del partido de ver con buenos ojos una posible derrota electoral de UPN y un Gobierno liderado por el nacionalismo vasco que podría beneficiar a largo plazo al PP por el desgaste que sufriría su antiguo socio fuera del Ejecutivo. El ya expresidente popular añadía su disgusto con la dirección nacional de su partido por escuchar esos cantos de sirena, mientras la secretaria general, Dolores de Cospedal, no le coge el teléfono. Sin embargo, Floriano, este martes en Pamplona, negó ese desamparo y relató que "la dirección nacional se ha reunido con Martín cuatro veces en los últimos meses". En tres ocasiones lo hizo el propio Floriano y otra Juan Carlos Vera, pero no Cospedal.

Aunque Enrique Martín no cita nombres en su carta, en círculos del partido señalan a Zalba, a la portavoz parlamentaria Ana Beltrán y a la delegada del Gobierno, Carmen Alba, como los principales aludidos. Ninguno de ellos esperaba la dimisión de Martín y públicamente eluden la crítica a su decisión y a sus motivos.

La relación con los regionalistas está en el eje de la última tormenta en el PP navarro, que se mueve entre buscar las diferencias con una UPN desgastada por décadas de gobierno o evitar una alternativa que una de la izquierda y el nacionalismo vasco. En el entorno de Enrique Martín reconocen que pese a que la presidenta navarra, Yolanda Barcina, ningunea constantemente a los populares en la comunidad, la afiliación y sobre todo el electorado habitual del PP ve como una catástrofe que el nacionalismo vasco pueda pisar las alfombras del Palacio de Navarra, sede del Ejecutivo. En ese sentido, Carlos Floriano apuntó que harán "todo lo necesario" para evitar el acceso del nacionalismo vasco al poder en la comunidad, incluyendo una posible nueva coalición con UPN.

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El hecho de que Martín reseñara claramente esta discrepancia sobre un asunto de importante calado político en la comunidad ha supuesto que miembros con peso en el partido hayan rehusado entrar en la gestora de Zalba. Entre ellos están el primer presidente del PPN, el senador José Ignacio Palacios, los portavoces en los principales Ayuntamientos o el coordinador de la ejecutiva, Eloy Villanueva.

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