Pendientes de la financiación y RTVV
Alberto Fabra lleva dos años de recortes generalizados
El presidente de la Generalitat y del PP valenciano, Alberto Fabra, atraviesa uno de sus momentos más bajos desde que sustituyó hace dos años al dimitido Francisco Camps. Con un liderazgo cuestionado en privado dentro del propio partido, Fabra ha comprobado cómo la financiación autonómica se ha convertido en una auténtica espada de Damocles, que puede caer sobre su cabeza en cualquier momento.
Con unos recurso...
El presidente de la Generalitat y del PP valenciano, Alberto Fabra, atraviesa uno de sus momentos más bajos desde que sustituyó hace dos años al dimitido Francisco Camps. Con un liderazgo cuestionado en privado dentro del propio partido, Fabra ha comprobado cómo la financiación autonómica se ha convertido en una auténtica espada de Damocles, que puede caer sobre su cabeza en cualquier momento.
Con unos recursos procedentes del Estado insuficientes para cubrir los gastos esenciales en sanidad, educación y bienestar social, Fabra ha optado por cerrar Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), la primera empresa pública de la Generalitat. La decisión, que se adopta tras dos años de recortes generalizados, ha generado una nueva ola de movilizaciones sociales.
El cierre de RTVV, sin embargo, puede ser estéril si Fabra no logra convencer al Gobierno de que es urgente aprobar un nuevo sistema de financiación que destine el mismo dinero per cápita a todas las autonomías para prestar los servicios esenciales. Una exigencia que le ha llevado a enfrentarse abiertamente con otros barones populares, como el extremeño José Antonio Monago y el madrileño Ignacio González.